lundi 28 juillet 2008

Manya, me escribió Alan

Hoy 28 de julio, día de la independencia del Perú llegó a mi buzón de correo, por una fina cortesía del consulado peruano en Ginebra, la siguiente misiva:

... y no sé qué responderle

mardi 1 juillet 2008

Buzos térmicos




No me gusta Cristiano Ronaldo. Uff qué alivio, ya lo dije. Muy bonito el chico pero, justamente, muy bonito. Y por más que busqué, esta vez no encontré a alguien que mereciera llevarse la copa de EL churro del campeonato. No digo que no hubiera jugadores guapos, musculosos y bien despachables. Solamente que ninguno tenía ese je ne sais pas quoi que sí tenía Roberto Baggio, por ejemplo (sí, bien vieja mi referencia, pero nunca me pude recuperar de Roberto Baggio).
Cuando ya estaba a punto de renunciar a mi casting habitual para dedicarme a apreciar puramente el espectáculo deportivo, alguna cámara se posó en la banca y bingo!!! Ahí estaban ellos: Van Basten, Donadoni, Low y Bilic, entrenadores de Holanda, Italia, Alemania y Croacia, respectivamente.
Digamos que Van Basten solo confirmé lo que ya había constatado hace mucho tiempo: está buenazo, y con los años se ha puesto aun mejor. Donadoni no es muy mi tipo, pero me gustan su cabello, ondulado y canoso (qué buena combinación), y su pinta de galán otoñal. Mis favoritos eran Joachim y Slaven. Chancadito como estaba y todo, el croata tenía lo que acá llaman una actitud "rock and roll", o sea parece el patita con el que te la pegas a morir y que no te inspira nadita de confianza pero siempre terminas atracándole, pura adrenalina. Sin embargo, yo me quedo con Joachim Low. Qué cueros están viniendo los DTs alemanes, oiga usté! Con Klismann mi flechazo es de larga data (no, Fiore, yo lo vi primero), desde las épocas en que jugaba con Rudy Völler (que hubiera podido gustarme si no fuera por su bigote) en la selección teutona, pero cuando se me apareció en el mundial del 2006, todo impecable aunque siempre pelucón, dando saltitos de felicidad como un crío, ya no pude más del embelesamiento. Y su sucesor va por ahí: casi muy metrosexual, pero con un gesto adusto archisexy y un justo toque de euforia, me encanta.
A propósito, qué les pasó a los españoles? Muy campeones y todo, pero yo no vi a nadie que me zumbara las hormonas, y ustedes?




jeudi 19 juin 2008

El último romántico?


Lo dijo mirando a la cámara, como quien avisa que está organizando una pollada a cinco lucas el tike. Lo dijo minutos, minutiiitos, después de que el equipo que dirigía fuera aparatosamente eliminado de la Eurocopa. Lo dijo, Raymond Domenech, estrenador de la selección francesa hasta el cierre de este post, le pidió matrimonio a su marinovia en vivo y en directo: Estelle, veut tu m'épouser? (Estelle, quieres casarte conmigo?).
El reportero no sabía qué hacer con esa exclusiva de pacotilla: lo que él quería era un mea culpa, una renuncia al aire, al menos una queja contra el árbitro, y a cambio recibió esta disparatada propuesta dirigida, por si fuera poco, hacia una de sus colegas: "Mi único proyecto es deposar a Estelle, y se lo pido hoy. Sé que es difícil pero es en estos momentos que uno necesita de todo el mundo y yo la necesito a ella".

Estelle Denis (32) es periodista, su especialidad son los deportes, hasta hace poco conducía el programa 100% Foot en la cadena M6, ahora está a cargo de 100% Mag, y tiene dos hijos con Domenech, el mayor de ellos nació, hace cuatro años, el mismo día en que el técnico asumió la dirección de los Bleues.

Han pasado 48 horas, y Estelle no dice ni pío. En cambio, la prensa oscila entre la cachita y la suspicacia: lo dijo para salir del paso? lo tenía planeado? si le ganaban a los italianos, hubiera hecho lo mismo? El hecho es que al desviar la atención mediática de su humillación pública a sus sueños personales, Domenech ha puesto la pelota en la cancha de su novia. Todas las miradas ahora apuntan a ella. Ojalá que no sea un autogol.

dimanche 15 juin 2008

Merci Köbi


"Köbi cumplió todos los objetivos que se había fijado, salvo por el último", reconocía la prensa suiza sobre el entrenador de su selección, quien esta noche colgó el buzo después de siete años de chamba (curiosidad: algún DT de la selección peruana se ha quedado tanto tiempo en el puesto?). Los hinchas y los medios le reconocen a Köbi Kuhn las clasificaciones a la Eurocopa 2004 y al mundial Alemania 2006 pero le reprochan su exceso de optimismo para esta Eurocopa. Esta, su última copa, fue especialmente dura para el técnico, de 65 años, pues pocos días antes de la inaguración su esposa fue internada de urgencia en un hospital local.

Eliminados y todo, la emoción se apoderó del estadio de Ginebra cuando el pitazo final marcó el único triunfo de la Nati, dos a cero contra a un Portugal ya clasificado, y los miembros del equipo desplegaron una banderola que decía "Merci Köbi".

Para lo que resta de la competición, las simpatías de los suizos están divididas entre Portugal y Holanda. Mientras que Portugal juega casi como en casa por la cantidad de migrantes lusos que viven en este país, Holanda se ha granjeado la admiración de la gente gracias a la destreza de sus jugadores y a la ubicua, infatigable y carismática presencia de su ola anaranjada. Los hinchas holandeses son alucinantes: se desplazan en mancha de estación en estación y por donde van reclutan nuevos fanáticos. Pese a lo que temían las autoridades, hasta ahora se han portado muy bien. Habrá que ver cómo reaccionan cuando pierda su equipo. Eso, si es que pierde. (Foto tomada de Siamsport)

vendredi 13 juin 2008

Austria salvó el pellejo

Qué suertudos!!!! Lástima por Polonia, que no le hubieran caído nada mal esos tres puntos.
La frase de Magtán para este día: "Ves? por lo menos fuimos los primeros en quedar eliminados, eso ya es algo".

A pedido del público (o sea de mi hermana y de Claudia)





Masacotas. Trix, Flix y Freak




En qué puedo servirle? El polo negro no es parte del uniforme, pero como el otoño recrudeció estas semanas (y no teníamos calefacción) yo me iba bien forrada, con mis leggins bajo las bermudas más. Al fondo, en la pantalla, la ficha de un tal Lukas Podolski, eso fue antes de que Croacia le ganara a Alemania y de que los Uefa nos dijeran que nos dejemos de estar jugando con las fichas de los futbolistas.







Welcome Desk. Nos turnábamos en los puestos: impresión de acreditaciones, que era lo que más me gustaba; trouble shooting desk, que era donde mandabas a los que no estaban en la base de datos, los que estaban pero con el nombre mal escrito, el número de pasaporte al revés, la nacionalidad inventada, etc. (aburrido, porque no podías resolver nada, solo avisar al coordinador e imprimir cuando te dijera que ya estaba resuelto, o decir que sorry pero su inscripción fue muy tardía, vuelva mañana o demás), y el welcome desk, este sitio se volvió importante con los días. primero solo te encargabas de entregarle a los periodistas una mochila y una guía para los medios de parte de la Uefa. luego tuvimos que aprender a dar indicaciones sobre rutas, línea de bus, horarios, restaurantes, primeros auxilios y demás. En la foto se puede apreciar dos de las cosas que más me vacilaron de esta experiencia: a) había voluntarios de todos los idiomas y todos los colores y b)una novedad para mí, cualquier cantidad de adultos mayores, los que no manyaban mucho de computadoras (que tampoco hacía tanta falta porque todo era bien mecánico) se dedicaban a otras cosas, pero todos full pilas. Ahí ven a Freddy, suizo, sesentaitantos; y a Stéphan, francés de origen africano, veintialgo, preparando las micas para las acreditaciones.



Squadra churra. En la puerta del centro de acreditaciones, Gianluca, italiano pero instalado en Suiza hace años.


mercredi 11 juin 2008

La alegría es solo portuguesa

Chesu, eliminaron a Suiza. Magtán se va a lamentar de haberse quedado dormido a mitad del segundo tiempo. Sin embargo, hay tono en el edificio: Portugal ganó de nuevo y es como si hubiera ganado el anfitrión. Tienes que comprender que en Suiza hay harrrrrrtos paisanos de Cristiano Ronaldo: representan casi un veinte por ciento de la población según escuché hace poco. Así que casi da la mismo que ya no jueguen los suizos, porque mientras continúen los "portós" la fiesta está grantizada. Hasta dónde llegará Austria?
Off topic: cuándo es el día del padre? acá no lo celebran y no quiero que se me pase sin saludar a mi viejo. yo estaba calculando que debía ser el 22 pero me ha entrado la duda, no será el 15? No, pues, es el TERCER domingo de junio, nosierto? Me pregunto y me contesto, chamare. Help!

Cotidianidades

Conforme avanzan los días tenemos menos trabajo. La mayoría de gente que por uno u otro motivo tiene que trabajar en el estadio ya ha recogido sus credenciales, de manera que últimamente solo recibimos procastinadores que llegan sin aliento al centro de acreditaciones unos minutos antes de que empiece su jornada laboral. O casos particulares como el de la empleada sudafricana de la Coca Cola que se acaba de dar cuenta que no ha traído su pasaporte y comienza a pensar que quizá no es que lo haya olvidado en el hotel sino que a lo mejor se lo han robado o se le ha perdido y entonces el problema ya no es que no podemos entregarle ni el saludo sin un documento de identidad sino que la pobre chica no sabe cómo va a hacer para regresar a su país porque encima no habla alemán ni francés y su vuelo parte en dos días. Le buscas el teléfono de su embajada, le haces la llamada desde tu celu, le imprimes un mapita de internet y le resaltas el punto donde debe quedar su consulado, le indicas el bus que debe tomar, le invitas un vasito de agua pa que se le pase el susto, y eso es todo lo que puedes hacer.
Pero también ocurre que como nuestro local es uno de los pocos a los que se puede acceder directamente desde la calle (o sea, no necesitas acreditación para entrar porque la idea es que ahí te dan tu acreditación) cae gente que quiere comprar entradas, protegerse de la lluvia o simplemente curiosear.
Este señor debería tener entre setenta y ochenta. Asomó la cabeza con un aire pícaro, y luego de unos segundos ya estaba sentado frente a mí. Señorita, qué hacen acá ah? Acá les entregamos las credenciales a las personas que tienen que venir al estadio. Ah, que bien, yo quiero una por favor. No señor, solo le puedo entregar una si usted trabaja acá y su empresa tiene que tramitarla con anticipación. Ah, ya, pero puedo ofrecerme como voluntario no? Claro, pero ya será para la próxima porque las inscripciones están cerradas. Bueno, qué lástima, muy amable de todas maneras.
Incluso lejos del estadio, en pleno centro de Ginebra, el uniforme hace que alguna gente se nos acerque a pedirnos información. Mientras esperaba el tram en la estación central, dos australianos se peleaban con la máquina de boletos. En realidad, son aparatos complicados, y a mí todavía me ocurre que me confundo y termino comprando todo al revés (sobre todo cuando mi hermana está a mi costado distrayéndome). Finalmente, uno de ellos agarró valor para preguntarme cómo coño podía para llegar al estadio para recoger, adivinen qué, sus acreditaciones porque trabajan para un auspiciador. Si no se pusieron a dar volantines de la felicidad fue porque justo pasaba nuestro tram y si lo perdíamos hubiéramos tenido que esperar un buen cuarto de hora por lo menos (ellos estaban perdidazos hace casi una hora).
En la puerta del centro comercial La Praille, que es donde suelo almorzar, me intercepta un grupo de hinchas con cabezas rapadas, botas negras, tatuajes y tufazo a trago. Con esas erres fuertes de los idiomas balcánicos me piden que les indique dónde comprar sus entradas. Les digo que dificulto que queden, pero que en todo caso no se venden entradas en el estadio. Que cómo que no las venden en el estadio, que dónde entonces. Les digo que no sé -de verdad no sé-, que busquen en internet. Con eso parecen quedarse tranquilos y me dejan continuar mi camino hacia mi almuerzo pero de pronto aceleran y vuelven a darme alcance: pero dónde en internet? qué dirección? Que no tengo idea, que les dije así por decir, en ebay, qué se yo. No están nadita contentos pero prefiero no quedarme a consolarlos.
Acá es la pantalla gigante?, nos pregunta otro sazonadísimo fanático cuando ya está por empezar uno de los partidos. Ha chequeado la pantallita plana, no gigante pero bastante decente, que nos han instalado en el local para que no caigamos en la tentación de tratar de meternos a las tribunas. No, señor, es más allá, mejor tome el bus. Pero y eso qué es? Es el televisor del centro, señor. Ah, puedo ver el partido acá entonces. No creo señor. Y por qué no, cuánto cuesta para ver el juego acá?
Felizmente tenemos chicos y chicas de seguridad muy amables y risueños. Dos de ellos acompañan al desorientado hasta la salida y se quedan conversando con él un rato.

dimanche 8 juin 2008

PoGOLski!!!

Después de que Lukas Podolski anotara su segundo gol en el partido Alemania-Polonia, los comentaristas de la tele suiza se preguntaban cómo se sentiría su padre, ex futbolista polaco. Difícil saberlo, pero de lo que no cabe duda es de que todo el equipo rival le estaba mandando saludos a la madre del guapachoso Poldi.
Dicen que el atacante del Bayern no celebró sus anotaciones, pero yo no puedo dar fe porque andaba haciendo zapping. Al final del encuentro, uno de los narradores recordó que este chico -acaba de cumplir 23 años- estuvo dispuesto a recuperar la nacionalidad polaca para poder integrar la selección del país en que nació (su familia se instaló en Alemania cuando él tenía dos años), pero nadie le dio bola.

samedi 7 juin 2008

Cuestión de estadio

Mi centro de labores, hasta la próxima semana no más, se llama Stade de Genève La Praille. Es un estadio nuevecito y más bien chico: fue inaugurado en abril de 2003 con un partido amistoso entre Suiza e Italia y tiene capacidad para treinta mil personas (la nostalgia me hace delirar o el estadio José Diaz es más grande?, otro sí: le dicen coloso de broma o así es su nombre oficial?). La Praille es el nombre del centro comercial adyacente que, junto con el hotel Ramada que queda al costadito, forma el complejo Stade de Genève-La Praille.
El sábado pasado, al final de la capacitación, nuestro jefe Uefa nos hizo un tour por todo el recinto: desde las tribunas hasta los vestuarios, pasando por la cancha. Eso sí, no podíamos pisar el grass porque estaban padeciendo para emparejar los colores (requisitos para la transmisión televisiva) pero me senté en la banca de suplentes y, obviamente, me olvidé de tomarme foto.
Los camerinos olían a recién pintado, de hecho los acababan de remozar. Nunca antes he estado en el vestuario de ningún estadio, pero por algún motivo este me parecía más bien modesto. O sea, todo muy espacioso, limpísimo (que es el estilo suizo) pero sin mayor cuchufay. Cuando ya estaba pensando que yo me había hecho injustificadas ideas de grandeza, alguien preguntó por el jacuzzi. No, acá no hay, le contestó nuestro guía. Entonces hay jacuzzi en otros vestuarios de otros estadios? Pues por los comentarios que escuché luego, parece que sí, y que no es nada del otro mundo además. No sé pero a mí me parece mucha gollería ya. Digo, terminas de jugar y te vas a tu casa pues no? o al hotel, al aeropuerto, whatever. Además, por lo menos hay 22 personas por vestuario, y si todos quieren meterse al jacuzzi? Guácala.
La cosa es que a mí me parece muy chévere mi centro de labores, y pueden darle una miradita la próxima semana si pescan en el cable el partido del miércoles 11 (República Checa-Portugal) o del domingo 15 (Turquía - República Checa).

En la luna

"Verdad que ayer te tocó Massimo Lorenzi?", es lo primero que me pregunta uno de mis coordinadores apenas piso el centro de acreditaciones. Quién?, le respondo, todavía amodorrada después de mi viaje en tren. "Lorenzi, el de la tele". Ajá, ya me tinkaba que ese señor tan grandote e impecable era una especie de celebridad, de hecho recuerdo su nombre porque no es usual recibir gente tan bien puestecita y perfumadita. Además, recogió una credencial de prensa, así que tan suspicaz tampoco había que ser. Pero de ahí a sospechar que tuviera frente a mí a una estrella de la televisión suisse-romande, pues francamente ni por aquí.
-"No lo conoces?", me repregunta incrédulo.
-Pues no, o sea sí, debo haberle visto la cara alguna vez, pero ayer con toda la gente que había no tuve tiempo para ubicarlo. Oye, y tú cómo sabes que yo lo acredité, si ayer no viniste?
-Me contó Valerie
Valerie es mi vecina de ventanilla, y aparentemente estaba cruzando los dedos para que Lorenzi, le toque a ella. Imagino que no es el primero y tampoco será el último famoso que me pase por delante sin que me dé cuenta. En principio, porque la mayoría probablemente provenga de otro país (tipo el Gustavo Barnechea de Noruega o , qué se yo, la Johanna San Miguel de República Checa), que fue lo que me pasó hoy por la mañana:
-"Te apuesto a que no sabes a quién le acabas de dar su acreditación", nuevamente mi coordinador
-Ni idea
-Thomas Helveg!!!
-...
-Helveg! uno de los más grandes jugadores daneses de la historia
-Manya, y todavía juega?
-No, si le acabas de dar una credencial de prensa
-Ya decía yo
-Creo que conduce un programa en su país
-Manya, haberlo sabido antes no?
En realidad no. De hecho, es la primera vez que uno de mis peores defectos -soy muy distraída- cobra ribetes de virtud: el manual del voluntario especifica puntualmente que debemos mantenernos discretos y respetuosos frente a las "personalidades" que crucemos durante nuestro trabajo: o sea, nada de autógrafos ni fotos. Ergo, estoy quedando reeeeegia sin querer queriendo.
Arriba: Massimo Lorenzi, o era Lorenzo Massimi? Abajo: El archifamoso Helveg

Manual de fiesta

Las autoridades helvéticas han anunciado que se mostrarán flexibles con los hinchas que quieran salir a festejar a las calles la victoria de sus equipos. Sin embargo, advierten que de todas maneras exigirán el cumplimiento de ciertas reglas, entre ellas:
-Solo se podrá tocar klaxon durante la primera hora que siga al fin del partido.
-Sigue estando prohibido sacar el cuerpo por la ventana del auto o subir al techo del mismo o a la capota.
-No se permitirá el uso banderas o banderolas con mástil en los vehículos.
-Los festejos en cada domicilio serán tolerados siempre y cuando ningún vecino exprese su disconformidad.
Qué tal?

Anti Nati

No le pregunten a mi esposo quién cree que va a ganar esta Eurocopa porque les va a responder que no le interesa. Eso, si está de buen humor, de lo contrario es muy probable que empiece a despotricar contra las obscenas cantidas de plata que ganan los futbolistas, el chauvinismo que se desata so pretexto de alentar a los equipos nacionales y el soterrado machismo de este deporte en particular. Por supuesto, lo que sí tiene bien claro Magtán es la terna de equipos que no solo no debe ganar sino que además debería ser eliminada lo antes posible, a saber: Portugal, Francia y, que lo perdone Dios, Suiza.
No es que tenga en contra de los portugueses. De hecho, nos llevamos muy bien con nuestros vecinos lusos del piso de arriba y del piso de abajo, del edificio del lado y del de más allá. En realidad, lo único que le preocupa de un eventual triunfo de Cristiano Ronaldo y Cía. es, literalmente, "que hacen mucho ruido". Cuando le hago notar que la selección de Scolari acaba de derrotar a los turcos y que, sin embargo, no se oye padre en los alrededores, él me hace notar que todos se han ido al estadio (aprovechando que jugaban en Ginebra, que es el estadio que nos queda más cerca).
En cuanto a Francia, pues nada, que es Francia, y que se van a poner aún más insoportables como se les ocurra campeonar. Finalmente, por qué Suiza? Pues porque los hinchas locales también harían mucho ruido en todo el país si la Nati consigue ganar alguito, porque -again- ya está harto de ver banderitas por todos lados y por algunos motivos más que ya no alcancé a retener porque Meirelles acababa de anotar el segundo gol.
Sospecho que en estos días se debe estar cumpliendo una de las peores pesadillas del bueno de mi marido: que la buena de su mujer se quede viendo fútbol mientras él trata de conciliar el sueño al otro lado de la cama.

vendredi 6 juin 2008

Mi Euro

En agosto del 2007, me conecté a internet y llené una ficha de la UEFA para postular como voluntaria a la Eurocopa 2008. En octubre recibí un mail para asistir a una entrevista en la sede de la UEFA en Nyon, cerca de Ginebra. Conversé con algún jefe de los voluntarios, me tomaron fotos y me hicieron probar ropa para tener registradas mis tallas. En marzo, cuando creí que había sido choteada en favor de alguno de los más de mil quinientos candidatos que se presentaron en esta zona de Suiza, me confirmaron que había sido seleccionada para el grupo de "acreditaciones" y me avisaron que tendría dos jornadas de capacitación, una a comienzos de mayo y otra a fines del mismo.
El domingo pasado comencé mi chamba como voluntaria en el estadio de Ginebra. No es nada espectacular pero te da la sensación de ser parte de algo importante. Tengo dos uniformes -turquesa con azul, y zapatillas incluidas-, una acreditación con acceso gratuito a los servicios de transporte público y bonos de 20 francos para almorzar.
Somos 25 gentes en mi equipo: varios suizos, una portuguesa, una tailandesa, dos italianos y esta peruana. Tres se me acercaron el primer día para hablarme de Perú: Laurence, suiza de unos sesentaialgo, había trabajado cinco años en la embajada de su país en Lima y "me fui porque si me quedaba un poquito más no me iba a ir nunca"; Pierre, un suizo-italiano, tiene un negocio de importación y trabaja con una empresa peruana que le vende un tipo de cuero muy fino, para hacer guantes, y queda en la avenida Alfonso Ugarte; Valerie quiere pasar tres semanas en el Perú el año próximo y me preguntó si conocía alguna agencia que organice tours personalizados.
Tenemos turnos de cuatro horas, durante las cuales recibimos a todo aquel que por cualquier motivo tenga que ingresar al estadio durante los días que se avecinan: desde el señor que desatora el baño hasta el periodista que cubrirá el evento. No, los futbolistas no van a venir, una lástima. Mi trabajo consiste en recibir a las personas que vienen a recoger sus acreditaciones al centro ad hoc que se ha instalado al lado del estadio, buscar sus nombres en la base de datos (hacer una búsqueda "compleja" en caso de no encontarlos a la primera y remitirlos a alguno de mis jefes si de todas maneras no aparecen), verificar que la foto corresponda a los criterios requeridos, caso contrario tomar la foto sobre el pucho con las camaritas que tenemos instaladas en cada computadora, imprimir el documento, hacer firmar el recibo e informarle a cada quien las especificaciones del tipo de acreditación que ha recibido: zonas de acceso autorizadas, requisitos a cumplir, días de validez, penalidad en caso de pérdida o robo (150 euros), etc.
"Farfán?", me pregunta un reportero holandés mientras esperamos que la impresora termine de vomitar su credencial. Me toma varios segundos comprender que me está hablando de Jefferson: con tanta gente hablando idiomas que no son los suyos tengo la impresión que nos comunicamos en una lengua intermedia en la que se combinan expresiones de todas las demás. "He's very good", agrega. Le digo que quizá en Europa pero que no tanto en Perú, se ríe, me dice que algo así ha leído. "Algerie?", se manda otro colega, esta vez turco. No es la primera vez que me pasa, parece que también tengo pinta de árabe o india. Cuando le respondo que soy peruana, me hace repetir tres veces el nombre de mi país y cuando finalmente capta la idea se me queda mirando como si yo fuera lo más exótico que ha visto en toda su vida. Quizá yo también haya mirado así a los africanos que han pasado por mi ventanilla en estos días, con esos apellidos tan musicales y larguísimos -una sola palabra pero llena de vocales-: primera vez que cruzo palabra con un etíope o con un zimbagwés.
Cuando le pido que verifique en la pantalla los datos que van a aparecer en su credencial, el jovencito casi adolescente de tez negrísima y ojos amarillos salta sobre su asiento: en el papel dice que él viene de Guinea-Bissau, et alors?, le pregunto, que él viene de Guinea no más, me responde y me disculpo por la ignorancia. No es el único: otro holandés, pelirrojo como el pájaro loco, resultó ser originario las Antillas Holandesas, y le dio un ataque de risa; cuando lo invité a pasar al "trouble shooting desk" para corregir ese detalle me pidió que no por favor, que le parecía un cague de risa y que se lo quería enseñar a sus amigos. Sin embargo, este tipo de errores son muy poco frecuentes, lo cual no deja de ser alucinante teniendo en cuenta la cantidad de datos que han entrado y salido de este sistema en los últimos meses: hasta el miércoles pasado habíamos emitido más de mil acreditaciones.
Qué cantidad de nombres que tienen los portugueses!!! no solo nombres de pila, sino también apellidos, el resultado es algo tipo Carlos Milton Mauro Da Conceicao Nascimento Andrade. La vaina a la hora de buscarlos es que pueden figurar con cualquiera de ellos, o con un apellido en lugar de un nombre, o cualquier combinación posible. Algo parecido ocurre con los turcos, no tanto porque tengan nombres largos sino porque el sistema no lee todas las vocales y acentos que utilizan, así que tienes que improvisar con lo que más se acerque al alfabeto occidental rogando que no hayan ingresado sus datos con errores de ortografía.
Los voluntarios hemos recibido un manual que incluye un glosario mínimo de frases cotidianas traducidas del francés al español, portugués, checo, turco e inglés. Intenté decir gracias y buenos días en turco y checo durante las primeras del primer día pero luego tiré la toalla, ahora solo pregunto: english? français? español? si me responden cualquier otra cosa dibujo la más amigable de mis sonrisas y empiezo a hacer señas.
Para llegar a Ginebra, tengo que tomar el tren y recorrer trayectos que pueden tardar entre una hora y pico hasta tres horas y algo, dependiendo de la conexión que pesque. Cuando me toca empezar a las ocho de la mañana, me voy en el tren de las 6:20 y aun sigo llego a las 8:25 al estadio. A lo largo del camino florecen las banderas en las ventanas de las casas y de los autos: ganan de lejos los de Portugal, les siguen los turcos y los checos empatan con los suizos que, pese a ser anfitriones, no terminan de entusiasmarse con el asunto. Razón no les falta tampoco. En general, campea la sensación de que si no fuera por la clasificación automática que le concede su condición de anfitriones, la Nati -como le llaman acá a la selección nacional- fácil que no pasaba. Yo creo que no es para tanto, pero no sé mucho de fútbol a decir verdad. Menos alentadora en todo caso es la situación de Austria, el otro anfitrión de esta Eurocopa: a pocas horas del pitazo inicial, reina la incertidumbre, los titulares no han sido confirmados y todavía está fresco el recuerdo de una petición que sacó roncha hace algunos meses: que los austriacos den un paso al costado para ceder su lugar a un equipo que sí mereciera disputar esta copa.
Después de casi una semana de chamba, estas son mis primeras conclusiones:
-El inglés está a punto de evaporarse de mi cerebro.
-Mi alemán todavía no me sirve para nada.
-Siempre hay formas de comunicarse con un portugués o un italiano.
-Si sueno cansada es porque lo estoy, el trabajo no es pesado pero el desplazamiento te machetea harto, o ya estoy bien vieja.

jeudi 22 mai 2008

Canta Europa

No era que yo estuviera extrañando mucho el Festival de Viña del Mar, pero de todas maneras el destino ha querido acercarme a algo que se parece mucho a su versión europea. Estoy hablando de Eurovisión, un certamen de canto y composición en el que compiten anualmente representantes de todo el Viejo Continente y que anualmente también es cuestionado por su sostenida decadencia, por los dudosos métodos de calificación, por el estilo de música que privilegia y, ultimadamente, por huachafo. O sea, igualito que Viña, solo que la sede no es fija, sino que se eligen sedes diferentes para cada edición, y ahora le toca a Belgrado, en Serbia.
Aparentemente, tal como ocurre con el evento chileno, Eurovisión sobrevive gracias a la nostalgia. No por gusto, esta competencia ha sido el trampolín a la fama de Abba (ganadores de 1974), Celine Dion (1988, compitió representando a Suiza), Domenico Modugno (1958 y 1959) y de una retahila de artistas españoles que aunque no ganaron en cada participación, sí hicieron fama, entre ellos Julio Iglesias, Raphael, Mocedades, Azúcar Moreno, etc.
Mientras vivía en Perú, no recuerdo haber encontrado una cobertura importante sobre este festival, salvo en 2006, cuando los finlandeses del grupo Lordi arrasaron con los premios y le curaron el hipo a todo el mundo con sus disfraces y maquillajes. Justamente, los detractores del festival lamentan que la nueva estrategia para cautivar al jurado y al público -que tiene derecho a voto- sea simplemente coquetear con lo estrafalario y apostar por una puesta en escena original, poniendo la calidad musical en segundo plano.
Una breve mirada a algunos de los participantes de este año les da la razón. España -que hace rato quiere reeditar las glorias de antaño- las eliminatorias se transmitieron por tele bajo la conducción de la inmarcesible Rafaella Carrá- está mandando a alguien que solo alcanzo a calificar como todo un personaje: se llama Rodolfo Chiquilicuatre, tiene un peinado tipo Elvis pero con hidrocefalia, se viste como un revival ambulante de la era disco pero en colores más chillones, y anda para todos lados con una guitarrita de juguete. Su tema, El chiki chiki, menciona a media comunidad política española e internacional, y su coreografía consta de cuatro pasos principales: el brikindans, el cruzaito, el maicoyason y el robocó. Pero lo más chévere son sus bailarinas: Disco y Gráfica, dos fulanas bien despachadas que bailan igualito que yo y que terminan trompeándose al menor descuido del vocalista.
Rodolfo es mi favorito, pero hasta ayer se disputaba mis preferencias con El Pavo Dustin, de Irlanda, que fue eliminado en la primera ronda. El pavo Dustin era, como su nombre indica, un pavo de esponja, una marioneta para ser sincera, y si no lo sacaban de carrera el Eurovisión 2008 corría el riesgo de ser recordado como el más caguerrisa de toda la historia.
Más sobrios, los franceses han encontrado en este concurso un excelente motivo para desatar una polémica nacionalista: ocurre que el país de Edith Piaff será representado por Sebastien Tellier, definido por quienes no lo aprecian mucho como símbolo del "electrokitsch" y reconocido promotor de chongos de diverso calibre en sus shows. Ya, pero el artista no es el problema, al menos no tanto. Lo que pasa es que Tellier va a representar a Francia cantando, ay diosito, en inglés. Para que no le hagan tanto callejón oscuro le ha agregado algunos versos en francés pero eso es todo. O sea, más o menos igualito a que Jorge Pardo o Damaris hubieran cantado en alemán o inglés o francés o whatever, pero peor hubiera sido si lo hacían en inglés creo. En fin, lo más simpático del asunto es que monsieur Tellier tiene todo el derecho de cantar en el idioma que le provoque porque así está indicado en los reglamentos (sino, Abba no ganaba ni a cañones). Yo no sé por qué, pero de pronto me han dando unas ganas locas de que gane este chico francés, tan buen chico que se le ve.
En todo caso, si les interesa, la final es el 24 de mayo. Si no, ya les contaré igual.

vendredi 25 avril 2008

Ven a Van

Je, je, no es por mala leche, pero no me van a negar que hay algo de justicia poética en esto: dos enfermedades, dos, amenazan a los futbolistas y a los hinchas que viajen a Austria y Suiza para la Eurocopa 2008.
O sea, cada vez que algún amigo europeo llegaba a Lima de visita, lo primero que hacía era quejarse por la batería de vacunas que se tuvo que poner antes de subir al avión. Lo cierto es que la mayoría se terminaba pinchando en exceso por pura precaución: me parece que solo es obligatoria la vacuna contra la fiebre amarilla, pero por ahí alguien les decía que no estaba demás protegerse con estra o aquello y al final llegaban al Jorge Chávez convertidos en coladores.
Pues bien, resulta que los partidos del Euro 2008 se van a jugar en plena temporada de "garrapatas", bichos que abundan en los bosques y sus alrededores y pueden transmitir el mal de Lyme (cuya consecuencia más grave es la meningitis). Parece que el riesgo es mucho mayor en Austria que en Suiza, pero el hecho es que los organizadores han exhortado a los integrantes de las delegaciones a vacunarse, caballeros no más. Los medios españoles quieren aprovechar esta coyuntura para resolver de una vez por todas el enigma que les quita el sueño a todos: Raúl será convocado a la selección? Todo el mundo está esperando la lista de víctimas del pinchazo que presentará el cuerpo técnico porque, obviamente, solo los convocados deberían pasar por la jeringa.
Encima, en Suiza acaba de desatarse una miniepidemia de rubeola en las guarderías y jardines de infancia. La situación no es para alarmarse pero, de todas maneras, las autoridades han sugerido, qué cosa? que las personas que participen en la competencia se vacunen o refuercen su vacuna si ya la tienen. No te decía yo que esto ocurre en las mejores familias?

samedi 12 avril 2008

Pra Bosé

Querido Miguel
Solo para decirte que en esta ocasión no podré asistir al concierto que vas a ofrecer en Lima el 30 de abril. Yo sé que para ti no va a ser lo mismo, pero te ruego que ni se te ocurra cancelar la fecha o moverla cinco días después para que yo pueda estar allá. El destino insiste en separarnos, yo llego el 4 de mayo, majo. Por ahí que te mando a mi hermana, pero ya ves lo terca que es, ella insiste en preferir a Alejandro Sanz, perdónala porque no sabe lo que hace.
No te quito más tiempo, beso en los dos cachetes y no dudes en pasarme la voz cuando vengas por los Alpes

J

vendredi 11 avril 2008

Mimosas o tampones

Hace un par de posts, un comentarista anónimo me preguntó por qué las sudamericanas preferimos las toallas higiénicas mientras que las europeas se inclinan por los tampones. Y Peti (que no está usando ni lo uno ni lo otro hasta nuevo aviso) me sugirió desarrollar el tema.
De hecho me parece curioso el asunto, pero no sé por dónde agarrarlo. O sea, yo uso mimosas (y otro comentarista me hizo notar que este vocablo delata mi avanzada edad) porque me parecen más cómodas, por costumbre, qué se yo. Me compro cualquier marca, con alas, sin alas, con aloe vera o con aroma a lavanda, me da lo mismo. Pero mi hermana, sudamericana también, usa tampones. dice que porque las toallas higiénicas no se adaptan a su anatomía. Entonces, se puede establecer una diferencia geográfica en estos asuntos o cada quien baila con su pañuelo?

dimanche 6 avril 2008

La casa de los espíritus

El fenómeno se produce impajaritablemente en algún momento entre el sábado y el domingo, por lo general antes de la puesta de Sol, aunque como no ha habido Sol estas semanas tampoco sería capaz de afirmarlo de manera categórica.
Podemos estar viendo tele, conversando o cada quien por su lado en la luna de paita pero, de pronto, sin que medie mayor explicación, Magtán adopta la actitud de quien tiene deberes sagrados qué cumplir, se abalanza sobre el trapeador, la vajilla, la ropa sucia o incluso el perro y comienza a ponerlo todo en su lugar, limpia, saca brillo, barre, despercude, desempolva y redecora. Si están sintiendo escalofríos, imagínense lo que yo sentí cuando finalmente comprobé que, por lo menos una vez a la semana, el espíritu de mi suegra se apodera de mi marido haciéndole, inclusive, caminar con esos aires de convicción que adoptan las amas de casa cuando se dirigen hacia una cama destendida. Mientras está poseído por su mamá, Magtán te hace mudarte de cuarto sin explicación, requinta a todo lo que se mueve y lo que no se mueve (justamente por no moverse) y se siente con derecho a hacer todo el ruido que considere necesario. Una vez que su transfiguración ha terminado, vuelve a ser el mismo de siempre, y cuando le menciono el asunto cree que lo estoy vacilando. Pero no, esto es serio. En alguna ocasión, durante sus momentos de enajenación, le he llamado "Madeleine" y él ha volteado hacia mí sin mirarme, con los ojos en blanco y la boca entreabierta, mismo zombie. A veces, Zambie emite ruidos que tiendo a interpretar como aullidos, aunque en general se acurruca a mi lado, como si temiera que a su amo se le dé otra vez por bañarlo, peinarlo y desparasitarlo.
Sin embargo, eso no es lo peor. De un tiempo a esta parte, Magtán posa intempestivamente la mirada en mi lado de la habitación y dice cosas como "habrá que poner orden en ese rincón" o se pone a recolectar mis boletos viejos de tren, mis envolturas de chupetín, mis cáscaras secas de mandarina, mis recortes ilegibles de periódico en todas mis carteras y cajones, para terminar con una frase del tipo "este bolso nunca ha pasado por la lavadora no?". Sí, es para salir corriendo despavorida: el espíritu de mi vieja también ha comenzado a visitarlo, y cada vez con mayor frecuencia.
Si hasta ahora no he llamado al exorcista de la región (hay uno muy famoso, que trabaja en el cantón de Fribourgo) es porque, por más escalofriante que parezca todo esto, no puedo negar que la casa termina reluciente después de cada episodio.

jeudi 3 avril 2008

Lost

Tenía que pasar sooner or later. Es más, ya me había demorado mucho ya. Después de 17 meses de vivir en Suiza (hoy se cumplen), he perdido por primera vez mi tarjeta de débito. Cómo extraño ahorita mi Lima, llena de agencias de bancos donde te dan una nueva tarjeta sobre el pucho con la sola presentación de tu DNI. Yo era una experta en ese trámite. Me conocía las agencias menos frecuentadas y los horarios en que "la plataforma" (así le llaman a la sección donde se ocupan de funciones que no sean recibir depósitos y entregar retiros) estaba casi desierta. Perdía un promedio de dos tarjetas al mes y no me hacía la menor bola.
Acá la cosa demora un poco más. No solo porque bancos hay contados (pese a la fama de banqueros que tienen los suizos) sino porque además tu tarjeta nueva te la envían por correo. Lo bueno, siempre hay algo, es que no necesitas ir al banco, basta con que llames y des tu clave.
Lo malo es que he perdido mi tarjeta del Scotiabank. Por diferentes razones, mantengo una cuenta en Lima y retiro desde acá. Solo para bloquearla tengo que hacer una llamada de larga distancia. Y para recuperarla -el trámite es estrictamente personal, me acaban de informar- tengo que hacer una viaje trasatlántico.
Una vaina. Pero lo que más me perturba de todo esto es la sospechosa sonrisa que tiene Magtán desde que le conté mi desgracia. Quizá solo sea un exceso de suspicacia, pero me está pareciendo que le causa una profunda satisfacción el hecho de que durante un buen tiempo voy a depender económicamente de él hasta para comprar mis mimosas. Qué va a ser, no? yo siempre, tan desconfiada.

Pase usté, después de usté

El peatón tiene la prioridad absoluta y no hay nada más que discutir. Esa fue la conclusión de una de las últimas sesiones del Consejo Nacional (que me atrevería a comparar con un gabinete de ministros, si no fuera porque además de los consejeros nacionales también hay ministros y si no se me hiciera tan difícil comprender el sistema de gobieno de este país): previamente, se había debatido una iniciativa legal que buscaba devolverle carácter obligatorio al "gesto de la mano" entre la gente de a pie.
Lo que pasa es que hasta 1994, si andabas por Suiza y querías atravesar una calle donde no había semáforo, tenías que pasarle la voz al conductor, con un ademán tipo stop pero, por lo que voy percibiendo de la idiosincracia local, bien matizado para conjurar cualquier indicio de autoritarismo. Eso, obviamente, si estabas delante de un crucero peatonal que, como bien sabemos los peruanos, es el único lugar por donde se puede cruzar de una vereda a otra.
Como buena oriunda de urbe con tráfico despelotado que soy, cuando se trataba de cruzar una pista yo desconfiaba de todo y de todos. Típica: me paraba en la esquina y hurgaba en el rostro del primer conductor que se me aproximara para tratar de adivinar sus intenciones. O, simplemente, me paraba en la esquina y me distraía con cualquier cosa mientras esperaba que pasara el pelotón de carros. Eso hasta que me di cuenta que el pelotón de carros, a su vez, estaba esperando que yo bajara de mi nube para poder continuar su trayecto. Me di cuenta porque en una de esas -bueno, muchas de esas- me topé con la mirada desconcertada-exaltada-intrigada de varios automovilistas. Francamente, qué falta de confianza, hubiera bastado con que me reventaran un claxon, pero no, a quién se le ocurre.
Los semáforos tampoco fueron de mucha ayuda en mis primeros meses por acá. Si lo agarraba en verde, normal, tan analfabeta no soy. Pero si lo agarraba en rojo .... zzzzzzzzz ..... si lo agarraba en rojo me quedaba paradota esperando a que cambie de color sin sospechar que ese botoncito que me hacía hello desde el poste era el único encargado de controlar el tráfico. Yo ya había visto semáforos de esos en otras ciudades, pero como en esas ocasiones había estado acompañada o rodeada de mucha gente, nunca tuve que ocuparme del tema "déjenme pasar". Quién me hubiera dicho que iba a terminar en Friburgo, que es medio campo, medio ciudad, y, peor aun, en este pueblo -que es full campo, poco ciudad-, donde es muy común que yo sea la única en el paradero, en el bus y, obviamente, en el crucero peatonal.
El hecho es que cuando has pasado más de treinta años esquivando bólidos, no es nada fácil volver a creer en las reglas de tránsito. Mucho más cuando estas vienen impregnadas también de códigos de cortesía que no están escritos en ninguna parte. O sea, yo llegué a Suiza doce años después de la revocación del "gesto de la mano" y, sin embargo, puedo dar fe de que, en la práctica, este nunca ha dejado de existir. La primera señal de esta constatación fue el ataque de indignación que le agarró a Magtán el día en que detuvo el auto delante de un crucero peatonal, y el peatón - ese &%ç**"+°§£$!!!!!- - pasó de largo. Poco faltó para que le tocara claxon, lo juro. "Le pesa la mano o qué?", me preguntó buscando mi solidaridad pero topándose con mi más sorprendida cara de recién bajada: "perdón, amorcito, pero que yo sepa no le has hecho ningún favor, tienes que parar no más". En respuesta, recibí su mirada de "hasta cuándo era que se podía devolver la mercadería fallada?": "o sea que te parece bien". Chesu, acá vamos de nuevo: "no, ni mal ni bien, en todo caso no me parece para tanto". Y así hasta la casa, que es bastante decir porque habíamos ido aun concierto en Lausanne y nos quedaba como una hora de camino.
Luego de ese incidente conyugal comencé a prestar atención al asunto y, en efecto, un amplio porcentaje de gente agradecía con un gesto -generalmente con la mano, pero también inclinando la cabeza o, chúpate esa, ambos dos- la gentileza del chofer al cumplir con su deber (a propósito, el chofer también devuelve la amabilidad, levantando los dedos del volante, como quien dice "de nada, pase usted"). Entre quienes no lo hacían, la mayoría eran adolescentes -en patota- o, claro, extranjeros.
Y esa es otra parte de la historia: además de acostumbrarme a un tráfico civilizado, yo tuve (tengo) que aprender a lidiar con un tráfico de pueblo suizo. Te apuesto que no te sale tan al toque como imaginas. Te apuesto que lo único que piensas cuando cruzas una pista es salvar tu pellejo. Y si tienes diez autos alineados frente a ti, te aseguro que lo menos que te provoca es hacer contacto visual con sus conductores. Paso ligero, antes que te menten la madre o te metan el carro. No pues, aguanta tu coche, choche, tamos en el país que se ufana de ser "la nueva Inglaterra" en cuestión de modales.
A mí todavía no me sale, debo confesar. O sea, sacar mi mano del bolsillo, sobre todo con el frío que ha hecho últimamente, dosificar la energía para que no parezca saludo confianzudo pero que tampoco dé la impresión de que no aprecio las maneras del pueblo que me acoge, esperar la respuesta del interesado, seguir caminando como si todo esto fuera de lo más normal, y encima coordinar para no tropezarme o que no se me caiga algo, no way. Yo ladeo la cabeza, no más, articulo un exagerado "merci" y allez, allez
Para terminar: decía que, recientemente, un grupo político propuso restablecer en el papel el dichoso "gesto de la mano" con el objetivo de reducir el número de accidentes de tránsito, muchos de los cuales se producirían justamente en los cruceros peatonales, a pesar de que los infractores pueden recibir multas, e incluso ir a prisión o perder el brevete por tiempo indefinido si causan daños a terceros. Y nada, que el Consejo Nacional -que es como el gabinete de ministros ...- decidió que huiflas, que el peatón siempre tiene la razón.
Chess, esto es una sábana y solo me he ocupado de un aspecto de la "politesse" helvética. El resto será para bien lueguito creo.

dimanche 30 mars 2008

Adivina, adivinador


Qué le están haciendo
a la vaquita
de la foto?

(De entrada, te aviso: no la están ordeñando)

A ver si esta foto aclara el panoramaLe están haciendo la paticure!! Eso sí, no me pregunten por qué, no tengo ni la menor idea de la utilidad que pueda tener semejante servicio pero sí puedo decirles que no es un antojo primaveral de su propietario: esa especie de arnés en que la tienen sujetada no te lo armas en cinco minutos por mero capricho, y el cortauñas eléctrico que usa el señor de rojo que ven atrás es una herramienta que no encuentras en cualquier bodega de barrio. Lo que nadie podrá negarme es que Blanchette se ve tan zen como las señoras que una se encuentra en la manipedi de Ximena.


vendredi 28 mars 2008

Dos blanquirrojas, un destino

Perder 4-0 contra Alemania quizá no es tan grave que caer por el mismo marcador frente a... qué se yo, digamos Costa Rica (cuándo es el partido?), pero si eres el anfitrión de la Eurocopa 2008 (junto con Austria) y la Eurocopa empieza en poquito más de dos meses, estarás de acuerdo conmigo en que por lo menos hay que empezar a prepararse para hacer un soberano roche.
Todavía no entiendo por qué eligieron Suiza como sede. Creo que ni el propio Sepp Blatter, más suizo que el queso, lo tiene muy claro: hasta hace lamentaba en una entrevista la falta de entusiasmo que muestran sus compatriotas frente a tan magno evento. Me imagino que hay un criterio rotativo de por medio, o algo parecido, pero la verdad he visto más expectativa para un campeonato de fulbito intercalles. Ya, hay souvenirs y accesorios "futboleros" en todos los supermercados y tiendas de ropa, pero los que más compran son los portugueses que residen en la Comunidad Helvética.
Aparentemente, ni siquiera la muy decorosa actuación del equipo dirigido por Köbby Kuhn en Alemania 2006 ha logrado despabilar a los fans locales. Y si ya el interés tiraba para magro hasta la semana pasada, la aparatosa derrota de la selección suiza, el miércoles último, difícilmente debe haber mejorado las cosas, a menos que se hayan incrementado las apuestas para ver en qué etapa quedaban desclasificados. En todo caso, mucha decepción no va a haber, y eso ya es un progreso respecto a la siempre frustrada hinchada peruana.
A propósito, no debe ser por gusto que tanto Perú como Suiza comparten los colores blanco y rojo en sus banderas y, por lo tanto, en el diseño de sus uniformes. No sé, estaba pensando que quizá por ahí va la cosa, a lo mejor es solo un karma cromático que se puede revertir tiñendo las camisetas de azul o naranja. No, no? Bueno, por lo menos intenté.

lundi 24 mars 2008

Los trineos son para la primavera

Mientras que en Lima, la consigna de Semana Santa es Playa!!!, por acá todos esperaban los feriados de Pascua para irse a esquiar. Hay tantas estaciones de esquí como balnearios tenemos nosotros, y por estos días los rescatistas de montaña han tenido tanto trabajo como un salvavidas de Agua Dulce. La inesperada nieve primaveral ha sido el vacilón de la temporada.
La nieve es una amiga bienvenida para los deportistas, los amantes de la naturaleza y los turistas en pos de aventura, pero para mí, que recién he pasado dos inviernos en Suiza, es solo una curiosidad. Me gusta ver nevar, pero no caminar sobre la nieve: no sé dónde piso y me hundo a cada paso. Como no tengo ropa ad hoc- impermeable y térmica- cualquier conato de juego en la nieve me deja empapada, tiritando como pollo y de pésimo humor. Nada de eso, sin embargo, impidió que mi suegro, las sobrinas y Magtán me convencieran de ir a "faire la luge" (jugar al trineo).
Luego de veinte minutos de ascenso en auto por la región de Jura, todo es blanco. Solo tienes que escoger una pendiente donde la nieve no esté muy blanda y a rodar jovenLos nuestros eran trineos antiguos, mejor dicho clásicos. De madera, sin mayores accesorios, salvo por una pita para jalarlos de regreso, y con espacio para dos ocupantes.
Parece divertido hasta que estás ahí. Bien abrazada a una adolescente que tiene la mitad de tu edad (y el triple de tu coraje), y convencida de que no solo vas a hacer el papelón del siglo sino que además te vas a sacar la reñoña. De pronto alguien te empuja desde atrás y, jua, cuesta abajo, tragando la nieve que salta por todos lados y sintiendo el aire helado que te pellizca los cachetes. Al final te das cuenta de que no solo es divertido, sino que es un vacilón. Te relajas, te lanzas sola, abres los brazos, gritas como condenada, y solo lamentas que cada bajada implique una subida, pero finalmente te dices que estás haciendo un superejercicio, porque sino cómo te explicas que te chorreen gotas de sudor cuando todo está congelado a tu alrededor.

De arriba pa'bajo: Primero con Pauline (14), luego con Justine (12) y, finalmente, yo adelante como buena / Todo lo que baja tiene que subir: cada paso sobre la nieve vale como diez sobre el asfalto, sobre todo si estás en pendiente. /Categoría masters de trineo: Melissa (9), Arthur (64) y Plume (7).

vendredi 21 mars 2008

El huevo o el conejo?

Alguien sabe por qué se supone que es un conejo el que te esconde los huevos de Pascua? Lo pregunto porque yo no tengo ni la menor idea, pero también porque nunca en mi vida había visto tanto conejo y tanto huevo (lo juro) por todas partes. Aunque sospecho que el origen de esta tradición es recontrapagano, lo cierto es que la citada dupla es la estrella de la Semana Santa por estas latitudes.
Hoy, Viernes Santo, es justamente uno de los días centrales de la fiesta huevo-conejo, y los granjeros de por aquí tuvieron la iluminada idea de organizar una miniexpo de, adivinen, conejos y no, bueno, no huevos, pero casi, casi: aves, que como bien sabemos vienen antes de los huevos, o era el revés?
Ninguna novedad en la cancha de los plumíferos, apenas unos gallos bullangueros, unos pollitos pichiruchis, un par de pavos reales y algunos pericos. Ah, ningún huevo, ni de los normales ni de los decorados (esos tenían su exposición propia, en una sala de Friburgo, lo juro). Más interesantes estuvieron los conejos, dentro de lo que cabe obviamente, pero las vedettes de la jornada fueron dos cabritas bien zamarras que nadie tenía mucha idea qué pito tocaban ahí pero se prestaban encantadas para las fotos.
Ah, quizá alguien se estará preguntando qué cuernos hacía yo en este bucólico evento. Pues muy simple: era feriado, todo estaba cerrado, nevaba a forro, se avecinaba una tormenta y no había manera de que yo me quedara tranquila en la casa. Teníamos (nótese el estratégico salto de singular a plural) que ir a algún lado y, bueno, esto fue lo más cerca y casi lo único que encontramos. Además era gratis.
Mientras las fuerzas de la naturaleza aplacan su ira y/o algún centro comercial se anima a abrir sus puertas, dejo mi ranking de conejos como evidencia irrefutable de que he celebrado esta efeméride como Dios manda: bieeeen planta.

Arriba, derecha: Si o no que parece de chocolate? Y se la pasó así, imperturbable, toda la mañana, bueno, la media hora que estuvimos por ahí. Izquierda: Pese a sus orejas caídas, este ejemplar era uno de los más caros de la conexpo/ Chequeen este, con los ojos delineados estilo Amy Winehouse/ Magtán pregunta: Cuántas cabras de monte hay en la foto?

mercredi 12 mars 2008

Soplará y resoplará

La lluvia no jode tanto, la nieve tampoco. Con un buen paraguas y zapatos de suela antideslizante puedes salir tranquila. El problema es el viento. El viento cambia la dirección de la lluvia, la vuelve violenta, entrometida e insoportable. Y no importa si dejó de nevar hace horas, al menor soplido de viento las ramas de los árboles se sacudirán dejando caer sobre tu desprevenida cabeza toda la nieve que tenían acumulada.
Estamos en plena tormenta, la anunciaron ayer en la Méteo. El bramido de las ráfagas es parecido al de las olas que revientan en la orilla. Sé que no va a ocurrir, pero no puedo dejar de imaginarme que en cualquier momento todos vamos a salir volando. Las puertas se aferran a sus marcos. Las ventanas se sacuden en sus bisagras. Zambie le ladra al aire. No corras, que no es temblor. No te desesperes, que no te vas a ahogar. Es solo el viento, no es para tanto.

samedi 8 mars 2008

Sala perdida

A veces me da risa, otras me preocupa pero en general me produce bastante indiferencia. Vivir en una casa que no tiene sala no me parecía tan raro hasta que comencé a comentarlo con otra gente y vi sus reacciones. Claro, no es que vivamos en un estudio, ni en un minidepa. El anuncio de la sección inmobiliaria del periódico lo describía como un departamento con dos habitaciones, cocina, baño y sala. Y más o menos eso estábamos buscando. Por obvios motivos, necesitábamos definitvamente baño y cocina. Comedor no tanto, porque yo como en la cama como las huevas, y Magtán puede comer hasta parado mirando la pared. Pero la cocina resultó lo bastante grande como para poner una mesa con dos sillas, y hasta tres. Habíamos quedado en dos dormitorios, uno para nosotros y otro (no, la visita de la cigüeña sigue siendo una posibilidad remota) para las visitas de Perú que hasta ahora no recibo (escucharon??????). La sala era como una zona tácita para la que ni siquiera teníamos mobiliario.
Así se suponía que iba a quedar nuestro hogar hasta que, el día en que nos mudamos, se me ocurrió una de esas ideas que cualquier persona rechazaría de plano pero que a Magtán no le parecen nada delirantes y acepta con la mayor tranquilidad: y si usamos la sala para nuestro cuarto? Ya pues.
O sea, tenemos un armario armatóstico, fina cortesía (y finísima madera) de mi suegro, que es un capo en carpintería y que también nos ha hecho dos mesas de noche que más parecen de ping pong porque son enormes (pero no me quejo porque la mía ya está rebalsando de chucherías), el televisor (sí, muy mal, la tele no debe estar en el dormitorio) y las dos, 2, camas de Zambie, que las tiene de adorno (y para almacernar huesos viejos) porque al final siempre se sube a dormir con nosotros. Con todo eso, en el cuarto que supuestamente debía ser para la feliz pareja apenas hubiera quedado espacio para entrar y salir.
La cosa es que la que debía ser nuestra habitación terminó siendo el cuarto de huéspedes, y en el que debía ser el cuarto de huéspedes pero habíamos decidido que fuera la sala instalamos la computadora, los estantes de fósiles minerales de Magtán, los estantes de libros de Magtán, los estantes de estampillas de Magtán, y un pouf que, hasta la fecha, es lo único que sugiere un esbozo de sala. No era la intención pero de paso nos ahorramos un buen billete en muebles, alfombras, jarrones, mesa de centro y cachivaches varios que uno suele poner en una sala.
Luego de más de un año de vivir acá, solo hemos echado en falta ese ambiente en dos ocasiones. Una, cuando vinieron los vecinos de abajo a comer (nos habían invitado como bienvenida por nuestra llegada al edificio y no sé cómo se nos ocurrió retribuirles la cortesía), y otra cuando nos cayeron de sorpresa mi cuñada y mis sobrinas. En ambas oportunidades era verano, así que sacamos mesa, sillas, pouf y bancos al balcón y todos tan contentos.
Ya, lo que pasa es que somos una pareja más bien solitaria, tirando para ermitaños si nos comparamos con el gregarismo de la mayoría de personas que conozco. La única compañía indispensable para Magtán somos este pechito y el perro (aunque no necesariamente en ese orden). Y yo, pues todavía no tengo amigos que me provoque traer a mi jato, pero aun si los tuviera, al igual que hacía en Lima, preferiría quedar para juntarnos en otro lugar: la sola idea de tener que recoger trastes, lavar, barrer y reacomodar después de una reunión me quita todas las ganas.
Eso sí, debo reconocer que últimamente me han entrado ganas de tener algo parecido a una sala, sin tanto cuchufay, todo muy minimal: solo un sofá de esos ultradesign, una chimeneíta y una manta bien antialérgica para echarme a leer cuando mi columna comience a aburrirse del colchón de la cama. Así se empieza, supongo.

samedi 1 mars 2008

Cebollas de pascua

Hasta ahora, para mí simplemente había sido Semana Santa. O sea, esta efeméride cristiana que suele caer entre marzo y abril y que nos hace acreedores a por lo menos tres gloriosos días de ocio, nunca había sido Pascua en mi cabeza. Pascua era cuando mucho Navidad, porque todavía hay quienes te desean felices pascuas en diciembre no? Pero ahora que todos los supermercados, centros comerciales y lugares públicos están abarrotados de conejos de chocolate, huevos multicolores, decoración ad hoc y productos golosinarios que solo se consumen en estas fechas comienzo a entender que Pâques es a la vez Semana Santa y, para variar, un suculento negocio de márketing.
Todo estaba más o menos claro hasta que me tropecé en uno de los estantes de la Coop, que es como el Vivanda de por aquí, con bolsas de cáscaras de cebolla "en remate por Pâques". No cebolla picada, ni encurtida, ni confitada, cascaritas de esas que tienes que sacar arruinándote las uñas. Bolsones eran. Sin perder tiempo, acudí a mi diccionario de tradiciones helvéticas, el Petit Magtán ilustrado, y consulté: "ah, sirven para pintar los huevos de pascua". Ya, alguna otra precisión? "Te dan un color marrón". Ajá, pero qué haces, las sobas en el huevo o qué? Cara de "vesta nunca entiende nada", suspiro profundo y, finalmente, la aclaración: "Hierves las cáscaras y luego las cuelas, el resultado es un tinte natural para decorar los huevos". Asu, pero no hay un montón de colorantes especiales que ya vienen listos para eso? "Sí, pues". Y quién se va a dar la chamba de hervir sus cáscaras solo para obtener un colorcito, que ni siquiera es el más simpático de la paleta cromática? "Pero es natural, te digo". Igual, qué flojera, hay que tener ganas de perder el tiempo creo. "Bueno, se lo dices a mi mamá y a mi hermana que ya están pintándonos varios huevos con ese colorcito que te parece tan misio, ok?" Bueno, pero no te enojes!

jeudi 21 février 2008

Soy un toffee

Muy comprometida con la divulgación de las delicias peruanas, llevé a mi curso de francés canchita serrana, chifles piuranos, camotes fritos y toffees de La Ibérica. De hecho, me hubiera gustado cargar más pero fue lo único que encontré embolsado como para que no se les vaya a ocurrir a los de la aduana que no podía pasar con eso.
Fui un éxito. Los camotitos como que ahí no más, pero los chifles y la cancha volaron. Y los dichosos toffees no solo desaparecieron sino que propiciaron más de una reflexión sociolingüística:
-A ver, de qué sabor has escogido tú, Kuny?, preguntaba el profe a la macedoniense, en francés of course.
-Au lait (de leche), respondió ella muy contenta
-Y tú, Tomek?, le tocó al polaco
-Aux amendes (de almendras, dijo, pero yo no estoy segura de que estuviera en lo cierto)
-Y René?, mirando al suizo-alemán
-Au coco, bien campante él
-Ah no, René, en francés no decimos coco. Cómo se dice en francés? Y todo el salón, menos yo -que tampoco tenía idea- contestó: noix de coco.
-Y como se llama esto en Perú, Jenny?
-Toffee, querido profesor
-Toffee????
-Ehhh, oui
-Pero eso no es español, es inglés
-Y, bueno, sí
-Voilà, ya veo por qué te llamas Jenny

jeudi 14 février 2008

Piconaza

Tengo que confesarlo: yo no quería, repito no quería, que los guionistas de Hollywood levantaran su huelga. Me había hecho la ilusión de que continuaran en paro hasta, digamos, fines de marzo, de manera que fuera imposible organizar la entrega de los premios Oscar.
No tengo nada con los Oscar, al contrario. Apenas me enteraba de la fecha de la ceremonia, bloqueaba ese sábado y les pasaba la voz a los pocos fanáticos del Oscar que conozco, mi hermana y un par de puntas más, para juntarnos en la casa de alguien y seguir minuto a minuto las incidencias de la premiación. Sí, desde la alfombra roja hasta la imagen final. Y si nadie se apuntaba, pues me empiyamaba, hacía canchita, compraba Coca Cola y me veía todo solita, de lo más feliz.
El año pasado fue la primera vez que no pude cumplir esta frívola tradición por dos motivos: la diferencia de horario hace que yo ya esté en pleno jato cuando las celebridades empiezan a llegar al auditorio. O sea, imposible ver la entrega de los premios a mejor actriz, actor, director y película. Pero aun si lograra conjurar el sueño, que tan difícil no es, mi paquete de cable no incluye ningún canal que tenga la delicadeza de transmitir el evento. Claro que la entrega de los premios Cesar si te la pasan hasta por gusto, pero ahí no conozco ni a la mitad de los involucrados.
Era por eso no más que no quería que los guionistas se arreglaran con los patrones. Perderme los Oscar debe ser una de las cosas que más lamento de esta mudanza. Sobre las otras prefiero no reflexionar mucho. Al fin y al cabo, para eso existe You Tube, pero para lo demás ...

PD: Bardem se la tiene que llevar de todas maneras!

mercredi 13 février 2008

A ver si se ponen de acuerdo

Lima, 27 de enero de 2008
"Es increíble como Jenny ha agarrado el dejo de los suizos de la región donde vive", le dijo a mi mamá una tía que vive en Basilea luego de escucharme conversar con Magtán.

Fribourg, 12 de febrero de 2008
"Se han dado cuenta de que Jenny ahora ha recuperado su acento español?", le preguntó mi profesor de francés a toda la clase apenas dije bonjour.

lundi 11 février 2008

Saliendo de ver No country for old men



Magtán: Ese debe seg uno de los asesinos más hogibles que he visto en mi vida
Jen: Qué capo no? Y pensar es el hombre más sexy de España
M: Ese? Qué va a seg. Tas inventando
J: Te juro, además está con la Penélope Cruz
M: Anda
J: ...
M: A ti te gusta?
J: Quién?
M: El asesino ese pues
J: Claro, está buenazo
M: Asu, qué mal gusto tienes
J: Bueno, si tú lo dices ...

mardi 5 février 2008

Chocolocos

No sé qué opinarán ustedes, pero yo creo que este diálogo solo podría darse en Suiza.
Escenario: el bus de las seis y media de la tarde, que sale de Friburgo y deposita en Rosé, mi pueblo, a los escasos pasajeros que llegan hasta el último paradero. Iba yo sola a bordo hasta que subió esta señora con dos tabletas grandes de chocolate en la mano:
-Quiere?, le pregunta al chofer*
-Bueno, gracias, ese es mi sabor favorito
-Claro, el chocolate negro es el mejor de todos
-Es el verdadero chocolate en realidad, y el que menos daño hace al organismo
-Sí pues, el peor es el chocolate blanco, tiene demasiados lípidos
-Eso ya ni siquiera es chocolate, pero hay gente a la que le encanta
-Había uno que no era tan malo, el Villars que venía con nueces
-Claro, eran nueces grandes y no había tanto chocolate blanco alrededor
-Pero ya no lo venden
-No pues, ya no es como antes. Ahora ni siquiera el chocolate negro es tan bueno
-A mí me gustaba el Callier-Nestlé, antes de la separación de Nestlé
-Era excelente, con setenta por ciento de cacao!
-Francamente, yo casi ya no compro de Nestlé
-Sí, parece que solo producen para el extranjero, ya no piensan en los consumidores suizos

*Desconozco cómo será en otras rutas, pero en la línea 338, que es la única que va directamente a mi jato, pasajeros y choferes se saludan con buenos días al subir y se despiden con gracias, de nada, que le vaya bien al bajar. Pueblo chico, modales grandes supongo.

Por fuera, flores

Uno cree que conoce su ciudad natal hasta que la recorre con alguien que la visita por primera vez. En su primera incursión por Lima, Madeleine, mi suegra, me demostró que eso de Ciudad Jardín no es tan descabellado como me solía parecer. Claro, además me confirmó que soy una absoluta ignorante en asuntos botánicos y ornitológicos.
Mi suegra cultiva en su jardín casi todo lo que ella y su marido comen. Ambos viven al lado de un
bosque y no solo son capaces de identificar un ave por su canto (trino?) sino que también te pueden decir si el pajarito es hembra o macho, tiene hambre o está asustado. Pero algo que Madeleine nunca ha logrado, pese a su vasto conocimiento en jardinería, es hacer crecer un ficus en su vivero. Oh, Oh, Oh, y más oh son las interjecciones que resumen cabalmente su paso por Lima, maravillada ante la enormidad, salud y prestancia de los ficus que adornan nuestras calles. Se llaman ficus, yo tenía una vaga idea de ello, pero nunca había caído en la cuenta de que están por todos lados y que, en general, lucen bastante bien.
"No sé" es la frase que sintetiza mi labor de guía turística debido a sus incesantes preguntas sobre los nombres de tal árbol, aquella flor, ese pajarito o el arbusto de la esquina. Y una anécdota retrata el choque de culturas: "Qué pájaro es ese?" "Cuál?", "Ese, el que acaba de cantar" "Yo no he escuchado ningún pájaro" "Ahí está, escucha, está cantando de nuevo" "Ah, no Madeleine, eso no es pájaro, es el heladero, te provoca un vasito de vainilla y lúcuma?"

lundi 4 février 2008

Qué tal Lima?

Muy bien, gracias. La familia está entera, un poco dispersa no más, los amigos siguen ahí, salvo por uno que se me ha extraviado, el choclo no ha dejado de ser lo máximo y el helado de lúcuma de D'Onofrio todavía es el mejor de todos los postres. Si no fuera porque Laura Bozzo ha vuelto a la tele -en el mismo canal en que resucita Fuego Cruzado con un conductor tan impresentable como innombrable- podría decir que mi -nuestro- paso por Lima fue un gustazo. Se acabaron las vacaciones y en Suiza está nevando.