vendredi 28 décembre 2007

On ne parle pas anglais

Antes se indignaba, pero creo que ahora ya inclusive le da risa, creo no más. La cosa es que al comienzo de nuestra relación, Magtán no entendía por qué mis amigos y familiares insistían en hablarle en inglés. "Yo hablo francés", me decía todo colorado luego de cada reunión, "por último que me hablen en español". Confieso que algo de culpa tuve inicialmente porque les advertí a todos que mi novio hablaba bien poquito español. Pero fue solo de ellos la conclusión de que, ergo, había que hablarle en inglés.
Al igual que muchos francófonos, mi esposo le tiene una pésima onda al inglés. Lo lee bien, de hecho tuvo que soplarse varios textos en ese idioma mientras estaba en la universidad, pero entiende poco cuando lo escucha y cuando lo habla, ahí sí que nadie comprende nada. Su acento es alucinante. En este punto también sospecho que puedo tener algo de responsabilidad por las reiteradas burlas que muy conchudamente (tendrían que oírme a mí hablando inglés, y peor aun alemán) le he dirigido cada vez que me decía algo como "estag wag" (por star wars), "bug-geg kang" (burger king) o simplemente "fuc" (por fuck).
La cosa es que cuando Magtán levanta el teléfono y, luego de algunos segundos de desconcierto, contesta "hablag espaniol pog favog" yo ya sé que es algún pata de Lima que me está llamando a la casa. Ya le he explicado que no es por mala onda, que en mi lado del planeta el inglés es la lengua universal y que finalmente esa gente solo está tratando de ser amable. Le ha costado entender pero ya va asimilando.
Por suerte, su español ha mejorado mucho durante este año que hemos pasado juntos. El problema es que para comunicarnos hemos desarrollado un dialecto mitad francés, mitad español y pizca de italiano, así que recién ahora que vayamos a Lima podremos comprobar si efectivamente habla mejor mi lengua o solo es que los dos nos las hemos ingeniado para entendernos a nuestra manera. Así que si se cruzan con nosotros en la Ciudad de los Reyes durante las próximas semanas, háblenle en español por favor. Cualquier cosita, yo traduzco no más.

jeudi 27 décembre 2007

Beso suizo

Los suizos se sorprenden cuando les digo que en el Perú solo nos saludamos con un beso. Porque ellos se dan tres. Tres besos es mucho beso incluso para alguien que te cae recontra bien, y ya ni te digo para alguien que ahí no más. Pero lo que no saben es que si bien nos damos un solo beso, este incluye sobadita de espalda y hasta abrazo cuando estás de buen humor. Acá no, casi casi te dan besos con los brazos cruzados. Claro que para pasar al nivel tribesal tienes que tener cierta confianza con tu interlocutor, sino apretón de manos no más para persona, animal o cosa. Lo complicado, al menos para mí, viene siendo descubrir cuándo ha llegado el momento de empezar a dar besos. En mi curso para profesores de idiomas -tuvimos unas cuarenta sesiones- solo nos besamos el último día. Bueno, yo de vez en cuando me pajareaba y chantaba besos a discreción, pero no tenía mucha acogida que digamos. Con mi familia política sí son tres besos, pero a veces te cansas: o sea, si te estás yendo a dormir y solo quieres dar un beso de buenas noches, no pues, son tres porque sino la otra persona se queda en el aire y hay que improvisar un chiste en lengua extranjera que generalmente no sale bien y todo es un bochorno. Encima, cuando ya te estás haciendo a la idea de dar tres besos, resulta que apareces en Francia y ahí solo tienes que dar dos, entonces al tercer acercamiento terminas con el piquito en el aire haciendo el gesto rochoso del beso que no fue y de pronto te dicen "ah, es que vienes de Suiza" y empiezan a imitar el acento (hay muchos, pero el que imitan es el más feo), a hablar despacio (los suizos tienen fama de lentos, diría que merecida pero todavía es muy pronto para generalizar) y a sugerir que algo huele a queso (como si no hubieran quesos en Francia). En todo caso, los franceses son más dados al tocamiento que los suizos, y se besan entre hombres con un afecto que solo he visto entre argentinos, italianos y entre algunos peruanos después de varias rondas de chelas.
Cuando estamos en Lima, Magtán tampoco la tiene fácil. El pobre se pone en firmes para dar sus besos pero no solo se queda a medio camino entre el primero y el segundo sino que antes de que pueda evitarlo ya tiene a alguien abrazándolo efusivamente, y antes de que pueda ordenar a sus extremidades superiores que reaccionen ya quedó como el gringo malagracia que no responde a los gestos de afecto que tanto nos gustan a los latinos. En todo caso, estamos parches porque para muchos por estos lares yo debo ser una confianzuda manolarga.

vendredi 7 décembre 2007

Cuenta regresiva

Zambi tiene una especie de soplo al corazón y hay que darle una pastilla diaria. Además, sus pulmones tienden a llenarse de agua, y hemos empezado un tratamiento que consiste en darle media pastilla en la mañana y otra mitad en la noche. Cuando vio que se estaba quedando si pelo, el veterinario sospechó que también podría tener un quiste en los riñones y nos pidió que enviáramos al laboratorio -por correo- una muestra de su orina. Tenía que ser la primera pila de la mañana, o sea después de que Magtán se va a trabajar -tipo seis de la mañana- y antes de que yo me despierte -de diez de la mañana ad infinitum. No podíamos recoger la muestra el fin de semana porque el correo no atiende y refrigerada no arroja los mismos resultados. Tampoco podía ser viernes, porque fácil llegaba el lunes y se podía malograr.
En fin, una mañana en que pudo ir a chambear más tarde, Magtán logró juntar la pila en el tubito de prueba que nos habían dado para tal efecto. Felizmente los riñones del perro no están tan mal como parecía. Felizmente porque ya padecemos bastante para darle las dos pepas diarias que necesita. Mi hermana no creía que un animal tan chiquito podía ponerse tan necio: un día, le empujó una de las pastillas y le cerró el hocico como por dos minutos, convencida de que se la había tragado. Pero un par de horas después, se encontró la misma pastilla enredada entre los rulos de Zambi.
Nosotros nos las ingeniamos como podemos. Primero probamos con la leche. Hacíamos polvo la pastilla y la disolvíamos lo más que podíamos. Todo fue bien hasta que se dio cuenta del embuste o se aburrió de la leche. Luego recurrimos al queso, mismo proceso. Ahora estamos probando con hot dogs, parece que vamos bien pero con este cancito nunca se sabe.
Ha comenzado a orinarse por todos lados, principalmente sobre los cachivaches de Magtán. Ha dejado una mancha bien rochosa en el parquet y vamos a tener que cambiar esa parte el día que entregamos este depa. Ya casi no quiere salir a pasear y tose como tísico. Tiene doce años el Zambi. Lo vamos a engreír mientras nos dure.

Oh la là!

No es un cliché. Efectivamente, los francófonos, al menos los de este lado del mundo, dicen frecuentemente oh la là! Pero a mí todavía no me sale. Cuando algo me sorprende, lo primero que me viene a la garganta es Asu, Uy o Manya. En realidad, el asunto es más complicado de lo que parece: esta francesísima interjección tiene hasta tres tiempos, por lo que he podido constatar hasta el momento.
Por ejemplo, si casi se te cae un vaso deberías decir "Oh là!", como "ufff", "con las justas". Si el vaso se cae y encima se rompe, entonces lo más probable es que el resto de gente diga "Oh la là!", tipo "chesu". Pero si resulta que has roto el vaso de la vajilla de la abuela manchando de paso la alfombra nueva con vino tinto, la dueña de la casa dirá "Oh, la là-la là!", que podría traducirse como "la ca-ga-da". Mientras tanto, Magtán ya aprendió a decir "Ni michi" casi sin acento, cuando no le hago caso me dice "oye!!" y ayer casi casi le salió un pues bien colocado: "Apúgate pues" le dijo al perro, pero hizo pausa después del apúrate y sonó bien raro.

(Casi) nunca en domingo

Una de las muchas cosas que me angustió cuando llegué a este país fue el horario de las tiendas. Acostumbrada a tener en la esquina de mi casa un Vivanda abierto hasta cerca de la medianoche (a propósito, alguien sabe si el Vivanda de Benavides volvió a atender 24 horas?), me aterraba quedarme sin cigarros en medio de una madrugada de chamba, o tener que reprimir un antojo de dulce hasta las siete de la mañana del día siguiente. Acá, generalmente todo cierra a las siete de la noche. Algunos supermercados abren los viernes hasta las nueve, pero los sábados no encuentras nada abierto después de las cuatro de la tarde y los domingos, forget it, nadie te abre la puerta.
El domingo es sagrado. Solo las tiendas de los grifos atienden los domingos, y esto gracias a un referendum que se realizó hace un par de años para aprobar esa iniciativa. Para algunos se trata de preservar una tradición, que la gente la pase familia o solos pero tranqui, y para otros es cuestión de proteger los derechos de los empleados: los sindicatos exigen que se les pague doble por hora trabajada en domingo.
Finalmente, luego de largos debates y enconada polémica, el Consejo Nacional (que es una especie de Congreso, aunque menos poderoso, en realidad todavía no entiendo bien sus funciones) acaba de aceptar que los negocios atiendan cuatro -cuatro!!!!- domingos del año sin necesidad de solicitar autorización previa (como era el caso hasta ahora). A cambio, los dueños han aceptado contratar personal extra para esos días y pagarles lo que reclama el sindicato. Las más contentas son las empresas grandes, porque el gasto extra no les afecta mucho, pero los comerciantes menores se quejan de que no les conviene esa inversión y temen que la competencia los perjudique.
Yo, feliz. Aunque ni sé qué domingos serán los escogidos, es un alivio saber que de vez en cuando podré tener antojos después del sábado a las cuatro de la tarde.

mercredi 7 novembre 2007

Tonito

Magtán tiene dos ahijados, bueno, un ahijado y una ahijada. El ahijado, que vive en Lausanne, cumplió 4 años el sábado pasado, y por supuestos estábamos invitados. Durante toda la semana me preparé para lo que en mi cabeza es una fiesta infantil: chibolos desaforados y mucha pero mucha comida. Gelatinas, sanguchitos de todos los sabores, caramelos, chizitos, lentejitas, marshmellows y todo eso que hace que una criatura que podría resultarte simpática en una situación normal, en esta se convierta en un mostrito de manos pegajosas, boca manchada de chocolate y pelo lleno de tortees.
Yo no sé si Catherine, la mamá de Iohan, es una rebelde o si así son estas cosas por acá, pero el asunto es que de entrada no vi ni un dulce. Nada. Algunos globos por ahí, una mesa puesta para los chicos con sus platos y sus cucharitas y botellas de agua y jugo de manzana. En la mesa de los adultos más botellas de agua, un par de vinos, cocacolas y punto.
La cita era a las tres de la tarde. A eso de las cinco salió la torta del horno, los chicos se sentaron a la mesa, cantaron Joyeux Anniversaire y comieron su torta sin mayores tropelías. Luego nos tocó la torta a los viejos y una hora después todos se estaban despidiendo. Apenas unas migas esparcidas en el piso sugerían que en ese departamento acababa de tener lugar una fiesta infantil.
Ah, tampoco vi ni una nana, solo mamás muy serenas. Menos original en cambio resultó la demografía masculina: solo dos papás, el del dueño del santo y otro que, supongo, vino a ayudar a la esposa con los dos críos, uno de ellos de apenas tres meses de nacido. Para mi gusto faltó la piñata, pero es cierto que los pones a darle de palazos al muñeco y luego comienzan a hacer lo propio entre ellos y ya no hay quién los controle. Lo que no me explico, finalmente, es por qué sí hubo piñata, llena de golosinas, en la comida de mi matrimonio. Creo que voy a tener que hacer algunas aclaraciones por aquí sobre las tradiciones festivas peruanas.
En fin, así cualquiera hace fiesta infantil, digo yo. Si hasta comienza a parecerme fácil este asunto.

lundi 22 octobre 2007

Juego de manos

De pronto, el Stade des Princes empezó a retumbar con una musiquita conocida. "Se viene el cuta, cuta, cuta, cuta ..." Argentina acaba de arrebatarle a Francia el tercer lugar en el XV campeonato de Rugby y alguien había tenido la notable idea de preparar este himno. Los pumas gauchos habían llegado con una modesta esperanza, el único equipo de América Latina, los hermanitos menores del torneo. No con esa arrogancia canchera del futbolista blanquiceleste, sino casi como una curiosidad. Muchos de ellos hablan francés porque juegan en equipos franceses, y a los franceses les encanta que les hablen en su idioma. Estaban chochos con ellos hasta que sus chocheras les sacaron el ancho en el partido inaugural, y les volvieron a dar de alma en la semifinal. El cuarto puesto no sirve para Francia, que iba como favorita junto con Inglaterra (subcampeón), Nueva Zelanda (a la que descalificaron) y Sudáfrica (que ganó). Otros momentos pajas de mi primera copa de rugby en la vida: los spots publicitarios en que Zinedine Zidane aparecía como integrante del equipo de rugby y no chuntaba una. El bailecito ritual de los neozelandeses. El fan inglés que se coló en la cancha y fue el único inglés que pudo besar la copa. Platini en las tribunas durante la final. Magtán despotricando cada vez que sonaba La Marsellesa. Magtán despotricando cada vez que me encontraba enganchada a un partido. Magtán despotricando contra todo el establishment deportivo que solo sirve para sacarle plata a la gente. Magtán alegrándose bien disimuladamente de que los argentinos les hayan ganado a los franceses.Una sorpresa: por qué el equipo de Namibia está abrumadoramente integrado por blancos?
No me he vuelto fan del rugby, de hecho todavía no entiendo bien las reglas, por ejemplo: Cómo hace el árbitro para decidir cuándo se comete una falta si todo el rato se la pasan saltando unos encima de otros. Pero reconozco que me he divertido con este inusual derroche de testosterona.

dimanche 14 octobre 2007

Y recién es 15 de octubre

A dos meses y diez días de la Navidad, acabo de ver el primer anuncio navideño de la temporada. Es solo idea mía o cada vez comienzan antes? En fin, era un spot de Eurodisney ofreciendo tarifas especiales a quienes hagan sus reservaciones desde ahorita para el espectáculo pascual, o algo parecido. El problema no es la publicidad, bueno sí, un poco; ni la avalancha de villancicos, ya, los villancicos son casi lo peor; pero lo más grave es que a mí la Navidad lo único que siempre me ha inspirado es unas ganas irreprimibles de comer panetón. D'onofrio, de caja mejor que de bolsa, con harta pasa, sin mantequilla ni fruta confitada.
He aquí el dilema: recién es 15 de octubre y a mí el mes morado lo que único que siempre me ha inspirado es un deseo irreprimible de comer turrón. El de la plaza San Martín de preferencia, lleno de caramelitos, rebalsando miel, sin guindones, naranjas ni otras originalidades. Todavía no salgo de ese antojo, y ya vi que en breve voy a caer en el otro. Nuevamente, qué suerte que no estoy en Lima. Digo, habrá que tomarlo por el lado amable.

jeudi 11 octobre 2007

Me hacen falta vitaminas, creo

En estos días le he descubierto un aspecto sumamente positivo al hecho de no estar en Lima: no tengo que hacer cola para comprar entradas para el concierto de Soda Stereo, ni inventar excusas para no ir. No tengo nada en contra del grupo, de hecho me vacila harto, es solo que no soy conciertera, qué le voy a hacer. Si en algún momento lo fui, se trató solo de ganas de jorobar a mis viejos y de andar en patota. Por supuesto que fui al concierto de Soda en el Amauta, hace veinte años creo, y me parece que en ese momento comencé a sospechar que no era lo mío. Soy muy enana, nunca veo nada. La gente me distrae, el pogo me pone de mal humor y me canso rápido de estar parada. Además luego hay que caminar harto para conseguir un taxi. Pongan un CD de Soda en un tono y no voy a parar de bailar, pero hasta ahí llegará mi entusiasmo.
Si estuviera en Lima, a estas alturas ya hubiera tenido que justificarme varias veces por mi falta de nostalgia y mis pobres y cuestionables gustos musicales. Pero también estaría frente a una difícil disyuntiva: si los organizadores me enviaran un par de entradas (solía ocurrir), a quién se las regalaría? Pero ahora, tranqui no más, nadie me va a invitar al concierto, así que nadie ha venido con cara de cachorrito destetado a explicarme todo lo que este evento significa para él o ella, que su vida cambió desde que escuchó Cuando pase el temblor, que ahí conoció a su primer amor, que ahí fumó su primer troncho, y demás. La versión oficial es que no voy porque, pucha, estoy muy lejos, qué piña, ojalá que se presenten por acá alguna vez. Y, de verdad, si hacen un concierto en estas lejanías, por ahí que me apunto: fácil sería en un local chico, y dificulto que haya multitudes arranchándose entradas o fanáticos saltando encima mío. Pero dificulto más que vengan, y no voy a negar que es un alivio.

vendredi 5 octobre 2007

A dónde????????

Mi hermana me comunica que viajará al Congo en misión con Médicos sin Fronteras y me enfrenta a mi estrepitosa ignorancia sobre el continente africano. Pongo el canal NatGeo y justo ahora se les ocurre dedicar su programación a las criaturas marinas, apago. Mientras prendo la computadora, trato de recordar los nombres de por lo menos cinco países africanos. El primero que me sale es Camerún ( gracias, Samuel Eto'o), pujando me acuerdo de Rwanda (en realidad pensé Hotel Rwanda), luego vienen Mandela perdón Sudáfrica, Egipto ... Egipto?, claro pues, mamay, acaso crees que Cleopatra fue europea? ya falta poco, solo una más, Somalia!!! pero primero vino la imagen: el gallinazo haciendo guardia a la espalda de un niño a punto de desplomarse. La foto fue tomada en Somalia? No estoy segura, no sé nada de Africa, soy un fraude. Internet, urgente.
Mi hermana solo ha dicho el Congo, y paso un buen rato documentándome sobre el igualmente ignoto país de Congo-Brazzaville hasta que algo comienza a resultarme raro. Su avión va a aterrizar en la ciudad capital de Kinhassa, no en la ciudad capital de Brazzaville. Ah, pues, era República Democrática del Congo. Me lo deben haber enseñado en el colegio, era un colegio bastante decente, tengo que haber oído y leído sobre el Congo, pero nada, igual Africa en general solo me sigue sonando a safari. Pero si hace poquito me leí toda la Vanity Fair dedicada a Africa, mostro el despliegue fotográfico ... no he grabado nada más en mi cabeza. Mi primer referente africano debe haber sido la serie Shaka Zulu, que mis viejos me prohibieron ver porque el hombre aparecía calato cada dos por tres. Dónde era que ocurría la trama? También estuvo la serie Raíces, aunque solo puedo recordar que todo me daba mucha pena. Uff, por fin comienzan a desfilar en mi mente imágenes de niños con el vientre hinchado, niños con fusiles, niños prendidos a tetas cadavéricas ... pero soy incapaz de formular una explicación medianamente sustentada sobre las causas de tanta desgracia. Darfour es un nombre que me sugiere algo atroz, sé que hay que hacer algo para ayudar a esa gente, pero tampoco podría abundar sobre el tema.
Magtán no se esfuerza por disimular su sorpresa, decepción? menosprecio? Tanto pergamino, que periodista acá, que columnista por allá, que ciudadana del mundo. Ahitá pues. Lo está pensando realmente o sin mis propios sentimientos de culpa? No tengo tiempo para descubrirlo porque, sin necesidad de rebuscar entre sus recuerdos, ha comenzado a despotricar contra el colonialismo belga y el joyón del rey Leopoldo. Yo no tenía ni idea. Pero él no conoce a Samuel Eto'o, ja, victoria absurda.
Entonces, hablan francés en el Congo, y cuchucientas lenguas más según Wikipedia. Antes se llamaba Zaire (ya, eso me suena) y entre 1998 y 2003 fue el escenario de una de los enfrentamientos bélicos más sangrientos después de la II Guerra Mundial, de hecho fue la "Guerra Mundial Africana". Dónde andaba yo mientras todo esto ocurría? Un roche.
Fiorella se ha puesto seis vacunas, incluido un refuerzo contra la polio. Le han hecho llegar una carta de recomendaciones para su viaje. Que no saque plata en público, que no salga con cámara fotográfica, que solo tome agua embotellada, que verifique la identificación de la persona que la recogerá en el aeropuerto. Parece que me fuera a Lima, se ríe. Pero te estás yendo al Congo, carajo. Le han explicado que la dieta se basa en arroz con frejoles. Tacu-tacu!!!, celebro. Si te digo que parece que me fuera Lima, insiste.
Por primera vez en la vida no puedo imaginarme qué estará haciendo mi hermana en estos momentos. Me falta background. El campamento quedará en el desierto o en la sabana? hará calor no más o será un clima calcinante? dormirá en carpa o en casita prefabricada? Me queda un mes para informarme hasta que vuelva Fiorella y termine de desasnarme. No sé si algún día vaya a Africa, pero ya estuvo bueno de indiferencia.

mardi 18 septembre 2007

Ya no es lo mismo

Desde que me vine a vivir a Suiza, viajar a Francia ha perdido su encanto. Antes, era un proyecto audaz, sembrado de complicaciones, que requería una minuciosa planificación: reunir la ruma de papeles para la visa, actualizar el pasaporte, conseguir boletos aéreos a tarifas razonables, refrescar el francés, averiguar el clima, juntar plata para la estadía. La penúltima vez que pedí visa en la embajada francesa de Lima tuve que dormir en la calle para separar turno y cuando finalmente me atendieron, el funcionario prácticamente me tiró en la cara mis documentos tan trabajosamente recopilados porque mi viaje estaba programado para dentro de tres meses y, según él, no se daban visas con tanta anticipación. Yo lo que quería era asegurarme de tener la visa antes de comprar el pasaje, y en ningún sitio -ni en la pagina web ni en los afiches informativos- se indicaba un plazo mínimo o máximo de antelación (luego cambiaron el sistema, y podías sacar cita en la página web). Dije que ir a Francia tenía un encanto especial y con todo lo que acabo de contar quizá parece que más bien era una pesadilla, pero me refería a que había un grado de dificultad que hacía más deseable el esquivo aterrizaje en el Charles de Gaulle.
Ahora, Magtán me dice "quiegues ig a Francia amog?" como quien me pregunta si me provoca ir a Huachipa. Menos de dos horas de trayecto en auto, y listo, bienvenue à la France. En la aduana casi nunca te piden identificación, máximo al regreso te preguntan si llevas mercadería porque los suizos solo pueden comprar cierta cantidad de carne, leche y otros productos al otro lado. El paisaje no cambia, el idioma pues tampoco y en general podrías entrar y salir de Francia sin darte cuenta, que de hecho me ha ocurrido en alguna de las delirantes rutas que usa mi suegro.
Pero mañana me voy a París, a encontrarme con Oscar y con Fiorella, lo cual ya resulta más emocionante: tengo que tomar el tren a Ginebra, luego un avión hasta París y finalmente el metro para juntarme con mi ex jefe y mejor amigo. Vuelvo a sentir hormigas en el estómago, pero ya no por todo el trámite que implica el desplazamiento, sino más bien porque, como dice el tango, tengo miedo del reencuentro con el pasado que vuelve a enfrentarse con mi vida: cómo habré cambiado, como habrá cambiado, qué se nos habrá perdido en medio del océano. Asu, ya ni quiero pensar cómo me voy a poner cuando vuelva a Lima, falta poquito, qué alegría, qué perturbación.

samedi 8 septembre 2007

Dicen que son neutrales pero ...

... los suisses romandes no pueden ver a los suisses-alémaniques, los suisses-alémaniques creen que el resto de la confederación son sus parientes pobres y ambos consideran que los tessinois no son suizos sino italianos, los jurassiens viven reclamando autonomía aunque no tienen ni para cubrir sus gastos, los bernois (de Berna) son muy pachochudos, los zurichois son tremendos materialistas y los genevois -los de ginebra- se computan franceses, lo cual no resultaría tan grave sino fuera porque los franceses (gaulois, frouses) se creen el último queso de la campiña aunque ciertamente son menos impertinentes que los belgas y no tan arrogantes como los alemanes, con el agravante de que estos últimos están copando los puestos de trabajo en Suiza, pero al menos ellos no son tan conchudos como los europeos del este que viven del estado y encima les pegan a las mujeres y se pegan entre ellos y les pegan también a los suizos cuando los apuran en la cola del supermercado, y por si fuera poco manejan tan pésimo como los peruanos (latinoamericanos en general) y hablan tan mal el francés y el alemán como los chinos (chintoks). Neutralidad? mis calzones.

lundi 3 septembre 2007

Fuerza celta

Durante un fin de semana, los celtas que poblaron la región antaño conocida como Helvetia resucitaron para vender joyas, dar lecciones de combate y amenizar la jornada con música típica de su lejana época. Entusiasmadas ante la posibilidad de reencontrarse con sus ancestros, más de diez mil personas visitaron Mont Vully, y yo estuve entre ellas. Que no sean mis antepasados no me iba a impedir darme una vuelta para mirar de cerca a los émulos de las recias comunidades que se expandieron por estos territorios antes de ser sometidos por Julio César durante la guerra de las Galias (la historia es complicada, ni Asterix se escapa, pero por ahí va la idea). Igualitos que en las películas y en los cuentos: había hadas, ninfas, guerreros, orfebres y campesinos. También había stands de arqueólogos, de fósiles y restos de objetos encontrados en la zona, pero para Magtán no fue suficiente, él esperaba una exposición más científica en lugar de -cito textualmente- una feria de disfraces. Ahora resulta que ya no es descendiente de los celtas, sino de los normandos, aunque a mí todavía no me queda clara la diferencia (o sea, más o menos, pero si escucharan sus explicaciones estarían tan confundidos como yo). Felizmente yo no tengo ese problema: tengo que venir de alguna sucesiva combinación de indio con español, más de uno que del otro, pero no le doy mayores vueltas. Ya veremos con qué me sale cuando alguien organice una exhibición de cultura normande.

samedi 1 septembre 2007

El músculo no duerme


Lo paja es que como la sección de deportes del periódico no es sección de fútbol, terminas enterándote de que, por ejemplo, el invierno es la estación más esperada para muchos deportistas profesionales o amateurs o amantes de la adrenalina en general. Qué bestia, hay un egg de campeonatos internacionales, locales, comunales, y otro tanto de disciplinas. El ski para mí era solo el ski, pero resulta que el nombre cambia dependendiendo de la pista, la parefernalia, la cantidad de competidores, etc.
Pero todavía es muy temprano para empezar a hablar de acrobacias en nieve. En realidad, por estos días los titulares más importantes son para el rugby, porque la copa mundial comienza la próxima semana. Aunque sigo pensando que se trata básicamente un pogo con ciertas reglas, me estoy familiarizando con los integrantes del equipo francés gracias a la nueva edición de Dieux du Stade (Dioses del Estadio), una especie de calatario donde los deportistas son las vedettes. Algunas fotos están muy buenas y otras ahí no más, pero de todas maneras son muy recomendables como iniciación al rugby.
En cuanto a las canchas helvéticas, el evento del verano que ya termina (sin haberse a animado a empezar como Dios manda) ha sido el torneo de lucha suiza. No libre, no grecorromana, suiza. Para los más puristas, lucha friburguesa, porque muchas de sus grandes glorias provienen de este cantón. Por lo que he podido deducir, el rasgo diferencial de la lucha suiza es que durante todo el combate los competidores tienen que arreglárselas para sujetar permanentemente alguna parte del pañalón de yute de su opositor, de lo contrario pierden puntos. Esta especie de calzón de sumo es la prenda por excelencia de la lucha suiza, y se lleva encima del uniforme, que puede ser blanco (para la categoría "gimnastas") o jean-y-camisa (para los "pastores"). Ah, y nada de logos (aunque la mayoría de luchadores tiene sponsors) para no convertir este tradicional evento en una fiesta comercial, que para eso ya tenemos bastante con el Tour de Francia. En fin, decía yo, como ya nos quedamos sin Jotitas, mejor distraerse con otras disciplinas hasta que vuelvan a haber buenas noticias.

Foto: Dieux du Stade 2007

lundi 27 août 2007

A los que se fueron ...

... no les ha pasado que cuando conversan con sus amigos de Lima de pronto sienten que se han convertido en los actores invitados de unas vidas donde antes jugaban papeles protagónicos?
... que todavía no se terminan de ir de allá, que tampoco han llegado del todo acá, y que están en medio de un viaje con rumbo desconocido?
... que se dan cuenta que ya no quieren volver, aunque a veces dudan de querer quedarse, y solo les provoca que alguien tome las decisiones por ustedes?
... que sufren ataques de pánico porque se dan cuenta de que lo que extrañan ya no está ahí porque todo se transforma día a día, y lo que ahora está ahí no necesariamente es lo que les gustaría encontrar cuando vuelvan?
... que saben que han perdido mucho y aún no están seguros de qué es lo que han ganado pero tienen claro que lo perdido no podrán recuperarlo tal cual y lo que haya que ganar quizá sea distinto de los que esperaban?

A mí me están acosando estas sensaciones, y será un alivio saber que no soy la única

lundi 20 août 2007

Flechazo


Yo pensaba que era inglés, tipo Robin Hood o Ricardo Corazón de León (ese era inglés?), y nunca me interesó buscar más detalles sobre las razones por las que tuvo que chuntarle a una manzana colocada en la cabeza de su hijo. Pero resulta que Guillermo Tell (Guillaume en francés, y Wilheml en su alemán originario) es el principal prócer suizo, aunque no hay indicios concluyentes de su paso por este mundo. En todo caso, debió haber vivido entre fines del siglo XIII y comienzos del XIV, en el cantón de Uri, durante la época de la invasión de los Habsburgo de Austria, que querían anexarse algunos de los pocos cantoncitos existentes para darle continuidad a su territorio entre el Rin y el Tirol. Famoso en toda la región por su dominio de la ballesta, un día pasó por la plaza mayor de la ciudad y se rehusó a hacer la reverencia de rigor frente al símbolo del soberano de la casa de Austria. El gobernador que por ahí andaba lo hizo arrestar y le puso como condición para liberarlo que le disparara (no encuentro otro verbo) a una manzana sobre la cabeza de su hijo, de lo contrario sería ejecutado. Herr Tell colocó dos flechas en su arco y como seguramente todos saben (oe, es famosísimo Guillermo Tell) le dio justo en el centro a la manzana, pero cuando el gobernador le preguntó para qué era la otra flecha, le contestó que de no dar en el blanco, esa flecha hubiera servido para matarlo a él. Nuevamente detenido, el ballestero fue enviado a una prisión al otro lado del río, pero en pleno trayecto los agarró una tormenta y solo él fue capaz de maniobrar la nave para salvar a todos los ocupantes. En fin, ya en la orilla, Tell usó su segunda flecha para deshacerse del gobernador y en adelante se dedicó a organizar la resistencia de los cantones de Uri, Schwyz y Unterwladen, núcleo fundacional de la Comunidad Helvética. Así que nada de bosque de Sherwood ni de mesa redonda. Con ustedes, será hasta la próxima, en una edición más de su espacio "Cinco minutos de estampas históricas que solo me interesan a mí".

Foto: Monumento a Guillermo Tell, en la plaza de Altdorf

mardi 7 août 2007

Trabajo de campo

Los reality-show son mi afición culposa. Cada vez menos, es cierto, porque se han vuelto muy predecibles: gente encerrada en una casa, flechazos calculados, intrigas banales, sexo en vivo ... nada del otro mundo. Pero hace algunas semanas volví a caer en la tentación con L'amour est dans le pré -El amor está en la pradera, más o menos- (http://lamourestdanslepre.m6.fr/), una producción de M6 que toma por las astas un fenómenos muy poco atendido en Francia y, supongo, también en otros países que cuentan con una significativa población de agricultores o ganaderos: la alta tasa de soltería. Solo en Francia, el porcentaje de solteros entre este "grupo humano" supera en 40% al de las zonas urbanas. Dos detalles que terminaron por pegarme al programa: entre los concursantes había solo una "campesina" -Sandrine, de 26 años- y entre los aspirantes a conquistarla había un suizo, Eric, de 28 años.

Primero, el canal seleccionó a los "paysans" que participarían en el reality: nueve, todos franceses. Luego, publicaron sus fotos y biografías en la página web del canal para que los interesados se apuntaran. El siguiente paso fue un "speed dating": cada concursante se reunió durante diez minutos con sus pretendientes, y anotó los nombres de aquellos que le resultaron particularmente atractivos, sus pretendientes hicieron lo propio indicando si deseaban o no continuar la aventura, la producción cruzó información y finalmente seleccionó dos candidatos por concursante.
En la siguiente etapa, cada campesino alojó en su granja a sus pretendientes durante una semana, al cabo de la cual debía elegir a una de ellas, siempre y cuando ellas estuvieran de acuerdo. Las reglas de juego establecían que los visitantes tenían que participar en las labores de la granja, es decir levantarse al alba para alimentar a los pollos u ordeñar a las vacas y acostarse luego de haber cosechado o sembrado lo que correspondiera y haber limpiado los establos. Ahora estamos en el tramo final: los pocos
paysans que lograron engancharse con alguna citadina deseosa de cambiar de vida, pasarán un fin de semana con ellas y conocerán a sus familias.
Por supuesto, el estereotipo estuvo a la orden del día. El campesino huraño y frugal, poco acostumbrado a tratar con personas ajenas a su estilo de vida, y las chicas mundanas llenas de fantasías sobre la vida en el campo. El choque de dos mundos dejó a muchos con el corazón partío.
Sandrine está entre los finalistas. Sus elegidos fueron Damien, un parisino de 30 años, y Eric, el suizo. Aunque inicialmente ella tenía predilección por el hijo de la Ciudad Luz, no pudo lidiar con la reticencia de Damien a ensuciarse las manos, vivir sin vacaciones y aislarse del mundanal ruido. En ese sentido, el tímido Eric tenía amplia ventaja: él también es
paysan en el Valais suizo, así que no solo no necesitaba indicaciones para cumplir sus tareas sino que las realizaba sin mayor aspaviento.
Aunque creo que no estaba entre sus intenciones, el programa también ha servido para poner sobre el tapete el conflicto que enfrenta desde hace algún tiempo a las numerosas personas que deciden dejar la ciudad y establecerse en el campo (buscando más seguridad, menos ruido, alquileres más asequibles) y a la gente que siempre ha vivido en un entorno rural: los primeros se quejan de que las vacas mugen todo el día, los gallos los despiertan muy temprano, las campanas de las iglesias les quitan el sueño y el olor del abono les arruina su fantasía de retiro campestre. Los segundos replican que se regresen a la ciudad o se acostumbren. En esta puja, algunos campesinos ya han cedido terreno, buscando espacios más abiertos para su ganado y aceptando las generosas ofertas monetarias de las compañías inmobiliarias que hacen negocio transformando granjas tradicionales en condominios tipo granja.
Supongo que en el fondo me siento un poco identificada con el desafío: a mí también me asfixiaba la bizantina Lima, y andaba buscando algo radicalmente distinto. La diferencia, en todo caso, es que el mundo rural nunca me resultó especialmente cautivante y que, ciertamente, Magtán no cría vacas ni gallinas, aunque eso no le impide escaparse al bosque cada vez que tiene un tiempo libre y el clima es propicio. De todas maneras, los sonidos y los aromas del campo me tomaron por sorpresa, y él también tuvo que resignarse a acercarse un poco a la civilización para ayudarme en el proceso. Eso, además de todos los ajustes que seguimos haciendo cotidianamente entre nuestras expectativas y nuestra realidad. Mi fantasía ciertamente era distinta a la realidad pero, por suerte, algunos aspectos de mi actual realidad superan mi fantasía.

lundi 6 août 2007

Huracán Fiorella

Mi hermana estuvo unos días con nosotros y todavía estoy recuperándome de su visita. Supongo que a ella también le siguen doliendo las pantorrilas de tantas calles empinadas y trochas boscosas que hemos recorrido. Qué tal aguante para ser alguien que está convencida de que el deporte es dañino para la salud.
Vimos cinco venados, una ranita, un presunto zorro (estábamos demasiado lejos, y también pudo ser una gallina), ovejas que parecían dibujos animados y tuvimos que escaparnos de una mancha de vacas que nos miraba con muy malos ojos. Nosotras atribuimos su hostilidad a mi chompa roja pero Magtán dice que eso no tiene nada que ver, que seguro estábamos hablando muy fuerte (muy posible) o que tenían a sus terneritos con ellas (en efecto) o que simplemente les dimos curiosidad (pero no sabe explicarme por qué sería eso).
Nos fuimos a Ginebra, recibimos el 1 de agosto (fiesta nacional de Suiza) entre Avenches y Payerne con fuegos artificiales como telón de fondo, pasamos por el mercado de verano de Bulle que parecía de invierno porque nos moríamos de frío y comimos chifá buenazo en la rue de Lausanne. Encontramos champignones, zapatos para la descomunal talla de mi cuñado y una toalla con la bandera suiza que voy a llevar a la Pampilla cuando vaya a Lima.
No probamos raclette, ni fondue, ni fôret noire, tampoco quesos exóticos ni ningún plato tradicional de la región. En cambio, nos empachamos de chocolates Princesa (más yo que ella, a decir verdad), galletas Charada y arroz a la cubana, todo lo cual fue debidamente digerido gracias a los buenos oficios del té de canela y clavo que mi mamá tuvo la delicadeza de incluir en la encomiendaza que nos mandó para que la recibiéramos juntas en Suiza.
Se llevó una lata de cornichons (pepinillos encurtidos creo), mi libro de Les Bienveillants y unas tabas que me quedaban muy grandes. Y me dejó la pena de que aunque ahora vivamos más cerca que hace un año, todavía sigamos demasiado lejos como para hacer todo esto más a menudo. De todas maneras, es una suerte tener a alguien tan paja a menos de una hora de vuelo, diez horas de tren y quince horas de auto.

Arriba: La foto tendría más sentido si se vieran los fuegos artificiales detrás, pero igual la imagen da una idea clara de Fiorella. Abajo: Del campo a la ciudad: En un alto del trencito de Friburgo, muy correctas para que la amable señora que nos tomó la foto no se lleve una mala impresión de las migrantes latinas. / Antes de adentrarnos en el bosque, mi hermana ensaya el truco fotogénico de Victoria Beckham (morderse la parte interior de los cachetes), a mí me basta con parecerme lo menos posible a la vaca que asoma por abajo.

samedi 28 juillet 2007

Operación merci

A veces de verdad parece que viviera en Suiza. Como el otro día, a media tarde en pleno centro de Friburgo. Todo indicaba que se trataba de una batida para detener a infractores de tránsito. Pero era justamente lo contrario, o más o menos. Si te paraba el policía y tenías todos tus papeles en regla, tu seguro al día, tu revisión técnica aprobada, tus llantas en buenas condiciones, tu nivel de emisión de CO2 bajo control y habías cumplido con tooooodas las demás condiciones que se les imponen a los choferes en este país, te hacías acreedor a una barra de 100 gramos de chocolate, suizo of course, de la casa Cailler. El resto se iba con su multa no más. La iniciativa ha rebotado en varios medios europeos, y aunque a la mayoría le parece una buena manera de premiar a los conductores y mejorar la imagen de la policía, también quienes aseguran que dada la cantidad de reglas y requisitos de circulación vigentes en Suiza, en realidad una barra de chocolate es muy poco premio.

mercredi 25 juillet 2007

Las bicicletas son para el infierno

En Europa, hay dos maneras infalibles de volverse famoso durante el verano: ganar el Tour de Francia o dar positivo en el antidopping (del Tour de Francia). La frase -palabras más, palabras menos- le pertenece al entrenador de un equipo que ha tenido que retirarse de la competencia en las últimas horas porque uno de sus integrantes escogió la manera más riesgosa de alcanzar la celebridad. Yo, recién llegada, no me contagio aún de la emoción de este asunto. Y al paso que avanza la decepción, fácil he llegado tarde porque cada vez más analistas proponen que se cancele de una vez por todas este certamen. Sus principales detractores cuestionan sobre todo la hipocresía de emprender una campaña contra el uso de sustancias ilícitas cuando a los participantes se les reclama performances suprahumanas para mantener el interés del público y aumentar los beneficios de los auspiciadores. Ahora, si el Tour de Francia se maneja como ciertas federaciones de fútbol, pues todavía tiene para rato.
El hecho es que la bicicleta despierta pasiones en Europa. La mayoría de países fomenta su uso para reducir la contaminación producida por los autos, las ciclovías proliferan, los puntos de alquiler se están haciendo populares e incluso puedes subir al tren con tu bici y dejarla en alguno de los numerosos estacionamientos ad hoc que ofrecen centros comerciales, edificios públicos y condominios residenciales. Sin embargo, los amantes de la "petite reine" (la reinita), como la llaman por acá, no pueden hacer lo que les dé la gana, que era lo que yo hacía cuando me paseaba en dos ruedas por Lima.
Cuando compras tu bici, recibes una vignette, que es una especie de placa, para que te identifiquen en caso de accidente o de perjuicios a terceros. Ni hablar de manejar en la vereda y mucho menos de atravesar un crucero peatonal. Las reglas para los ciclistas son muy parecidas a las que deben observar los choferes. Será por eso que mi bicicleta sigue tan flamante como el día que salió del Carrefour. Mucha complicación quita el placer.
Por suerte, no todos piensan así. Si bien no gozan de la cobertura del Tour de France, cada región organiza sus minitours y, llueva, truene o relampaguee, siempre hay su buena cantidad de hinchas haciendo barra al costado del camino. Hace poco, salíamos de un restaurante cuando nos informaron que la ruta estaba cerrada porque el Tour du Jura iba a pasar en unos minutos. Mientras esperábamos confundidos entre los fanáticos, recibimos muestras gratis de chocolates, galletas, caramelos, agua mineral, gaseosa y catálogos de tiendas, la mayoría lanzados -no siempre delicadamente- desde los autos de los sponsors que preceden a la tropa de corredores. Y es una competencia chiquitita. Bueno, digamos que no tan chiquita, para que no se resientan los jurasiens. Pero me imaginaba no más toda la plata que se debe mover en souvenirs, merchandising y propaganda para algo tan monstruosamente grande como el Tour de Francia. Digo, para que este patita Vinokourov se haya inyectardo sangre ajena (según los responsables de las pruebas) tratando de despistar a los jueces... Él jura que debe haber una confusión, que es un complot, que la historia lo absolverá, pero ya no le cree ni su viejita. Y, sin embargo, en el fondo todos saben que el próximo año la historia comenzará de nuevo, aunque con otros nombres. Y así, casi sin darme cuenta, en mi escala de imposibles la tarea de limpiar el Tour de Francia se está acercando vertiginosamente a la clasificación de Perú a Sudáfrica 2010. Será consuelo de tontos, pero buenas son tortas.

lundi 23 juillet 2007

Grosario I

En español, soy una lisurienta. Me encantan las groserías y los chistes de mal gusto. En francés, aún estoy descubriendo las acepciones que cada "juron" puede adquirir según el contexto, la entonación y otros factores, así que por ahora solo me expreso en un discurso formal y eventualmente ensayo alguna grosería frente a Magtán. Mientras me animo a ornamentar mi lengua franca con estas adquisiciones, procedo a un breve inventario, con sus posibles equivalentes en peruano y las traducciones literales del francés al español (*):

Putain!
Podría ser "puta madre" (tamare, taque) en el Perú, en francés solo significa puta (podría ser una abreviación de fils de putain, hijo de puta, pero no puedo asegurarlo).

Purée!
En peruano: pucha (chamare, chaque). Versión light de Putain, en francés significá "puré" no más.

Pétasse:
Por la carga injuriosa que lleva a mí me suena a "cojuda", aunque su traducción literal es puta o zorra, pero con una marca de antipatía: para alguien particularmente odiosa. Es quizá el insulto más fuerte que le puedes lanzar a una mujer.

Salope
Compite con el anterior en agresividad. Solo se usa para las mujeres y si bien el diccionario lo traduce nuevamente como puta, yo le percibo una marca particular de suciedad o vulgaridad. Un español probablemente usaría guarra.

Con (conne):
El diccionario lo traduce como gilipollas, así que para el Perú creo que sería tonto. Su significado en francés es coño. Se usa ampliamente, incluso de manera cariñosa o como un regaño para los niños. Faire le con es hacerse el tonto, el idiota.

Connard
Huevón en peruano. Más fuerte y ofensivo que el anterior. Es uno de los insultos favorito de los conductores frente a una infracción del prójimo.

Couillon
A medio camino entre con y connard, a mí me suena a imbécil y, dada su recurrencia (incluso entre animadores de concursos televisivos) le atribuyo un carácter amical, poco agresivo.

Couille molle
Su traducción sería huevos blandos, y en Perú diríamos marica, no por gay sino por cobarde, falto de carácter. Sospecho que es un helvetismo porque solamente lo he escuchado entre suizos, más específicamente entre jurasiens.

Trou du cul
Me parece que es otro helvetismo por las mismas razones que la expresión anterior. Significa "hueco del culo", y debe ser algo parecido a ojete.

Enculé(e)
Se traduce literalmente como culeado(a), pero como no lo usamos mucho en Perú, yo le pondría: (eres un/a) cagado(a). Otro insulto habitual de las autopistas.

Chier / Faire Chier / Une chiée
Chier significa cagar. Es una grosería mayor, muy común entre los adolescentes, o entre amigos cercanos. Si alguien te hace chier (il fait chier), te está cagando, es un cagón. Pero si dices que alguien tiene una chiée de plata, quiere decir que se caga en plata (tiene un huevo de plata).

Nom de Dieu
Debido a su inocente traducción, "nombre de Dios", y a la propensión de Magtán a usar esta frase yo pensaba que era algo como "por amor de Dios" o "Dios mío", hasta que a mi cuñada se le escapó en la mesa y se disculpó profusamente. No le encuentro equivalentes en peruano, aunque en español me suena a "me cago en la virgen" o por ahí.

Nom de bleu / Nom de chien
Versiones suavizadas de la anterior, cuya traducción en español no dice nada: Nombre de azul (??) y Nombre de perro (!!!!). Entiendo la primera por homofonía (como miércoles en lugar de mierda) pero la segunda vaya usted a saber.

Merde
Mismo uso, mismo significado en francés y espanñol, aunque mayormente se usa de forma independiente. O sea, no hay una expresión como vete a la merde.

Foutre / se faire foutre / s'en foutre
Solita, la palabra foutre es un forma familiar, vulgar, de decir esperma (leche), pero generalmente se usa en frases hechas. Por ejemplo, va te faire foutre (se faire foutre) sería, digamos, que te cache un burro (o, de plano, vete la mierda) y si algo te llega al pincho dirías je m'en fous (s'en foutre). Cabe aclarar, que frases como je m'en fous, on s'en fout y similares son de uso muy difundido, por lo que su significado parece haber perdido las connotaciones ofensivas que sí se detectan en otras expresiones con ese vocablo. Actualmente, Je m'en fous es casi lo mismo que no me importa, me vale o me llega.

Foutu
Derivado del verbo anterior, es un adjetivo que puede traducirse en peruano como (estoy) jodido (o cagado). Se usa para describir estados de ánimo o malestares físicos: estoy agotado = je suis foutu; está depre = il est foutu.

Pédé / pédale
Maricón, cabro, pero al igual que en español también pueden despojarse de la carga ofensiva (que es muy fuerte si efectivamente la diriges contra un homosexual) cuando se usa para referirse afectuosamente a un conocido.

Niquer
De incorporación relativamente reciente, es la forma más vulgar para decir "tirar". Entre nosotros sería cachar, probablemente (comerse a alguien, quizá, pero me parece un uso más específico). En este apartado tengo serias dudas porque cuando aprendí francés, me enseñaron que "baiser" significaba sencillamente "besar". Sin embargo, cuando se estrenó en Lima la película "Baise-moi" con el título "Viólame" me di cuenta que algo se me había perdido entre los libros de la Alianza Francesa y la lengua cotidiana de los franceses. De hecho, Baiser no significa Violar, y los españoles fueron más acertados (al menos en esta ocasión) al traducir el título de la película como "Fóllame", que es su significado más difundido. Ahora resulta que para el verbo "besar" se usa embrasser, que originalmente significaba abrazar. Y cuando quieres que alguien te abrace, tienes que recurrir a un eufemismo como "serre-moi dans tes bras" (estréchame en tus brazos), o al menos es lo que yo hago hasta que resuelva este entuerto.

*Esta es solo una aproximación basada en observaciones cotidianas, son bienvenidas las correcciones, ampliaciones y nuevas incorporaciones.

vendredi 13 juillet 2007

Wo wonhst du?

Primera clase de alemán. Segundo curso de alemán de mi vida. El primero fue hace como, fácil, veinte años, porque venía a Lima un tío que vive en Berlín y ni sus hijos ni su mujer sabían decir una palabra en español. Yo, convencida de que los idiomas eran mi fuerte, tomé clases particulares de alemán, que me sirvieron para preguntarles si tenían hambre, frío, sed y otros rudimentos comunicativos. Luego se me olvidó casi todo, y decidí que mejor seguía estudiando lenguas romances no más. Pero como ahora me sobra tiempo y como en algún momento tendré que volver a trabajar y como me defiendo en las otras dos lenguas oficiales, pues dije vamos con el alemán que tan difícil no puede ser. Sobre esto último todavía no puedo dar fe, aunque ya la escritura se me hace bien yuca y la pronunciación me ha costado un buen papelón. Pero para variar estoy alucinada con la diversidad, qué será, étnica? de mi clase. Somos siete, todas mujeres: dos brasileñas, bien chibolas, una canadiense, tipo cincuentaipocos, una española, en los treinta, una francesa, de veintialgo, y la novedad: una macedoniana. Macedonina? macedoniense? bueno, originaria de Macedonia.
Yo pensé que tenía algo que ver con Alejandro Magno, Grecia y todo eso, pero no, es una ex república yugoslava que se independizó en 1991, y cuyo nombre oficial es Antigua república yugoslava de Macedonia (ARYM), porque los griegos dicen que la denominación de Macedonia, a secas, es un símbolo helénico. De hecho, Grecia les impuso un bloqueo comercial hasta que cambiaron de nombre, de bandera y hasta de constitución. Capital: Skopje. Y contra todo pronóstico no fue difícil encontrar una celebridad paisana de mi compañera de curso: la madre Teresa de Calcuta, qué tal (de verdad, yo pensaba que era de Calculta, un roche). Los idiomas oficiales son el búlgaro y el albanés, y encima tienen otro alfabeto. Por eso me he quedado pegada con esta chica, que debe tener 22 o por ahí, habla muy bien francés, y ya está aprendiendo alemán, de lo más normal. No sé desde cuándo vive en Suiza, pero ya me enteraré de más detalles. O sea, no sé nada de su país, salvo por lo que dice la Wikipedia, ni platos típicos, ni historia reciente, ni michi. Espero atreverme a preguntarle algo uno de estos días, y espero hacerlo con el tacto suficiente para no quedar como una ignorante total ni una chismosa desconsiderada.
En el otro extremo, las brasileñas están en la luna, las pobres (aunque siempre es un alivio que alguien sea peor alumno que tú). Una de ellas llegó a Suiza hace tres meses, no habla francés y padece con cada palabra del alemán. Pero es super buena gente, y yo aprovecho para practicar un poquito de portuñol. Mientras no me hable de fútbol, tudo bem.

Fruta prohibida

Cambias de país y, jua, te conviertes en un consumidor de productos exóticos. Mi exotismo consiste en una palta a la semana, un plátano para freír cada quince días y dos granadillas al mes. Parece muy austero, y lo es pero solo en términos calóricos porque si pasas a hacer cuentas se convierte en un verdadero derroche. Cada uno de estos prductos cuesta, por unidad, 2,5 francos suizos, o sea cinco solazos. Diez soles por dos granadillas!!! será por eso que me las como con más gusto, y que me banco la cara de desconcierto que necesariamente ponen las cajeras del supermercado cada vez que se topan con esta rareza de fruta (y de cliente tal vez). Primero, como es un producto poco tradicional, su nombre no figura en el sistema digital de registro. Así que las chicas tienen que acudir a una hojita toda garabateada donde les han anotado los códigos de las excentricidades. Luego, no saben cómo se llama, así que no tienen idea de cómo buscar. Al parecer, la granadilla no tiene traducción en francés, simplemente la pronuncian en francés: Genadila. Enseguida vienen las preguntas de rigor, que si es rico (bueno, sí, crees que voy a desbancarme para comer algo feo?), que a qué sabe (a ver, tú explícame a qué sabe la choucroutte y luego yo te explico), de dónde viene (eso está indicado en tu hoja mamacita, pero en fin, de Colombia, aunque también la producimos en mi país por si acaso) y de dónde vengo yo (a ver adivina, no México no, Bolivia tampoco, nada? de Perú, y la respuesta casi clásica: ah!!! yo admiro la cultura maya) Todo con muchas sonrisas y buena onda, por supuesto. Solo que, francamente, es una granadilla!! Magtán no entra en vainas: a la primera responde que es horrible, que parece moco y que es la última vez que la compramos. Así salimos más rápido y la gente de la cola no nos mira tan feo.

dimanche 8 juillet 2007

Sí nos ganan

Mi suegro me comenta entusiasmado que hoy juega Perú contra Argentina. Le respondo que no, que hoy pierde Perú contra Argentina. Me dice que entonces los jugadores peruanos deben ser tan malos como los suizos. Le digo que al menos Suiza clasificó para el mundial de Alemania, mientras que Perú no la ve hace cuchucientos años. Me contesta que de qué sirve clasificar para un mundial, si te descalifican al toque. Sí pues, le digo. No es que a mi suegro le guste mucho el fútbol, de hecho mientras se desarrollaba este diálogo él tenía un ojo puesto en el partido que Federer iba a terminar ganando en Wimbledon. En realidad, solo estaba tratando de ser amable, de buscarme conversación. Hubiera sido mejor explicarle que a mí sí me gusta el fútbol, pero que me he prometido no volver a hacerme ilusiones con el equipo peruano hasta que se lo merezca. Pero me quedé callada no más, para no distraerlo de las últimas jugadas de su compatriota y para no tener que verme en el delicado trance de explicarle la diferencia entre fútbol y julbo. También hubiera podido pedirle, s'il te plaît Arthur, que mejor no volvamos a mencionar el tema del fútbol peruano, que cualquier otra cosita, encantada; pero él ya estaba concentrado en el match-point. Y, sin embargo, he trasnochado esperando que cuelguen el resultado en internet. A veces me doy una cólera ...

Sale caliente

Cuando trabajaba en PC World pasé serios aprietos tratando de dilucidar cuándo convenía respetar los términos del inglés, que proliferan en el lenguaje informático, y cuándo debía castellanizarlos o simplemente traducirlos. Mi mayor problema consistía en transformar los artículos que nos enviaba la franquicia de la revista, con sede en España, de manera que sonaran a peruano, que fueran legibles para el público objetivo (qué ganas de poner target) y que conservaran su rigor técnico. Usar mouse en lugar de ratón me parecía lógico porque, aunque Cervantes me excomulgue, era la forma más difundida en el Perú pero ya no me quedaba tan claro cuando tenía que elegir entre vídeo o video, por mencionar solo algunas de las reflexiones en las que solía refugiarme para evadirme un poco de la aridez tecnológica de aquellos textos. Esto ocurrió hace más de diez años, cuando las computadoras todavía estaban rodeadas de un cierto misterio. Ha pasado el tiempo pero yo me he quedado con varias dudas y con una curiosidad casi patológica por los extranjerismos o barbarismos o ustedes me entienden. Pues bien, me equivoqué cuando creí que mudándome a otra jurisdicción idiomática iba a conjurar esa obsesión.
Resulta que por acá estamos en plena temporada de descuentos. Cambio de estación obliga, las tiendas rematan todo y los centros comerciales parecen una escenificación de los sanfermines. Eso se llama en francés Soldes, Saldi en italiano, que también es un idioma reconocido por la Comunidad Helvética y todo hay que traducirlo. Hasta ahí, normal. Pero en realidad la CH es mayoritariamente suisse-allemanique, o sea que en buena parte de los cantones se habla el schwyzertütsch, un dialecto derivado del alemán que los propios alemanes de Alemania no entienden pero que es lengua oficial y, faltaba más, también tiene un equivalente para los dichosos remates: Soldenverkauf. Sí pues, como que mucha letra para una idea tan simple, o al menos eso es lo que han pensado los encargados de marketing (no, no me sale mercadeo, aunque quizá sería mejor escribir márketing) de algunas compañías locales que decidieron ahorrarse tinta en impresión y zanjar con un muy globalizado Sale para todo el mundo en afiches, bolsas y publicidad.
Nadie se ha hecho bolas entre los hablantes de italiano ni de suizo-alemán, pero las autoridades romandes o francófonas (o debería decir francoparlantes? o francohablantes?) no solo han protestado por lo que consideran la incorporación innecesaria de un anglicismo, sino que además han hecho notar algo que de obvio ya parece una broma de mal gusto. En francés, la palabra Sale significa Sucio(a) y encima tiene connotaciones negativas cuando se usa figurativamente. O sea, si alguien tiene un sale caractére, significa que tiene un genio de mierda (o ya, mal genio, para no exagerar); y por estos días todos se quejan del sale temps, o sea del clima espantoso que nos viene ofreciendo el recién estrenado verano.
En general, las objeciones han sido formuladas con un encomiable sentido del humor, tipo "no me gustaría que mi esposa se compre un calzón con una visible etiqueta de 'sale'" porque, obviamente, nadie piensa que se está llevando un calzón sucio cuando compra su ropa interior rebajada a setenta por ciento. Pero el diario Le Matin le ha dedicado una portada a esta tema en la edición del fin de semana, y anuncia que los responsables del sale coup se han comprometido a corregir el estropicio semántico sin importar cuánto les cueste la gracia.
Todo esto, entre otras cosas, porque mañana comienzo mis clases de alemán. Claro que estuve tentada de inscribirme en el curso de principiantes, nivel -1, de schwyzertütsch pero primero tengo que tener nociones del alemán de Alemania para luego poder desbaratarlo de acuerdo a la impracticable pronunciación y los caprichos gramaticales de este dialecto que encima se habla distinto en cada cantón. Como si no tuviera suficiente con los helvetismos que he tenido que asimilar a paso ligero luego de tantos años de pulir mi francés castizo de Francia en la Alianza Francesa, solo uno, para los afanosos: a partir del número setenta hasta el noventainueve, en francés hablas como si hicieras operaciones matemáticas: soixante-dix, o sea sesenta (y) diez, significa setenta; quatre-vingt six, o sea cuatro veintes (y) seis significa ochentaiseis, quatre-vingt dix neuf, o sea cuatro veintes (y) diecinueve significa noventainueve, etc.; y créanme que no es fácil interiorizar esa forma de contar (a propósito, sospecho que he escrito pésimo los números en español, pero eso es algo que tampoco nunca logré aprender). Cuando finalmente ya la tenía bajo control, llegué a Suiza para darme con la grata aunque tardía sorpresa de que acá setenta es septante, ochenta es huitante, noventa es nonante y así sucesivamente, casi casi como en cristiano. Ahora, tendrían que verme pasar interminables segundos mentalmente entre la forma aprendida y la que recién estoy adquiriendo mientras mi interlocutor empieza a sospechar que padezco algún trastorno (no, nada de handicap) neurólogico. Supaipawawa, francamente.

samedi 30 juin 2007

Champignones, caserita



Cuando hoy por la mañana Martin regresó de su habitual paseo sabatino con una bolsa llena de chanterelles, lamenté por primera vez mi incapacidad de levantarme temprano los fines de semana, y en realidad casi cualquier día del año. No sé cuántas veces he oído hablar de las dichosas chanterelles en los últimos meses, incluso he probado varias salsas preparadas en base a este cotizado tipo de champignones y sé que encontrarlos es casi un regalo del destino. Para colmo de buena suerte, hoy es el último día del mes en que se puede recoger champignones, luego habrá que esperar hasta mediados de julio, y para entonces seguramente los bichos del bosque ya habrían dado buena cuenta del suculento festín.
Así que me quedé con las ganas de cosechar mis primeras chanterelles. Pero como ya estamos en temporada y ha estado lloviendo generosamente, Martin quiso consolarme con un paseo por la tarde, con la sola promesa de enseñarme algunos de los lugares donde quizá algún día volveríamos a encontrar esa u otras variedades de champignones. Eso y hacerme quemar bastantes calorías, sospecho, porque no podía haber escogido rincones más escarpados. Solo que, voilá, hemos juntado dos bolsas, cada una de casi un kilo, correspondientes a sendos points caletísimas que parecían estar esperando por algún alma caritativa que los desembarazara de tanta chanterelle.
Por supuesto, hay que tener ojo, y si yo iba sola de hecho hubiera tirado la toalla al toque porque habrían tenido que ver todo lo que hemos trepado. Bueno, si iba sola, lo más probable es que me hubiera distraído en el shopping que queda a medio camino.
La mayor parte del tesoro será para mi cuñada, otra porción para mis suegros y el resto para nosotros, porque no hay manera de que consumamos tantas chanterelles en lo que queda de la década teniendo en cuenta que veinte gramos -o sea tres o cuatro unidades- bastan y sobran para darle sabor a cualquier cosa que cocines; además de que todavía nos quedan varios frascos llenos de todo lo que Martin ha recogido en años anteriores.
Yo debo confesar que pese a toda la propaganda de mi familia política no he logrado aficionarme al gustito de los champignones, pero en cambio sí comparto la emoción de la búsqueda y todavía me sorprende ese profundo conocimiento de la naturaleza que les permite a los Hamel distinguir una morille, un bolet, una cèpe, una chanterelle o cualquier otra especie entre la alfombra de hojas secas, ramas superpuestas, troncos atravesados e insectos que es lo único que yo soy capaz de ver en un bosque. Una lástima no más que los amigos estén demasiado lejos como para compartir con ellos este incipiente hobbie.

Fotos: Intrépido monsieur Hamel se lanza en pos de un esquivo grupo de chanterelles con la tranquilidad de que cincuenta metros más abajo hay un acogedor lago para amortiguar una eventual caída. Derecha: Tabaco y champignones, los inconfesables vicios de mi cónyuge.

lundi 25 juin 2007

Liberen a Piero!!


Para quienes no lo conozcan, Piero Quijano es un reconocido artista plástico, agudo ilustrador periodístico y mejor amigo. Gracias a su cachaciento lápiz, además, la columna Monólogos de la Bajita que publico cada sábado en la revista Somos, se hace más entretenida e incluso adquiere impensables significados.
Piero también ilustra artículos y columnas en el diario Peru21 y otros medios. La semana pasada se iba a inaugurar en la Casa Museo Mariátegui una muestra que recoge sus trabajos publicados desde 1990, una inmejorable oportunidad para apreciar su agudo sentido del humor y su mirada crítica a la sociedad. Lamentablemente, antes de la inauguración, el INC, argumentando presiones del ejército, decidió retirar uno de los dibujos, que a su vez era el afiche promocional de la exposición. Luego, hicieron lo propio con otras dos obras. Más allá de la inadmisible intromisión de las Fuerzas Armadas, resulta delirante el hecho de que todos los dibujos han circulado previamente en diversas publicaciones. La exposición, según tengo entendido, será cancelada. Una lástima por el público, un abuso que deja muy mal a nuestras autoridades y una injusticia contra el artista. Mi solidaridad con él y, para la gente que que se verá privada de esta notable antología, cuelgo el afiche de la polémica.

vendredi 15 juin 2007

Rayos, truenos & centellas

Anoche me despertó una tormenta. O sea el truenazo que siguió al relampagazo. Yo no sé si es una reacción natural, tipo instinto de conservación, o si más bien es un rasgo típico de quien ha vivido toda su vida en zona sísmica, pero para mí el bramido de la naturaleza siempre significa peligro. O sea, si natura suena es porque piedras trae, o huayco, o derrumbe o un edificio que te va a caer encima como no te pongas a buen recaudo ipso facto. El hecho es que el trueno reventó y, aun antes de recuperar la conciencia, yo ya estaba casi de pie pensando "temblor", cuando el único movimiento telúrico que se ha registrado por acá en los últimos tiempos fue provocado por las excavaciones para una planta geotérmica o termodinámica, algo así.
Lo que siguió luego fue la misma sensación que me invade cuando voy en un avión que atraviesa una turbulencia feroz y todos roncan a sus anchas, menos yo. O sea, si no es un terremoto en tierra firme es la inminencia de una catástrofe aérea. Imposible relajarse. Pensar que si yo viviera, digamos en el Líbano, siempre sería una buena noticia comprobar que las ráfagas deslumbrantets y el estruendo son solo una tormentita y no un bombardeo. Claro que si, en cambio, yo fuera un cazador-recolector nómade, apenas acostumbrándose a caminar erguido, un despliegue de fuerzas naturales como este me llevaría necesariamente a concluir que se trata de una manifestación divina -de advertencia, castigo o buena señal-, algo como el que debe haber sido el origen remotísimo de las religiones.
En esas divagaciones ociosas andaba cuando Magtán se dignó a despertarse para decirme que no era nada, que me vaya acostumbrado, que disfrute el espectáculo. Ya lo quisiera ver en medio de un temblorcito en el centro de Lima.

jeudi 14 juin 2007

En estos seis meses ...

... me he dado cuenta que no extraño el arroz
... casi me he acostumbrado a sacarme los zapatos cuando entro a la casa de alguien
...he superado mis ataques de pánico por no tener famarcias en cada cuadra, ni bodega en la esquina, ni centros comerciales abiertos hasta las once de la noche
...casi he aprendido a descifrar los horarios de los buses
... no he tomado ni un solo taxi
...no me hecho manicure ni pedicure
...he logrado preparar comida comestible y algunos platos bastante aceptables
...he redescubierto el significado del crucero peatonal: los autos se detienen y tú pasas, no al revés
...he recibido solo cinco llamadas a mi celular
...me he mudado dos veces
...he comido más chocolate que en los últimos cinco años
...he visto más vacas que en toda mi vida anterior
...he visto un robo, en Lausana, dentro de un Starbucks
... he adquirido, a mi pesar, un cantarino acento suizo cuando hablo francés
...he dormido acompañada todas las noches, salvo por los cuatro días que pasé en Bruselas
...he dicho poquísimas lisuras en español y casi ninguna en francés
...me he emborrachado con clairette
...he engordado algunos kilos
...he perdido algunas arrugas
...no he encontrado zapatos de mi talla
...todavía no tengo ginecólogo
...no me he resfriado ni una sola vez
...conocí la nieve
...he llorado todo lo que no lloré antes de venir acá
...cambié de estado civil, de apellido y de firma
...empecé a planificar un embarazo
...he conocido a dos peruanos, uno de ellos me alegró un día bastante gris con su llamada telefónica
Parecen poca cosa seis meses, y sin embargo

mercredi 13 juin 2007

Hijo de Putina


Se parece a mi abuelita, Vera Putina. De hecho tienen casi la misma edad, 86 años, y las dos son risueñas y bailarinas aunque a veces los ojos se les llenan de lágrimas sin motivo aparente. Bueno, en el caso de Vera, esto suele ocurrir cuando se sienta frente a la minúscula tele de su minúscula casa de su minúsculo pueblito en Georgia, Rusia, y ve al que según ella es el hijo que dio en adopción hace casi cuarenta años.
Vera Putina afirma que es la madre de Vladimir Putin, presidente de Rusia, sucesor de Yeltsin, ex agente de la KGB. Ella y sus vecinos lo llaman Vova. Ella y sus vecinos están convencidos de que Georgia es cuna de grandes hombres. Stalin fue el primero.
Vera no quiere acordarse del nombre del padre de Vova porque la engañó: ella se enteró de que estaba casado luego de mudarse a un pueblito llamado Metechi para vivir con él y dar a luz a su hijo, Vova. Al poco tiempo de abandonarlo, Vera se casó y tuvo otros cinco hijos con un hombre que maltrataba mucho a Vova. Así que lo mandó a casa de los abuelos, y nunca más volvió a verlo porque una de sus hermanas lo entregó a unas enfermeras. Vova tenía diez años.
Un documental de Ineke Smits acompaña a Vera a reconstruir los sitios y los recuerdos, y la sigue en sus a veces tiernas a veces delirantes reflexiones. Está orgullosa de su Vova, saca las fotos y los parecidos saltan a la vista, recuerda que lo reconoció en 1999, cuando Putín apareció casi por primera vez en televisión a raíz de su nombramiento como Primer Ministro. Debe haber sido un excelente alumno, dice, porque los de la KGB solo reclutaban a los chicos más brillantes.
Los lugareños son un poco más reservados. Dicen que después de las primeras declaraciones públicas de Vera, vinieron agentes de la KGB para advertirles que no hablen con la prensa. También habrían amenazado a su ilustre vecina pero ella responde que es muy vieja para tener miedo, que solo quisiera que Vova la perdonara y, en una de esas, le mandara una postal.
La biografía oficial señala que Putin nació en San Petersburgo (ex Leningrado), hijo de un obrero y una mujer dedicada al hogar. Sus dos hermanos perdieron la vida durante los bombardeos nazis y él pasó sus años escolares entre centros de beneficencia y escuelas públicas. Sus padres murieron hace algunos años.

mardi 29 mai 2007

Bruselas es paja porque ...

... ahí vive Fiorella, mi hermana que estudia, trabaja, cocina rico y encima le cae simpatiquísima a todo el mundo. De hecho es simpatiquísima, y de hecho es lo máximo.
... cada vez que voy mi cuñado me hace unos tours mostros por el centro de la ciudad y mi sobrino está siempre a punto de ser más alto que yo
... esta vez, también vino mi querido Aldito, que me sigue cayendo muy bien pese a su terco empeño de no decir merci ni bonjour porque "tengo que imponer mi idioma", que es el español o sea también mi idioma y el de todos ustedes solo que él es el único que cree que decir palabras corteses en la lengua del país que visitas es alienarse o perder su identidad.
... los belgas han inventado un montón de cosas sabrosas que la mayoría le atribuye a otras naciones, como por ejemplo las papas fritas (por qué les dicen french fries?) y los wafles y no sé si la cerveza pero igual tienen tantas marcas y sabores de chela que si no la inventaron se merecen la mención honrosa.
... es una ciudad casi tan cosmopolita como París, solo que sin citadinos refunfuñones, y tan civilizada como mi querida Friburgo, pero con menos vacas.
... tiene un metro con una cantidad razonable de líneas y conexiones, no como el cafarnaúm de Nueva York, que también es muy paja ciertamente.
... desde julio, Easy Jet tendrá vuelos baratos Ginebra-Bruselas y podré ir y venir en hora y media en lugar de las cuatro que toma mi actual conexión avión-tren-avión
... acabo de pasar unos días ahí, y nada pues, siempre vuelvo con la sensación de que Bruselas es una ciudad muy paja.

vendredi 25 mai 2007

Autoridades fronterizas

El domingo pasado, a eso de las tres de la tarde, el ciudadano francés Gerard Valdenaire, de sesenta años, cruzò la frontera suiza junto a su esposa y un grupo de amantes de la caminata. A solo diez metros de la aduana de Roche dor, Valdenaire se desplomó y a los pocos minutos murió como consecuencia de un infarto fulminante. Ese fue el final de sus días y el comienzo de una odisea macondiana para su mujer y sus amigos.
Los primeros en llegar al lugar fueron los paramédicos de la ciudad más cercana; Porrentruy; que solo pudieron constatar el deceso porque está prohibido transportar cadáveres en una ambulancia. Antes de retirarse llamaron a un médico francés para que levantara el acta de defunción. Este último, a su vez, llamó sucesivamente a los bomberos y al Servicio de Asistencia Médica Urgente -Samu- para tratar de gestionar el traslado de los restos de Valdenaire pero en ambos casos le dijeron que esa función no les correspondía. A eso de las cinco de la tarde un vecino contactó a la la policía del pueblo cercano de Pont de Roide; Francia, pero ni bien llegaron los efectivos aclararon que lamentablemente no podían ocuparse del finado porque este se encontraba en territorio suizo.
Cuando ya empezaban a caer las primeras gotas del que sería uno de los más fuertes chubascos de esta temporada, otro de los vecinos llamò a un amigo suyo en la municipalidad y este consiguió que los policías aceptaran trasladar el cuerpo a una granja, ubicada a unos treinta metros del lugar donde había muerto el muerto, ya en tierra francesa. Mientras tanto; los policías franceses, que habían tratado infructuosamente de pasarle el bulto a la juridisdicción de Glere, optaron por llamar a sus colegas suizos para ver qué ondas. Pasadas las siete y media de la noche; los policías suizos se hicieron presentes pero explicaron que de ninguna forma podían aceptar la validez de un acta de defunción firmada por un médico francés. Media hora más tarde; un médico helveta levantó otra acta.
Resuelto el engorroso trámite legal, todavía hubo que salvar otro escollo. La carroza de la única funeraria de la zona no podía bajar por la trocha que lleva a la granja: 500 metros de pendiente carrozable, sola vía de acceso al lugar desde territorio helvético.
Finalmente, cerca de las diez de la noche, el que en vida fuera Gerard Valderaine comenzó a descansar en paz mientras lo acomodaban en la que sería su penúltima morada: la parte trasera de la 4x4 de un lugareño.

dimanche 13 mai 2007

Lost


Tanto trencito de aquí pa'llá, tenía que ocurrir alguna vez. Y solo por un antojo de tortilla española. Todo estaba fríamente calculado. Yo tomaba el tren de las 14:47, llegaba a Friburgo a las 14:58; caminaba dos cuadras hasta el centro comercial donde está el supermercado, compraba mis cebollas y mis papas, un chupetín y una revista de chismes para el camino y me sentaba a tomarme un cafecito haciendo hora hasta las 16:38, cuando salía mi tren de regreso. Pues bien, a las 16:24 estaba en el andén 2 limpiándome las migas de croissant que tenía por toda la ropa, cuando de pronto el altavoz anunció que en esos precisos instantes ingresaba al andén 2 el tren interregional, que salía en dos minutos con destino a Romont, o sea digamos el paradero final del tren que suelo tomar para ir a mi barrio de Rosé, que es tan chiquito que a veces ni lo mencionan en los trayectos ferroviarios.
Convencida como nunca de que había tomado una excelente decisión al venirme a este país donde los trenes no solo son puntuales sino que salen con diez minutos de anticipación, me trepé no más. Y no paré hasta Romont. Vi pasar mi estación, mi casa, a mis vecinos y seguí de frente. "Interregional no es lo mismo que intercity", me explicaría después Magtán. O sea, después de casi dos horas de dar vueltas en trenes y estaciones que nunca había pisado porque en Romont me compré al toque un boleto para el tren que salía en tres minutos hacia Rosé solo que lo tomé en otro andén, así que agarré la dirección exactamente opuesta. Mi nuevo destino era Bulle, a 45 minutos. En el camino había varias estaciones, pero tenías que tocar un timbre si querías bajar porque estos sitios son tan caletas que no justifican una parada fija. Qué iba a hacer yo ahí, sin ventanilla de boletos, ni teléfono público -a esas alturas ya quería llamar a Magtán pero, como tenía que ocurrir también, mi celu estaba sin batería- ni perro que me ladre. Solo varias vaquitas pastando al costadito de los rieles.
Bulle es una ciudad relativamente grande, no una metrópoli pero hay más cemento que pasto que ya es bastante decir. Desde ahí pude llamar a Magtán y decirle que ya me había comprado mi boleto a Rosé ("qué haces en Bulle?????"), que me habían explicado minuciosamente qué tren tomar ("si estás muy desorientada, en una hora y media puedo pasar por ti") y en qué andén hacerlo ("cómo pudiste equivocarte en la estación de Romont que es tan chiquita???"), que llegaba en una horita ("pero entonces mejor espérame y saliendo del trabajo voy para allá") y que como él iba a estar en casa antes que yo, se cocinara algo porque la tortilla de papa ya mucha chamba y a mí se me había pasado el apetito ("ni loca, yo me regreso sola, aunque tenga que hacer escala en Zürich").
Solamente tenía que cambiar de tren en Romont, de nuevo. Pero amenazaba con llover, los paneles estaban muy lejos y no había supervisores que me indiquen que por razones de mantenimiento habían cambiado de andenes ... y no, no me volví a equivocar, pero casi. Había unos alemanes igual de perdidos que yo, solo que ellos, más moscas, leyeron los cartelitos que con letras enormes advertían sobre el cambio y yo, no tan reblandecida pese a todo, los seguí como ovejita
Llegué agotada y de pésimo humor. La sonrisa preocupada-cachosa-condescendiente de Magtán tampoco fue de gran ayuda. Me ha costado varios días reconciliarme con el que se había convertido en mi medio de transporte favorito. Pero ya no es lo mismo: lo miro con desconfianza, verifico diez veces el horario, el andén, las estaciones, el apellido del maquinista, no puedo concentrame en mis lecturas edificantes por temor de aparecer en alguna remota estación de los Alpes. Incluso he llegado a pensar que a lo mejor sí tengo que sacar el permiso de conducir. O por lo menos empezar a tratar de desentrañar el misterioso horario de bus que tengo en mi mesa de noche. Fue bonito mientras duró, mon cher train. C'est fini.

mardi 8 mai 2007

Pajaritos a volar

La musiquita la saqué al toque, pero se me hizo imposible comprender la letra. Y como Magtán se negó rotundamente a cantarme "La danse des canards" (El baile de los patos), o sea "Pajaritos a bailar", no me quedó otra que averiguar por mi cuenta. Según Wikipedia, la canción se hizo popular en los años 50 gracias al suizo Werner Thomas, con el título Der Vogerltanz, pero fue en los ochenta que volvió a sonar en una versión de J.J Lionel, ya con coreografía y todo. Debe ser por esa época que yo, todavía en la cuna of course, la escuché y la bailé al ritmo de Parchís. Este es un fragmento de la letra en francés (aunque también hay una variante titulada "La danse des Poussins" o El baile de los pollitos):
C'est la danse des canards / Qui en sortant de la mare / Se secouent le bas des reins / Et font coin-coin / Fait's comme les petits canards / Et pour que tout l'monde se marre / Remuez le popotin / En f'sant coin-coin / À présent claquez du bec / En secouant vos plumes avec / Avec beaucoup plus d'entrain / Et des coin-coin / Allez mettez-en un coup /Maintenant pliez les g'noux / Redressez-vous…
Y estas son las versiones en otros idiomas:
En este trance también he encontrado la letra de "Riz au Lait", o sea "Arroz con leche me quiero casar" en francés y la versión completa de "Mambrú se fue a la guerra" (Mambrou est parti à la guerre) con un final trágico que nunca escuché en mis rondas infantiles:

Mambrú se ha muerto en guerra
Chivirín chivirín chin chin
Mambrú se ha muerto en guerra
Lo llevan a enterrar
Aja ja aja ja
Lo llevan a enterrar

Con cuatro oficiales
Chivirín chivirín chin chin
Y un cura sacristán
Aja ja aja ja
Y un cura sacristán

Arriba de su tumba
Chivirín chivirín chin chin
Arriba de su tumba
Un pajarillo va
Aja ja aja ja
Un pajarillo va

Ya me las olía yo que esta historia de Mambrú no podía terminar bien, primero venía para Pascuas, luego para Navidad y al final nos dejaban en ascuas.

dimanche 6 mai 2007

Voilà Cantona


Al igual que el 22 de abril pasado, día de la primera vuelta electoral francesa, hoy, minutos antes de que se anuncien los resultados de la segunda vuelta, El Rey dirigirá un mensaje a través de TF1. Si pues, Francia es una república pero el ex futbolista Eric Cantona sigue siendo The King y esta noche, ataviado como un monarca de los viejos tiempos, protagonizará un spot publicitario para una cadena de casinos.
Alejado prontamente del fútbol francés debido a su explosivo carácter, Cantona migró a Inglaterra para jugar por el Leeds United. A los pocos meses ya celebraba con su nuevo equipo su primer título de campeón y acuñaba la que sería la primera de sus "frases célebres": I love you, I don't know why, but I love you. Pero fue con la camiseta del Manchester que se convirtió en Eric The King: cuatro veces campeón de la liga inglesa. Su temperamento, sin embargo, volvió a ponerlo en off side en 1995, cuando le propinó una patada voladora a un espectador que lo había insultado.
Dos años después, el marsellés -paisano de Zidane- colgó los chimpunes e inició una "carrera" publicitaria que se caracterizaría por los guiños a su personaje futbolístico: en un comercial de Nike, aparecía su foto y un lacónico mensaje "1966 fue un gran año para el fútbol inglés, nació Eric Cantona", claro que también fue en esa fecha que los ingleses ganaron el mundial. En otro spot, esta vez para una línea femenina de máquinas de afeitar, Cantona se mete a la ducha con un gorro rosado luego de tomar prestada la maquinita de su esposa. Además de sus jugosos contratos publicitarios, Cantona se ha dedicado a promover el fútbol playa (en 2005, el equipo francés ganó el campeonanto mundial de esta disciplina con Cantona como entrenador) y ha participado en varias películas (L'outremangeur, La vie est à nous, Les enfants du marais). En 2001 fue elegido jugador del siglo por los seguidores del Manchester United y en 2005 una encuesta lo consagró como el mejor jugador de la historia de la Premier League.
Yo no sé mucho de fútbol, pero me gustan los buenos partidos, las finales emocionantes y las personalidades originales. Hace tiempo he renunciado a hacerme ilusiones cuando juega Perú, y ya no hincho por ningún equipo nacional, pero me caen bien algunos futbolistas. No soporto a Maradona, le tengo simpatía a Pelé, me reconcilié con Zidane después del cabezazo y ya estoy harta de la familia Beckham, así de subjetivos son mis criterios futboleros. En esa misma línea, no me pierdo una de las ocurrencias de Cantona, como esta parodia de Superbowl que le echará un poco de leña a una pugna electoral cuyo ganador ya está casi cantado (todo indica que se la lleva Sarkozy). I love Cantona, I don't know why, but I love him.

mardi 1 mai 2007

Los niños cantores

Hoy es 1º de mayo, día laborable en casi todos los cantones suizos, con la sola excepción de Jura si no me equivoco. Al igual que los impuestos, la currícula escolar y el sistema de recojo de basura; los feriados cambian de cantón en cantón. Por ejemplo, como Fribourg es un cantón católico, nos toca feriado la próxima semana por Pentecostés (no me acuerdo qué día es, el 8 creo), mientras que los cantones suizo-alemanes tendrán que chambear porque son protestantes. Tengo la impresión de que los cantones católicos tienen más feriados que el resto, pero no podría asegurarlo.
Sin embargo, hoy, día del Trabajo y cumpleaños de mi viejo, no es feriado. En cambio, la tradición dicta -ya averiguaré por qué- que cada 1º de mayo, los niños vayan de casa en casa ofreciendo canciones a cambio de monedas o golosinas.
Son las 11 de la mañana y ya he recibido a un dúo mixto (foto superior), un trío femenino (foto inferior) y uno masculino, un dúo de hombres y dos solistas (en la foto de abajo, una de ellas espera su turno después del trío). La mayoría canta pésimo y acelera hacia el final de la canción de la pura curiosidad por ver qué les vas a dar, pero todos se te presentan muy seriecitos, te saludan de lo más educados y te preguntan "on peut chanter?".
Aún no es mediodía, ya me estoy quedando sin sencillo, en la casa solo tengo unos chocolates que vencieron hace meses y no pienso arriesgarme a una denuncia por intoxicar criaturas. Mejor saco a pasear a Zambi, que todavía no entiende a qué viene este desfile de pollitos y gallos.

samedi 28 avril 2007

Citadina por naturaleza







Si alguna vez caen por la casa de mis suegros, no se olviden de llevar zapatillas y buzo. La caminata es una institución familiar que, dependiendo de las condiciones del clima, puede tener lugar hasta tres veces al día, o sea después de cada comida. El trayecto suele variar pero necesariamente el punto de partida es el bosque que se abre al final del jardín de los Hamel y te lleva por una empinada pendiente hasta un campo abierto donde se alternan cultivos de maíz, trigo, arvejitas y otros. Una vez ahí, puedes enrumbar hacia "les chevaux", un establo de caballos que hace las delicias de mis sobrinas, les champignons (un point particularmente prolífico en época de champignones), "les rénards", un refugio de zorros, o "les dinos", que fue el lugar de juego de mi esposo y sus hermanos hasta que hace unos anhos se descubrieron ahí huellas de dinosaurios.
Y como estamos en abril pero parece junio -el Sol revienta a las siete de la manhana y no se oculta hasta casi las nueve de la noche-, nos hemos hecho acreedores al tour completo. Empezamos por los champignones, casi sin esperanza de encontrar algo porque hace muchos días que no llueve. De todas maneras, nada impide adentrarse en el segundo bosque, después de los terrenos de cultivo, para constatar los descalabros del cambio climático: hay flores de verano por todas partes y los árboles y los arbustos están prenhados de frutos a punto de marchitarse si no reciben un poco de lluvia. Por supuesto, yo no soy precisamente la primera en percibir estas senhales meteorológicas. De hecho, me cuesta trabajo seguir las reflexiones que mis nuevos parientes comparten a cada paso, por ejemplo: "los pájaros no dejaron de cantar este invierno" (léase: como la temperatura nunca bajó lo suficiente, las aves no necesitaron irse a buscar alimento por otros lados) o "solo hemos recogido nueces chiquitas" (el clima demasiado templado las hizo madurar antes de alcanzar su tamanho normal).
A diferencia de ellos, que se pasean por el bosque para relajarse, yo me pongo en guardia cada vez que entramos a la zona donde no pasan los rayos del sol. Como ente urbano que aún soy, estoy acostumbrada a caminar mirando hacia arriba, como quien busca el nombre de una calle o una referencia conocida. En consecuencia, me pesco todos los huecos, me tropiezo con cada tronco torcido y me pierdo todos los rastros de vida salvaje: los montículos de tierra que dejan los topos al cavar sus guaridas; los cúmulos de hojas y paja que indican que un ciervo ha pasado la noche en el lugar y, por supuesto, los muy variados excrementos de las diferentes especies. Por suerte, las madrigueras de los zorros no son tan caletas: hacen huecos profundos, con salidas impensables y ramificaciones dignas de un ingeniero. Lo sé porque he metido la pata en varios, y porque a los perros les encanta olisquearlos con la ilusa expectativa de encontrar algo o alguien.
Al salir del bosque, debidamente magullada, tengo que acelerar el paso para alcanzar al resto, que generalmente ha llegado hace rato a una zona protegida con cinta roja y una senhal de "prohibido pasar". Probablemente la advertencia significa algo para cualquier caminante desprevenido que se dé una vuelta por este rincón de Courtedoux, pero para los Hamel apenas es un adorno. A pocos metros de acá nacio mi suegro, unos metros más allá construyó la casa donde aún hoy vive, aquí descubrió Magtán su afición por colecciomar fósiles marinos -sí, hace millones de anhos había mar en Suiza- y fue en los alrededores que él y mi cunhado adquirieron esa pasión por la naturaleza que los llevó a estudiar Geología y Biología. Esta es su chacra si quieren. Los invasores son los equipos de excavación que llegaron hace unos siete anhos para iniciar los trabajos de la carretera transjurasienne, la misma que se ha visto reitradamente modificada y postergada debido a los hallazgos prehistóricos.
Mi suegro encuentra especial placer en mostrarnos las nuevas huellas, todas minuciosamente protegidas y marcadas por los especialistas que se aduenhan de su bosque durante la semana. Una pisada de dinosaurio puede ser decepcionante si te esperas algo parecido a lo que has visto en las películas. Un desnivel ovoidal es una huella de dinosaurio. Un trazo irregular en el suelo es una huella de dinosaurio. Un conjunto de huequitos bajo tus pies es una huella de dinosaurio. Además de las huellas, hay conchitas o caracolitos fosilizados en los resquicios de las piedras, pero los más bonitos -aseguran ellos- son los que solían encontrar cuando nadie les ponía cercos en su tierra.
Hace dos días ha nacido un potrillo en el establo, que no pertenece a la familia pero da lo mismo porque acá todos se conocen y las puertas cerradas son casi una afrenta. Cuando llegamos a visitarlo, su todavía convalesciente mamá ni se inmuta de tan acostumbrada que está a la companhía humana. El resto de caballos ídem. El bebé descansa sobre la paja sin dignarse a hacer el menor esfuerzo para pararse sobre sus enclenques patas. Nadie parece especialmente perturbado por el potente hedor del lugar, ni por las moscas ni por el inminente riesgo de una coz. Solo yo me la pienso dos veces antes de acercarme, estiro el brazo cuan largo es y alejo el cuerpo lo más posible para apenas rozar con mis dedos la frente de los caballos, y en ese trance no puedo dejar de sentir que me miran con cierto desdén, "carinha bonito oye" parece que me dijeran. Las ninhas los llaman por su nombre, los abrazan, se dejan besar.
De regreso a casa, todos hacen un repentino silencio al llegar al jardín. Un geai -un pájaro de alas azules al que también llaman "el perro del bosque" porque pega de gritos para alertar a su clan cuando detecta la presencia del enemigo- ha venido a tomar agua casi hasta la puerta. "Debe tener mucha sed para haberse acercado tanto", léase: "hace demasiado calor para esta época del anho, la tierra está muy seca y no hay frutos ni agua en el bosque". Luego se acerca un cuervo, el enemigo declarado de los árboles frutales de mi suegra, pero nadie lo hará volar hoy porque mientras no haya lluvia habrá tregua para todo el mundo.
Magtán sabe que mis reflexiones climáticas se resumen a "el calor es paja" y "el frío es horrible", por eso no puede evitar un gesto de sorpresa cuando me escucha comentar muy seriamente: Ojalá que llueva. Es que no sé, tanta vida cerca de casa, dan ganas de ponerse verde aunque sea por un fin de semana.

En las fotos, de ariba pa'bajo: El primer bosque colinda con la casa de mis suegros (la pueden ver a mis espaldas)/ El potrillo suizo /Una huella de dinosaurio, lo juro por la sarita/ "Apúgate amog" es la consigna de Magtán cada vez que entramos al segundo bosque, el más grande, frondoso y lleno de obstáculos para esta servidora /Entrada a una madriguera de zorro en la que Zambi, como de costumbre, se enterró hasta el hocico por las puras.