samedi 3 février 2007

La classe

Tal como sospechaba, mi curso de formación para profesores de idiomas va a ser además una lección de cultura suiza. Somos once. Dos hombres que si no son, chocan en el palo; uno de Friburgo, el otro suizo-alemán, de Zürich si entendí bien. Entre las mujeres hay una inglesa y una guadalupana -si es ese el gentilicio de las personas nacidas en la isla de Guadaloupe-, a su vez la única negra. Luego hay una suizo-italiana (del Tessin), tres suizo-romandes (hablan francés) y tres suizo-alemanas. Dos de mis companheras han adoptado ninhos, una en Nicaragua, la otra en Costa Rica.
Las profesoras se llaman Regina Imhof y Christine Horowitz. Hoy solo conocimos a Regina. Es alemana, vive hace como 20 anhos en Suiza y se siente suisse-romande. Todos nos hablamos en francés pero algunos de ellos están siguiendo el curso para luego ensenhar suizo-alemán -que no es alemán pero tampoco se te vaya a ocurrir decirles que es un dialecto (que lo es)- e incluso romansch que, agárrense, es una mezcla de italiano y alemán. Huelga decir que soy la única latinoamericana y, por lo tanto, la única que piensa ensenhar espanhol.
Todo esto lo averigüé en mi primera clase. Es el problema -o la ventaja si quieren- del enfoque comunicacional, que más o menos se resume en la consigna de ensehnar conversando, buscando temas de interés general, haciendo que cada quien hable un poco de sí mismo y, sobre todo, nunca dar la impresión de estar ensenhando gramática, proscribir términos tan simpáticos como adverbio, complemento directo o pasado imperfecto y olvidarse de los nunca bien ponderdos ejercicios con espacios en blanco para rellenar. Acá, a los estudiantes se les pone música, se les hace leer revistas y ver películas. Debe ser muy divertido cuando eres el alumno, pero anda a ver cómo te las arreglas cuando el profesor eres tú.
Yo aprendí todo -idiomas incluidos- bajo el viejo método de apuntar, repetir y memorizar. Nada de escenificaciones tetrales, ni canciones ni conversa con tu companhero sobre lo que almorzaste ayer. Pero parece que ese estilo ya no sirve, sobre todo en la ensenhanza de lenguas. Dicen que quienes aprendían repitiendo "Buenos días, mi nombre es Jose", luego no sabían cómo reaccionar cuando alguien les decía "Qué tal". Puede ser. La cosa es que ahora hay que aprender a ensenhar al estilo comunicacional -que, como su nombre indica, privilegia las habilidades comunicativas del hablante por encima de sus conocimientos estructurales de la lengua- y, bueno, en eso estoy.
Por ahora, ya me tinka que Marie France, la tessinoise, e Ian, el zurichois, no van a ser muy íntimos. Ella ha dicho sin mayor rubor que la lengua alemana es "invasora", él le ha dicho que esa es la típica letanía de los italianos, ella le respondió que los tessinois destestan a los italianos y que además todos le tienen pánico a eso que hablan los suizo-alemanes (su lengua, o sea), y el otro replicó que ídem los suizo-alemanes respecto a lo que hablan los romandes, que encima pronuncian pésimo cualquier otra lengua que no sea el francés, y ya venía la tuya pero por suerte la profesora retomó el curso del curso. A todo esto, la única escarapelada parecía ser yo. Tres idiomas oficiales en un país de ocho millones de personas es mucho? o es un saludable desafío de integración? Muy pronto para responder.
Primera clase, y a mí ya me viene pareciendo que este método está como que demasiado comunicacional.

8 commentaires:

Martha a dit…

Carajo! y yo que esta semana empiezo mis clases de Euskera, assshhhh, ya me estresaste!

Jen a dit…

asu, mis respetos

Martha a dit…

Oye profe, ya pensaste en como explicarle a tus alumnos el uso de "PUES"? jajajajaja

Jen a dit…

pues no, pero se aceptan sugerencias!!!!!!!!!

Anonyme a dit…

asu tantos idiomas en tan poco espacio??

Jen a dit…

si, poco falta para que instauren el quechua también, de puro multiculares

omar a dit…

Muy bien. Descubrí tu blog por casualidad y alguna vez te leí en "Somos". Me enteré que te casaste (contra todo pronóstico) y hoy eres una feliz sudaca en un país del primerísimo mundo (si es que existe ese país). Te felicito, escribes muy bien y realmente disfruto tus textos.

Jen a dit…

pues sí en esas andamos, gracias por la visita