jeudi 19 juin 2008

El último romántico?


Lo dijo mirando a la cámara, como quien avisa que está organizando una pollada a cinco lucas el tike. Lo dijo minutos, minutiiitos, después de que el equipo que dirigía fuera aparatosamente eliminado de la Eurocopa. Lo dijo, Raymond Domenech, estrenador de la selección francesa hasta el cierre de este post, le pidió matrimonio a su marinovia en vivo y en directo: Estelle, veut tu m'épouser? (Estelle, quieres casarte conmigo?).
El reportero no sabía qué hacer con esa exclusiva de pacotilla: lo que él quería era un mea culpa, una renuncia al aire, al menos una queja contra el árbitro, y a cambio recibió esta disparatada propuesta dirigida, por si fuera poco, hacia una de sus colegas: "Mi único proyecto es deposar a Estelle, y se lo pido hoy. Sé que es difícil pero es en estos momentos que uno necesita de todo el mundo y yo la necesito a ella".

Estelle Denis (32) es periodista, su especialidad son los deportes, hasta hace poco conducía el programa 100% Foot en la cadena M6, ahora está a cargo de 100% Mag, y tiene dos hijos con Domenech, el mayor de ellos nació, hace cuatro años, el mismo día en que el técnico asumió la dirección de los Bleues.

Han pasado 48 horas, y Estelle no dice ni pío. En cambio, la prensa oscila entre la cachita y la suspicacia: lo dijo para salir del paso? lo tenía planeado? si le ganaban a los italianos, hubiera hecho lo mismo? El hecho es que al desviar la atención mediática de su humillación pública a sus sueños personales, Domenech ha puesto la pelota en la cancha de su novia. Todas las miradas ahora apuntan a ella. Ojalá que no sea un autogol.

dimanche 15 juin 2008

Merci Köbi


"Köbi cumplió todos los objetivos que se había fijado, salvo por el último", reconocía la prensa suiza sobre el entrenador de su selección, quien esta noche colgó el buzo después de siete años de chamba (curiosidad: algún DT de la selección peruana se ha quedado tanto tiempo en el puesto?). Los hinchas y los medios le reconocen a Köbi Kuhn las clasificaciones a la Eurocopa 2004 y al mundial Alemania 2006 pero le reprochan su exceso de optimismo para esta Eurocopa. Esta, su última copa, fue especialmente dura para el técnico, de 65 años, pues pocos días antes de la inaguración su esposa fue internada de urgencia en un hospital local.

Eliminados y todo, la emoción se apoderó del estadio de Ginebra cuando el pitazo final marcó el único triunfo de la Nati, dos a cero contra a un Portugal ya clasificado, y los miembros del equipo desplegaron una banderola que decía "Merci Köbi".

Para lo que resta de la competición, las simpatías de los suizos están divididas entre Portugal y Holanda. Mientras que Portugal juega casi como en casa por la cantidad de migrantes lusos que viven en este país, Holanda se ha granjeado la admiración de la gente gracias a la destreza de sus jugadores y a la ubicua, infatigable y carismática presencia de su ola anaranjada. Los hinchas holandeses son alucinantes: se desplazan en mancha de estación en estación y por donde van reclutan nuevos fanáticos. Pese a lo que temían las autoridades, hasta ahora se han portado muy bien. Habrá que ver cómo reaccionan cuando pierda su equipo. Eso, si es que pierde. (Foto tomada de Siamsport)

vendredi 13 juin 2008

Austria salvó el pellejo

Qué suertudos!!!! Lástima por Polonia, que no le hubieran caído nada mal esos tres puntos.
La frase de Magtán para este día: "Ves? por lo menos fuimos los primeros en quedar eliminados, eso ya es algo".

A pedido del público (o sea de mi hermana y de Claudia)





Masacotas. Trix, Flix y Freak




En qué puedo servirle? El polo negro no es parte del uniforme, pero como el otoño recrudeció estas semanas (y no teníamos calefacción) yo me iba bien forrada, con mis leggins bajo las bermudas más. Al fondo, en la pantalla, la ficha de un tal Lukas Podolski, eso fue antes de que Croacia le ganara a Alemania y de que los Uefa nos dijeran que nos dejemos de estar jugando con las fichas de los futbolistas.







Welcome Desk. Nos turnábamos en los puestos: impresión de acreditaciones, que era lo que más me gustaba; trouble shooting desk, que era donde mandabas a los que no estaban en la base de datos, los que estaban pero con el nombre mal escrito, el número de pasaporte al revés, la nacionalidad inventada, etc. (aburrido, porque no podías resolver nada, solo avisar al coordinador e imprimir cuando te dijera que ya estaba resuelto, o decir que sorry pero su inscripción fue muy tardía, vuelva mañana o demás), y el welcome desk, este sitio se volvió importante con los días. primero solo te encargabas de entregarle a los periodistas una mochila y una guía para los medios de parte de la Uefa. luego tuvimos que aprender a dar indicaciones sobre rutas, línea de bus, horarios, restaurantes, primeros auxilios y demás. En la foto se puede apreciar dos de las cosas que más me vacilaron de esta experiencia: a) había voluntarios de todos los idiomas y todos los colores y b)una novedad para mí, cualquier cantidad de adultos mayores, los que no manyaban mucho de computadoras (que tampoco hacía tanta falta porque todo era bien mecánico) se dedicaban a otras cosas, pero todos full pilas. Ahí ven a Freddy, suizo, sesentaitantos; y a Stéphan, francés de origen africano, veintialgo, preparando las micas para las acreditaciones.



Squadra churra. En la puerta del centro de acreditaciones, Gianluca, italiano pero instalado en Suiza hace años.


mercredi 11 juin 2008

La alegría es solo portuguesa

Chesu, eliminaron a Suiza. Magtán se va a lamentar de haberse quedado dormido a mitad del segundo tiempo. Sin embargo, hay tono en el edificio: Portugal ganó de nuevo y es como si hubiera ganado el anfitrión. Tienes que comprender que en Suiza hay harrrrrrtos paisanos de Cristiano Ronaldo: representan casi un veinte por ciento de la población según escuché hace poco. Así que casi da la mismo que ya no jueguen los suizos, porque mientras continúen los "portós" la fiesta está grantizada. Hasta dónde llegará Austria?
Off topic: cuándo es el día del padre? acá no lo celebran y no quiero que se me pase sin saludar a mi viejo. yo estaba calculando que debía ser el 22 pero me ha entrado la duda, no será el 15? No, pues, es el TERCER domingo de junio, nosierto? Me pregunto y me contesto, chamare. Help!

Cotidianidades

Conforme avanzan los días tenemos menos trabajo. La mayoría de gente que por uno u otro motivo tiene que trabajar en el estadio ya ha recogido sus credenciales, de manera que últimamente solo recibimos procastinadores que llegan sin aliento al centro de acreditaciones unos minutos antes de que empiece su jornada laboral. O casos particulares como el de la empleada sudafricana de la Coca Cola que se acaba de dar cuenta que no ha traído su pasaporte y comienza a pensar que quizá no es que lo haya olvidado en el hotel sino que a lo mejor se lo han robado o se le ha perdido y entonces el problema ya no es que no podemos entregarle ni el saludo sin un documento de identidad sino que la pobre chica no sabe cómo va a hacer para regresar a su país porque encima no habla alemán ni francés y su vuelo parte en dos días. Le buscas el teléfono de su embajada, le haces la llamada desde tu celu, le imprimes un mapita de internet y le resaltas el punto donde debe quedar su consulado, le indicas el bus que debe tomar, le invitas un vasito de agua pa que se le pase el susto, y eso es todo lo que puedes hacer.
Pero también ocurre que como nuestro local es uno de los pocos a los que se puede acceder directamente desde la calle (o sea, no necesitas acreditación para entrar porque la idea es que ahí te dan tu acreditación) cae gente que quiere comprar entradas, protegerse de la lluvia o simplemente curiosear.
Este señor debería tener entre setenta y ochenta. Asomó la cabeza con un aire pícaro, y luego de unos segundos ya estaba sentado frente a mí. Señorita, qué hacen acá ah? Acá les entregamos las credenciales a las personas que tienen que venir al estadio. Ah, que bien, yo quiero una por favor. No señor, solo le puedo entregar una si usted trabaja acá y su empresa tiene que tramitarla con anticipación. Ah, ya, pero puedo ofrecerme como voluntario no? Claro, pero ya será para la próxima porque las inscripciones están cerradas. Bueno, qué lástima, muy amable de todas maneras.
Incluso lejos del estadio, en pleno centro de Ginebra, el uniforme hace que alguna gente se nos acerque a pedirnos información. Mientras esperaba el tram en la estación central, dos australianos se peleaban con la máquina de boletos. En realidad, son aparatos complicados, y a mí todavía me ocurre que me confundo y termino comprando todo al revés (sobre todo cuando mi hermana está a mi costado distrayéndome). Finalmente, uno de ellos agarró valor para preguntarme cómo coño podía para llegar al estadio para recoger, adivinen qué, sus acreditaciones porque trabajan para un auspiciador. Si no se pusieron a dar volantines de la felicidad fue porque justo pasaba nuestro tram y si lo perdíamos hubiéramos tenido que esperar un buen cuarto de hora por lo menos (ellos estaban perdidazos hace casi una hora).
En la puerta del centro comercial La Praille, que es donde suelo almorzar, me intercepta un grupo de hinchas con cabezas rapadas, botas negras, tatuajes y tufazo a trago. Con esas erres fuertes de los idiomas balcánicos me piden que les indique dónde comprar sus entradas. Les digo que dificulto que queden, pero que en todo caso no se venden entradas en el estadio. Que cómo que no las venden en el estadio, que dónde entonces. Les digo que no sé -de verdad no sé-, que busquen en internet. Con eso parecen quedarse tranquilos y me dejan continuar mi camino hacia mi almuerzo pero de pronto aceleran y vuelven a darme alcance: pero dónde en internet? qué dirección? Que no tengo idea, que les dije así por decir, en ebay, qué se yo. No están nadita contentos pero prefiero no quedarme a consolarlos.
Acá es la pantalla gigante?, nos pregunta otro sazonadísimo fanático cuando ya está por empezar uno de los partidos. Ha chequeado la pantallita plana, no gigante pero bastante decente, que nos han instalado en el local para que no caigamos en la tentación de tratar de meternos a las tribunas. No, señor, es más allá, mejor tome el bus. Pero y eso qué es? Es el televisor del centro, señor. Ah, puedo ver el partido acá entonces. No creo señor. Y por qué no, cuánto cuesta para ver el juego acá?
Felizmente tenemos chicos y chicas de seguridad muy amables y risueños. Dos de ellos acompañan al desorientado hasta la salida y se quedan conversando con él un rato.

dimanche 8 juin 2008

PoGOLski!!!

Después de que Lukas Podolski anotara su segundo gol en el partido Alemania-Polonia, los comentaristas de la tele suiza se preguntaban cómo se sentiría su padre, ex futbolista polaco. Difícil saberlo, pero de lo que no cabe duda es de que todo el equipo rival le estaba mandando saludos a la madre del guapachoso Poldi.
Dicen que el atacante del Bayern no celebró sus anotaciones, pero yo no puedo dar fe porque andaba haciendo zapping. Al final del encuentro, uno de los narradores recordó que este chico -acaba de cumplir 23 años- estuvo dispuesto a recuperar la nacionalidad polaca para poder integrar la selección del país en que nació (su familia se instaló en Alemania cuando él tenía dos años), pero nadie le dio bola.

samedi 7 juin 2008

Cuestión de estadio

Mi centro de labores, hasta la próxima semana no más, se llama Stade de Genève La Praille. Es un estadio nuevecito y más bien chico: fue inaugurado en abril de 2003 con un partido amistoso entre Suiza e Italia y tiene capacidad para treinta mil personas (la nostalgia me hace delirar o el estadio José Diaz es más grande?, otro sí: le dicen coloso de broma o así es su nombre oficial?). La Praille es el nombre del centro comercial adyacente que, junto con el hotel Ramada que queda al costadito, forma el complejo Stade de Genève-La Praille.
El sábado pasado, al final de la capacitación, nuestro jefe Uefa nos hizo un tour por todo el recinto: desde las tribunas hasta los vestuarios, pasando por la cancha. Eso sí, no podíamos pisar el grass porque estaban padeciendo para emparejar los colores (requisitos para la transmisión televisiva) pero me senté en la banca de suplentes y, obviamente, me olvidé de tomarme foto.
Los camerinos olían a recién pintado, de hecho los acababan de remozar. Nunca antes he estado en el vestuario de ningún estadio, pero por algún motivo este me parecía más bien modesto. O sea, todo muy espacioso, limpísimo (que es el estilo suizo) pero sin mayor cuchufay. Cuando ya estaba pensando que yo me había hecho injustificadas ideas de grandeza, alguien preguntó por el jacuzzi. No, acá no hay, le contestó nuestro guía. Entonces hay jacuzzi en otros vestuarios de otros estadios? Pues por los comentarios que escuché luego, parece que sí, y que no es nada del otro mundo además. No sé pero a mí me parece mucha gollería ya. Digo, terminas de jugar y te vas a tu casa pues no? o al hotel, al aeropuerto, whatever. Además, por lo menos hay 22 personas por vestuario, y si todos quieren meterse al jacuzzi? Guácala.
La cosa es que a mí me parece muy chévere mi centro de labores, y pueden darle una miradita la próxima semana si pescan en el cable el partido del miércoles 11 (República Checa-Portugal) o del domingo 15 (Turquía - República Checa).

En la luna

"Verdad que ayer te tocó Massimo Lorenzi?", es lo primero que me pregunta uno de mis coordinadores apenas piso el centro de acreditaciones. Quién?, le respondo, todavía amodorrada después de mi viaje en tren. "Lorenzi, el de la tele". Ajá, ya me tinkaba que ese señor tan grandote e impecable era una especie de celebridad, de hecho recuerdo su nombre porque no es usual recibir gente tan bien puestecita y perfumadita. Además, recogió una credencial de prensa, así que tan suspicaz tampoco había que ser. Pero de ahí a sospechar que tuviera frente a mí a una estrella de la televisión suisse-romande, pues francamente ni por aquí.
-"No lo conoces?", me repregunta incrédulo.
-Pues no, o sea sí, debo haberle visto la cara alguna vez, pero ayer con toda la gente que había no tuve tiempo para ubicarlo. Oye, y tú cómo sabes que yo lo acredité, si ayer no viniste?
-Me contó Valerie
Valerie es mi vecina de ventanilla, y aparentemente estaba cruzando los dedos para que Lorenzi, le toque a ella. Imagino que no es el primero y tampoco será el último famoso que me pase por delante sin que me dé cuenta. En principio, porque la mayoría probablemente provenga de otro país (tipo el Gustavo Barnechea de Noruega o , qué se yo, la Johanna San Miguel de República Checa), que fue lo que me pasó hoy por la mañana:
-"Te apuesto a que no sabes a quién le acabas de dar su acreditación", nuevamente mi coordinador
-Ni idea
-Thomas Helveg!!!
-...
-Helveg! uno de los más grandes jugadores daneses de la historia
-Manya, y todavía juega?
-No, si le acabas de dar una credencial de prensa
-Ya decía yo
-Creo que conduce un programa en su país
-Manya, haberlo sabido antes no?
En realidad no. De hecho, es la primera vez que uno de mis peores defectos -soy muy distraída- cobra ribetes de virtud: el manual del voluntario especifica puntualmente que debemos mantenernos discretos y respetuosos frente a las "personalidades" que crucemos durante nuestro trabajo: o sea, nada de autógrafos ni fotos. Ergo, estoy quedando reeeeegia sin querer queriendo.
Arriba: Massimo Lorenzi, o era Lorenzo Massimi? Abajo: El archifamoso Helveg

Manual de fiesta

Las autoridades helvéticas han anunciado que se mostrarán flexibles con los hinchas que quieran salir a festejar a las calles la victoria de sus equipos. Sin embargo, advierten que de todas maneras exigirán el cumplimiento de ciertas reglas, entre ellas:
-Solo se podrá tocar klaxon durante la primera hora que siga al fin del partido.
-Sigue estando prohibido sacar el cuerpo por la ventana del auto o subir al techo del mismo o a la capota.
-No se permitirá el uso banderas o banderolas con mástil en los vehículos.
-Los festejos en cada domicilio serán tolerados siempre y cuando ningún vecino exprese su disconformidad.
Qué tal?

Anti Nati

No le pregunten a mi esposo quién cree que va a ganar esta Eurocopa porque les va a responder que no le interesa. Eso, si está de buen humor, de lo contrario es muy probable que empiece a despotricar contra las obscenas cantidas de plata que ganan los futbolistas, el chauvinismo que se desata so pretexto de alentar a los equipos nacionales y el soterrado machismo de este deporte en particular. Por supuesto, lo que sí tiene bien claro Magtán es la terna de equipos que no solo no debe ganar sino que además debería ser eliminada lo antes posible, a saber: Portugal, Francia y, que lo perdone Dios, Suiza.
No es que tenga en contra de los portugueses. De hecho, nos llevamos muy bien con nuestros vecinos lusos del piso de arriba y del piso de abajo, del edificio del lado y del de más allá. En realidad, lo único que le preocupa de un eventual triunfo de Cristiano Ronaldo y Cía. es, literalmente, "que hacen mucho ruido". Cuando le hago notar que la selección de Scolari acaba de derrotar a los turcos y que, sin embargo, no se oye padre en los alrededores, él me hace notar que todos se han ido al estadio (aprovechando que jugaban en Ginebra, que es el estadio que nos queda más cerca).
En cuanto a Francia, pues nada, que es Francia, y que se van a poner aún más insoportables como se les ocurra campeonar. Finalmente, por qué Suiza? Pues porque los hinchas locales también harían mucho ruido en todo el país si la Nati consigue ganar alguito, porque -again- ya está harto de ver banderitas por todos lados y por algunos motivos más que ya no alcancé a retener porque Meirelles acababa de anotar el segundo gol.
Sospecho que en estos días se debe estar cumpliendo una de las peores pesadillas del bueno de mi marido: que la buena de su mujer se quede viendo fútbol mientras él trata de conciliar el sueño al otro lado de la cama.

vendredi 6 juin 2008

Mi Euro

En agosto del 2007, me conecté a internet y llené una ficha de la UEFA para postular como voluntaria a la Eurocopa 2008. En octubre recibí un mail para asistir a una entrevista en la sede de la UEFA en Nyon, cerca de Ginebra. Conversé con algún jefe de los voluntarios, me tomaron fotos y me hicieron probar ropa para tener registradas mis tallas. En marzo, cuando creí que había sido choteada en favor de alguno de los más de mil quinientos candidatos que se presentaron en esta zona de Suiza, me confirmaron que había sido seleccionada para el grupo de "acreditaciones" y me avisaron que tendría dos jornadas de capacitación, una a comienzos de mayo y otra a fines del mismo.
El domingo pasado comencé mi chamba como voluntaria en el estadio de Ginebra. No es nada espectacular pero te da la sensación de ser parte de algo importante. Tengo dos uniformes -turquesa con azul, y zapatillas incluidas-, una acreditación con acceso gratuito a los servicios de transporte público y bonos de 20 francos para almorzar.
Somos 25 gentes en mi equipo: varios suizos, una portuguesa, una tailandesa, dos italianos y esta peruana. Tres se me acercaron el primer día para hablarme de Perú: Laurence, suiza de unos sesentaialgo, había trabajado cinco años en la embajada de su país en Lima y "me fui porque si me quedaba un poquito más no me iba a ir nunca"; Pierre, un suizo-italiano, tiene un negocio de importación y trabaja con una empresa peruana que le vende un tipo de cuero muy fino, para hacer guantes, y queda en la avenida Alfonso Ugarte; Valerie quiere pasar tres semanas en el Perú el año próximo y me preguntó si conocía alguna agencia que organice tours personalizados.
Tenemos turnos de cuatro horas, durante las cuales recibimos a todo aquel que por cualquier motivo tenga que ingresar al estadio durante los días que se avecinan: desde el señor que desatora el baño hasta el periodista que cubrirá el evento. No, los futbolistas no van a venir, una lástima. Mi trabajo consiste en recibir a las personas que vienen a recoger sus acreditaciones al centro ad hoc que se ha instalado al lado del estadio, buscar sus nombres en la base de datos (hacer una búsqueda "compleja" en caso de no encontarlos a la primera y remitirlos a alguno de mis jefes si de todas maneras no aparecen), verificar que la foto corresponda a los criterios requeridos, caso contrario tomar la foto sobre el pucho con las camaritas que tenemos instaladas en cada computadora, imprimir el documento, hacer firmar el recibo e informarle a cada quien las especificaciones del tipo de acreditación que ha recibido: zonas de acceso autorizadas, requisitos a cumplir, días de validez, penalidad en caso de pérdida o robo (150 euros), etc.
"Farfán?", me pregunta un reportero holandés mientras esperamos que la impresora termine de vomitar su credencial. Me toma varios segundos comprender que me está hablando de Jefferson: con tanta gente hablando idiomas que no son los suyos tengo la impresión que nos comunicamos en una lengua intermedia en la que se combinan expresiones de todas las demás. "He's very good", agrega. Le digo que quizá en Europa pero que no tanto en Perú, se ríe, me dice que algo así ha leído. "Algerie?", se manda otro colega, esta vez turco. No es la primera vez que me pasa, parece que también tengo pinta de árabe o india. Cuando le respondo que soy peruana, me hace repetir tres veces el nombre de mi país y cuando finalmente capta la idea se me queda mirando como si yo fuera lo más exótico que ha visto en toda su vida. Quizá yo también haya mirado así a los africanos que han pasado por mi ventanilla en estos días, con esos apellidos tan musicales y larguísimos -una sola palabra pero llena de vocales-: primera vez que cruzo palabra con un etíope o con un zimbagwés.
Cuando le pido que verifique en la pantalla los datos que van a aparecer en su credencial, el jovencito casi adolescente de tez negrísima y ojos amarillos salta sobre su asiento: en el papel dice que él viene de Guinea-Bissau, et alors?, le pregunto, que él viene de Guinea no más, me responde y me disculpo por la ignorancia. No es el único: otro holandés, pelirrojo como el pájaro loco, resultó ser originario las Antillas Holandesas, y le dio un ataque de risa; cuando lo invité a pasar al "trouble shooting desk" para corregir ese detalle me pidió que no por favor, que le parecía un cague de risa y que se lo quería enseñar a sus amigos. Sin embargo, este tipo de errores son muy poco frecuentes, lo cual no deja de ser alucinante teniendo en cuenta la cantidad de datos que han entrado y salido de este sistema en los últimos meses: hasta el miércoles pasado habíamos emitido más de mil acreditaciones.
Qué cantidad de nombres que tienen los portugueses!!! no solo nombres de pila, sino también apellidos, el resultado es algo tipo Carlos Milton Mauro Da Conceicao Nascimento Andrade. La vaina a la hora de buscarlos es que pueden figurar con cualquiera de ellos, o con un apellido en lugar de un nombre, o cualquier combinación posible. Algo parecido ocurre con los turcos, no tanto porque tengan nombres largos sino porque el sistema no lee todas las vocales y acentos que utilizan, así que tienes que improvisar con lo que más se acerque al alfabeto occidental rogando que no hayan ingresado sus datos con errores de ortografía.
Los voluntarios hemos recibido un manual que incluye un glosario mínimo de frases cotidianas traducidas del francés al español, portugués, checo, turco e inglés. Intenté decir gracias y buenos días en turco y checo durante las primeras del primer día pero luego tiré la toalla, ahora solo pregunto: english? français? español? si me responden cualquier otra cosa dibujo la más amigable de mis sonrisas y empiezo a hacer señas.
Para llegar a Ginebra, tengo que tomar el tren y recorrer trayectos que pueden tardar entre una hora y pico hasta tres horas y algo, dependiendo de la conexión que pesque. Cuando me toca empezar a las ocho de la mañana, me voy en el tren de las 6:20 y aun sigo llego a las 8:25 al estadio. A lo largo del camino florecen las banderas en las ventanas de las casas y de los autos: ganan de lejos los de Portugal, les siguen los turcos y los checos empatan con los suizos que, pese a ser anfitriones, no terminan de entusiasmarse con el asunto. Razón no les falta tampoco. En general, campea la sensación de que si no fuera por la clasificación automática que le concede su condición de anfitriones, la Nati -como le llaman acá a la selección nacional- fácil que no pasaba. Yo creo que no es para tanto, pero no sé mucho de fútbol a decir verdad. Menos alentadora en todo caso es la situación de Austria, el otro anfitrión de esta Eurocopa: a pocas horas del pitazo inicial, reina la incertidumbre, los titulares no han sido confirmados y todavía está fresco el recuerdo de una petición que sacó roncha hace algunos meses: que los austriacos den un paso al costado para ceder su lugar a un equipo que sí mereciera disputar esta copa.
Después de casi una semana de chamba, estas son mis primeras conclusiones:
-El inglés está a punto de evaporarse de mi cerebro.
-Mi alemán todavía no me sirve para nada.
-Siempre hay formas de comunicarse con un portugués o un italiano.
-Si sueno cansada es porque lo estoy, el trabajo no es pesado pero el desplazamiento te machetea harto, o ya estoy bien vieja.