dimanche 28 janvier 2007

Box pópuli, box dei

Siempre me ha dado un poco de roche confesar que me gusta el box. Generalmente, lo hago como muestra de solidaridad luego de que alguien comparte un placer vergonzante y de vez en cuando vuelvo a hablar del tema con Fiorella, otra fan. Asumimos que algo tiene que ver el hecho de mi viejo no haya tenido hijos varones, que nos llevara con él al estadio y nos sentara a su lado mientras veía las peleas. Algo familiar debe haber, porque nuestros parientes que se establecieron en Estados Unidos todavía conservan el hábito de reunirse para ver los encuentros, todos le van a De la hoya y se turnan para pagar el pay per view.
Pero para nosotras como que todo se terminó con Holyfield y Tyson. Claro que siempre quedaron las películas, que no solo nos hicieron conocer a leyendas que pelearon cuando nosotras éramos muy chicas (Rocky Marciano, Jack Lamotta, Mohamed Ali) sino que también nos regalaron ídolos de ficción.
Mi viejo nos llevó a ver Rocky al cine Mantaro, cuando vivíamos en Huancayo. Y hoy fui a ver la última de Rocky en el cine Rex de Payerne. Muy paja. El mismo loser de la primera vez, la cara chancada (sospecho que su imagen marcó severamente mis gustos masculinos en adelante), las palabras contadas. Demasiado aferrado al recuerdo de su mujer, sospechoso de haber sido mal padre a juzgar por la relación con su hijo; pero justamente pues, este no es superhéroe. De hecho, su sabiduría, si la tiene, consiste en hilvanar una especie de manual básico de supervivencia en base a lugares comunes, como "lo importante no es ser el que más pega, sino ser capaz de recibir los golpes y seguir avanzando".
No voy a negar que hay un ingrediente emotivo en mi simpatía por Rocky, pero además creo que era el mejor momento para ver a esta ex gloria, que se niega a tirar la toalla, y rehace todo el camino ya recorrido solo para darse el gusto de probarse algo. Qué? Todo depende del tramo de la vida en que se encuentre el espectador, creo. En fin, a mi me encantó. Si Rocky puede, todos podemos, sorry por el entusiasmo. De hecho, yo ya me he puesto a trabajar en el guión de mi película autobiográfica: Rucky LXIX.

samedi 27 janvier 2007

Tengo una vaca techeraaaa

La moda es mudarse al campo. Un poco como en todos lados, supongo. Al parecer, por más ordenadas, civilizadas y ecológicas que sean, las ciudades implican tráfico, falta de parqueos y precios más elevados. Mejor te vas a La Molina, a Villa, a Chaclacayo si ya estás verdaderamente harto. Luego ya te pondrán un multicine, un supermercado, un buen restaurante, tiendas, todo lo que necesitas para ser feliz, como si estuvieras en la ciudad.
Parece que así no son las cosas acá. Campo es campo, no fastidien. Con internet, pero sin buses contaminantes. Con excelentes redes eléctricas, pero nada de centros comerciales. Bueno, hay estas granjas reformadas, que las empresas inmobiliarias compran bajo el compromiso de mantener la armonía arquitectónica del entorno y las adaptan tipo minidepas. Los granjeros venden porque hay buena plata de por medio pero también porque con la expansión de las zonas residenciales, sus animales ya no tienen suficiente espacio para pasear, pastar y todo eso. Porque nadie te compra leche de vaca estresada por aquí.
Pero nunca es suficiente. Los citadinos se quejan de que las iglesias de los pueblos hacen sonar sus campanarios desde las seis de la manhana y luego cada media hora, hasta las diez de la noche. Les fastidian el mugido de las vacas y el olor del estiércol. El equivalente del hedor de la harina de pescado que de cuando en cuando invade Lima, es el purin, o sea el resultado de kilos de caca de vaca, bien chocolateados y esparcidos en el terreno de cultivo. Muy natural y biodegradable, pero no por eso menos pestilente.
La cosa es que los locales se niegan a hacer callar sus campanas y a seguir arrimando su ganado para que los nuevos vecinos se den por bien servidos. Y la ley les da la razón, al menos por ahora.
A mí no me molestan particularmente las campanadas. La verdad, no suenan tan fuerte como para despertarme, y de todas maneras me parece una tonadita amable, como si alguien te dijera acá estamos para cualquier cosa. Y las vacas también me dan una sensación de companhía. Ahora casi no las ves porque durante el invierno se quedan en los establos. Pero, a veces, cuando salgo a pasear con el perro, escucho sus cencerros a través de los portones.
Solo que anoche, esta vaca -Margueritte? Dominique? Fonelle?- mugió lastimera y sostenidamente por horas, y no solo eso sino que sus companheras le contestaban, resultando en un insólito concierto vacuno. Qué tales pulmones. O sea, la granja no está al costado de mi casa, sino como a 200 metros, hacia el frente. Pero era como si la tuviera en mi banho. Tampoco le voy a echar la culpa de mi insomnio, de hecho no pensaba dormir mucho anoche.
Dice Magtán que también la escuchó (lo cual no le impidió emitir secuencias de ronquidos bastante sonoras también) y que seguramente estaba pariendo. La pobre. Que como durante la primavera las hacen pisar, pues nada, ocurre que por estas fechas desembuchan. Y que por algún motivo, suelen dar a luz por las noches. Muuuu, muuu, muuuy mal humor es lo que voy a tener como se les ocurra a todas ponerse de acuerdo. Ay, el campo y su tranquilidad.
Nos mudamos en marzo, llueva, truene o relampaguee.

jeudi 25 janvier 2007

Uso horario

Yo sigo siendo normal, solo que el contexto ha cambiado. Te parece raro despertarte y compobar que no he pegado un ojo, que la computadora sigue prendida, que ya terminé de leer otra pila de revistas. Pero si te pones a pensar, dentro de unos minutos, cuando me acueste, apenas te hayas ido, será apenas la medianoche allá.
Lo anormal entonces no es seguir despierta a estas horas, sino estar acá. Tan anormal como sería despertarme tempranito cuando no tengo que enfrentar ningún plazo a punto de vencer, ningún retraso inminente, ninguna fecha demasiado postergada ya. Para qué pues empezar normalmente un día tan anormal. Podría ser incluso peligroso. Mucho tiempo para pensar, nunca se sabe.
Entenderás pues que por ahora prefiera mi antiguo horario no más, gracias por no insistir. Solo déjame seguir allá por un rato, aunque el reloj marque la hora local. Como si el día comenzara al mediodía, cuando el perro salta de la cama para hacerte la fiesta, y yo comienzo a sentirme culpable -y, por lo tanto, normal- porque nuevamente vas a comer fritura. Viste cómo podemos ser normales de diferentes maneras.
Sobre todo, por favor, no te agobies por mí. Recuerda que eres como mi flyhostess en este viaje que no sabemos cuándo terminará. Si tú pierdes la calma, mejor empezamos a rezar.

mercredi 24 janvier 2007

Hombre salir temprano a trabajar ...

... mujer quedarse durmiendo en la casa. Si hombre no fastidiar mucho, mujer poder acostumbrarse. Él cazar caballosaurio con su tarjeta de crédito, ella tirarlo en la sartén.
Nombre sugerido para nueva columna: Monólogos de la vajilla.

lundi 22 janvier 2007

Pasivo-pacífica

Cuando no eres nadie no tiene sentido hacer sentir tu presencia. Nadie te va a saludar, nadie te va a mirar con curiosidad, nadie va a reconocerte sin atreverse a hablarte. Mejor que ni se enteren que llegaste. Hablas menos, escuchas más. Sobretodo observas.
Cuando no hablas en tu idioma, el sentido del humor ajeno se te escapa y el propio es muy difícil de articular. El doble sentido en tu lengua materna no tiene sentido alguno fuera de tu territorio. Si entiendes el chiste, llegas muy tarde a la réplica. Eres menos ocurrente, más predecible. Quieres decir manya! y no sabes cómo porque eso no te ensenharon.
Cuando dices malas palabras en otro idioma, ni tú mismo te la crees. A ver entona correctamente trou du cul (hueco del culo, u ojete en todo caso) o haz el gesto adecuado al mismo tiempo que gritas couillon (huevón, casi literalmente). O di simplemente barbecue (parrillada) sin que suene a barbe au cul (barba en el culo). No es pues. Así que evitas las malas palabras o cualquier cosa que se le asemeje, y entonces eres casi otra persona.
Una persona que no mira a los ojos, que mira obsesivamente los labios para tratar de pescar la mínima intencionalidad semántica. Una persona que toma la palabra casi pidiendo permiso, asumiendo que algo está articulando mal, que va a tener que repetir, reformular o decir que no, no dije nada, olvídalo.
Alguien me dijo una vez que soy "pasivo-agresiva" por esa costumbre de sugerir sin decir, de sonreír mientras el resto tira la toalla, porque es preferible que te hagan un reproche en la cara a que te enrostren sin palabras tu falta de fortaleza. Pasivo-agresiva, puede ser. Solo que por ahora ando pasiva no más. Y un poco menos agresiva, quizás.

Efiméride y otros

Primer mes de casada, sin mayor novedad. Todavía nos sonreímos cuando se cruzan nuestras miradas pero no me agobio, ya pasará. Por lo demás, todo tranqui.
Dicen los del clima que manhana se acaba la fiesta y vuelve el invierno con todas las de la ley. Habrá nieve, tormenta y mucho frío.
La semana anterior fue cumpleanhos de Zambi pero no se la pasó muy bien porque una garra se la había clavado en la piel, así que hubo que llevarlo al vetó y soportar sus desgarradoras crisis de pánico. Un perro faldero y muy lastimero.
Salí regia en mi test de francés, tanto que el único curso donde quieren ponerme es uno de preparación al DALF (tipo TOEFL pero francés) que comenzó en setiembre y termina en mayo!!! Creo que no la hago.
Fuimos a ver Apocalypto y descubrí que Rambo es tataratataratataranieto de este guerrero maya (o es azteca?), Garra de jaguar creo que se llama. Salvo por el hecho de que aparece una pantera y todos le dicen jaguar (o hay jaguares negros? o ya necesito otra medición óptica?), me gustó la peli. Pero sigue siendo un misterio para mí cuál es la intención de Mel Gibson con estos despliegues técnicos, hiperrealistas hasta el vértigo. O sea, hay alguna intención además del box-office?
Qué más. Las clases de yoga fueron todo un hallazgo. En un pueblo donde solo hay iglesia (con minicementerio adyacente, para los decesos del barrio) y laiterie (lechería: tienda de leche y quesos; no de yogurt, ni de leche condensada, tampoco descremada), descubrir un curso de yoga al que puedo llegar a pie fue un acontecimiento. Solo una vez a la semana, pero casi en la esquina de mi casa. Claro que luego de la primera clase, todo me dolía tanto que incluso ese breve tramo se me hacía imposible. "Si sufgues tanto, paga qué vas", opinó el esposo y casi no celebramos este primer mes.
También descubrí los buses del correo, que son como combis -solo que amarillos y en perfecto estado- que salen del pueblo -al ladito del auditorio comunal, que además es el local del yoga- hacia la estación de tren, cuatro veces al día. Como su nombre indica, pasan a recoger las cartas, encomiendas y demás de cada village y se estacionan unos cinco minutos por si a algún rural se le antoja conquistar la gran ciudad. Cuestan lo mismo que los buses urbanos a menos que, como yo, tengas tu carte mi-prix (tu carnet de medio precio). Ya probé, llegué en 4:37 minutos a la estación de Villaz-St. Pierre, porque no había un alma más en los dos paraderos del medio. Así las cosas, casi dan ganas de quedarse a vivir en el campo.
Ya dije que hoy cumplo un mes de casada, no? Qué cosa más rara, chico.

lundi 15 janvier 2007

Yara con el erizo


Esta anécdota debo haberla contado 37 veces: días antes de que dejara El comercio, Fernando Ampuero se dio una vuelta por Somos para felicitarme por el inminente enlace intercontinental y para, muy a su estilo, darme una idea de lo que me esperaba profesionalmente en Suiza. "Querida, sabes cómo es el periodismo allá. Mira, encuentran un erizo aplastado en la carretera; hacen una conferencia para discutir cómo evitar más muertes de erizos, se abre la polémica sobre cuál es la velocidad más adecuada, qué tipo de luz no los perturba ..." Como siempre, Fernando me hizo reír de buena gana. Luego me preguntó si mi futuro esposo tenía cabello, y se mostró satisfecho cuando le dije que le quedaba poco.
El hecho es que lo que me parecía una típica exageración de la idiosincracia de un grupo de gente -los suizos en este caso- ayer se mostró mucho más cerca de la realidad de lo que yo hubiera imaginado. No es que la foto de un erizo despanzurrado haya ilustrado la portada del periódico (no hasta hoy por lo menos), pero mientras Magtán le explicaba a la senhora de la oficina comunal -como quién dice la municipalidad- mis coordonées para que me registre en actas como corresponde; encontré, entre las decenas de folletos informativos que hay en cada dependencia oficial, el afiche de la asociación Pro-herisson, o sea Pro-erizo, con página web, línea telefónica 24/24, reunión semanal de miembros y afiliaciones abiertas para los voluntarios.
Que cuando a los ericitos les falta comida o buscan pareja pueden recorrer kilómetros exponiéndose a morir atropellados. Que contra lo que la mayoría de automovilistas piensa, los herissons no se hacen una bolita cuando se acerca el carro, sino que se desubican por los faros y siguen avanzando con los trágicos resultados que todos conocemos. Que solo una toma de conciencia en este sentido podrá mejorar las cosas y que no es solo cuestión de manejar despacio en rutas rurales; también hay que tener cuidado al podar el jardín o hacer fogatas porque el suenho de estos mamíferos insectívoros es profundo y pueden morir asfixiados o terriblemente mutilados. Ah, que si alguien encuentra uno de estos amigos espinosos herido, no le vaya a dar leche ni frutas, porque no pueden digerirlas.
A todo esto, primera vez en mi vida que veía erizos fuera de un plato de cebiche. Bien bonitos, todos trompuditos. Me olvidé de preguntar si se comían, pero acordé de una amiga mía que salva caracoles de los inclementes pisotones de los miraflorinos. Los saca de las veredas y los deposita delicadamente en el jardín más cercano (no creo que los caracoles suicidas frustrados le tengan mucho aprecio). Debería mudarse para acá ella. Aunque quién te dice que el presidente de Pro-herisson no es un amante de los escargots a la parmesana.

Cambalache

Magtán se sabe de memoria lo que he dejado en Lima. Mis padres, mis amigos, mi trabajo ... De vez en cuando me lo ve en la cara, creo. O lo sospecha cuando me quedo callada de pronto, con la cabeza medio volteada hacia la derecha, la mirada en punto muerto. "Qué tienes ahora que no tenías antes?", me pregunta en medio de una de esas evasiones de conciencia. Ah? "Qué tienes ahora que no tenías antes?" Me enternece su esfuerzo por formular la pregunta en espanhol. Muchas cosas, amor. "Qué cosas?" ... menos estrés, más tiempo libre, más sexo (sonríe), tú ... "Varias cosas no?" Claro, un montón. "Qué bueno". Se voltea y los pocos minutos ya está dormido. También tengo estrellas fugaces, pienso. Pero mejor se lo voy a decir manhana.

vendredi 12 janvier 2007

Ventanita


Justo sobre mi lado de la cama hay un tragaluz. Por las noches, se ven las estrellas, y hace poquito pasaron tres estrellas fugaces, una detrás de la otra. La primera me tomó desprevenida y sin deseo, así que inmediatamente me puse a pensar qué le pediría a la proxima étoile filante que pasara sobre mi cabeza en las noches siguientes y cuando ya estaba a punto de dormirme pasó la segunda, pero para ese momento el deseo que tanto había craneado ya me parecía una huachafería y encima se me lenguó la traba al enunciarlo. Estaba en plenos autorreproches por mi absoluta nulidad en estos asuntos cuando, zas, pasó la tercera y me pescó igual de desprevenida. Así que ya no les pido nada, que pasen no más. Eso sí, siempre pasan. Parece que es la época. De hecho, hay una especie de día de la estrella fugaz, con tour y todo: te llevan a una colina, en una noche determinada y se supone que pasan hartas estrellas fugaces. Ahí sí que la haría con mis deseos. By the way, han visto el sol que pasa por mi ventanita? Estamos a mediados de enero!! Dicen los de la méteo que casi no habrá invierno este anho. Yes.

Pizzaiolo


Magtán preparó pizza para cenar y le quedó buenaza. Harto salame y tocino. Lo mejor fue que esta vez no se olvidó de ponerle la mozzarella. Solo que teníamos tanta hambre que cuando se me ocurrió tomar la foto, ya solo quedaba este pedazo. Pero ahora ni siquiera encontrarían las migajas. Si les digo que estuvo de primera, incluso sin ají panca.

Salón de belleza


El primero en enterarse de que este será el anho más caluroso de toda la vida -sí, también aquí- fue el perro. En pleno invierno, con la lengua afuera, sobre todo dentro de la casa. Como buen poodle, su pelaje lo protege de los climas muy fríos, como el invierno de este país; pero en primavera hay que peluquearlo. No estamos en primavera, pero su termostato interno le dice que sí, y los meteorólogos le dan la razón. Esta tarde, su peluquero estrella, y su duenho para mayores senhas, procedió a aliviarlo de sus agobiantes rulos, bueno de algunos. Zambi se dejó hacer, tranquilo, casi agradecido. No le vacila mucho que le trajinen las patas, la cola ni la zona pudenda, pero no hace mucha alharaca.
Yo también estoy necesitando una recortadita de pelo, pero para ese me traje mis ahorros, a mí nadie me toca mis partes pudendas.

jeudi 11 janvier 2007

Federrá

Ayer me olvidé de la que debía ser la última línea de mi post Día de la Independencia. Entonces, donde dice "me estoy pareciendo cada vez más a mi misma", debe decir: "... me estoy pareciendo cada vez más a mi misma. Y me temo que esa no era la idea de este viaje".

mercredi 10 janvier 2007

Día de la independencia



Hace tiempo que no hacía tantas cosas sola, por mi cuenta, bailando con mi panhuelo. Bueno, tampoco es que me las haya arreglado solita como en los lejos tiempos (que no son viejos; pero de ninguna manera están cerca), porque aún dependo de mi guapachoso bastón, pero lo de esta tarde no estuvo nada mal.
Al mediodía, esposo se desvía del camino a la chamba para llevar a esposa al centro de Friburgo, donde ella tiene que rendir un examen de clasificación para el curso de francés que está empenhada en llevar as soon as possible. Luego de su evaluación, esposa tiene que ir a la estación central, comprarse un abono mi-prix, o sea medio precio, averiguar los horarios de los trenes que van a Rosé, comprar aceite de oliva, una colchoneta de yoga para las clases que tomará a partir del viernes, calcular bien su tiempo y subirse en un tren que la deje en Rosé alrededor de las cinco y pico, hora en que esposo la estará esperando, luego de haber terminado su jornada laboral por ahí cerquita.
El examen, papaya, para qué les voy a mentir; hasta me mandé a tomarme una foto antes de entregarlo. Espero que me coloquen en el nivel 2 por lo menos, pero los resultados me los enviará por e-amil la chica de la Unipop (como le llaman a la Université Populaire). Mi abonnement por un anho para pagar medio precio en el tren me lo van a mandar por correo convencional. Pataleé un poco para descifrar los horarios de los trenes, o más bien el folletito que te dan para que estés al tanto de los horarios. De todas maneras, logré treparme al tren que salía de la estación de Friburgo a las 5:02 de la tarde, de manera que llegué a Rosé a las 5:11 en punto; y ahí estaba él, muy orgulloso de la gracilidad con la que me desplazo por su país.
No más no encontré colchoneta, pero en cambio me compré unas panties marrones bien gruesas, tres libritos miniatura con recetas para "principiantes" y tarjetas telefónicas para llamar a Perú y a Bélgica.
Balance sumamente positivo, salvo por mi reencuentro con el estrés. No dormí, no comí, fumé. Y sé que no era para tanto, que aunque el tren me llevara hasta Laussane, para algo tengo celular, ya me iría a recoger esposo; que por mucho que me bloqueara en el test, es solo un cursito de nivelación, sacré Dieu! Pero no pues, yo quiero hacerlo todo bien; y además bien rápido. El pobre esposo deberá entender eso a la brevedad para que deje de estar tratando de hacerme reír o distraerme en plena crisis de ansiedad. Su vida puede correr peligro, por no hablar de nuestro bisonho matrimonio.
Bueno, ya no jalo. Me jateo sobre el teclado pero estoy contenta. Ya sé tomar el tren, pronto comenzaré a estudiar ... me estoy pareciendo cada vez más a mi misma.

mardi 9 janvier 2007

Hipofagia


La carne de caballo tiene un color rojo oscuro, si se tratara de carne de res uno diría que está un poco malograda, machete. Es más barata que su homóloga de vaca, se digiere mejor, tiene menos colesterol, harto hierro y todas las proteínas inherentes. Dicen que su gusto es algo dulzón y al momento de la cocción suelta un olor fuerte, bueno, diferente en todo caso. Hay quienes prefieren el caballo poulain o tierno, pero los expertos aseguran que, como decía el cantante, la carne de caballo viejo es más sabrosa y tiene menos nervios.

Su consumo no es parejo en Suiza. Casi nulo en la región alemana, va in crescendo en las zonas romandes o francófonas. De hecho, los criadores locales –sobre todo de la zona de Jura- están reclamando al gobierno que reduzca la exportación (de Argentina, Australia, Estados Unidos, etc.) para que ellos puedan obtener más beneficios con la venta. Al parecer los italianos también tienen especial predilección por esta carne, mientras que en Francia, la proporción caballo/ciudadano ha bajado a menos de un kilo en los últimos anhos.

Los detractores de la carne de caballo consideran que siendo este animal un eslabón entre el hombre y la vida salvaje, su consumo es casi perverso. Además, senhalan que las condiciones de transporte y sacrificio son inhumanas, lo que también se aplica para casi todos los animales que nos comemos.

En general, la oferta de carnes es amplísima y si no quieres comer caballo, no vas a pasar hambre. En los supermercados encuentras cortes de venado y ciervo, trozos de pavo, of course, e incluso menudencias -corazoncitos de conejo, higaditos de pollo- que en Lima solo venden en los mercados de barrio, si no me equivoco. En casa, el refrigerador suele estar bien surtido de carnes: chuletas de chancho, emincé de res (para el lomo saltado), pechugas de pollo y steaks de caballo. Muy de vez en cuando compramos pescado congelado: yo no entiendo los nuevos nombres, me parece que son muy delicados de cocinar (a mi solo me gustan fritos, y se desmenuzan cuando los volteas, una desgracia) y el precio no es muy simpático, a decir verdad.

En alguna de sus visitas al Perú, Magtán probó cuy (cochon d’Indes le llaman acá, que sería algo como cochinillo de Indias) pero el sabor le pareció ahí no más y la presentación –entero sobre el plato- le resultó un poco chocante. Aunque el cuy (que en francés se pronuncia igual que testículos: couilles) es un animal doméstico en la mayor parte de Europa, él no le tiene mayores reparos afectivos, es solo que no le gustó. Por eso se burla un poco de mi reticencia a probar carne de caballo. En mi caso, tampoco se trata de una barrera moral o emotiva, o tal vez sí, difícil saberlo. Lo cierto es que, a diferencia de él y de la mayoría de personas que conozco aquí por ahora, yo no soy taaaaan carnívora. Así que no ando a la caza de nuevos sabores en este rubro, prefiero las pastas y las legumbres y, por último, me quedo con el chancho y el pescado.

Las sobrinas de Magtán tienen dos cuyes, bien peludos y gorditos. Se morían por ensenhármelos y yo me hacía la que salivaba mientras los sacaban de su jaula. Me preguntaron si alguna vez había matado cuyes y les dije que sí, agarré a la rolliza Nieve y les ensenhé cómo supuestamente les torcía el cuello en mi cabanha de la estepa limenha (luego mi vieja me dijo que ni cagando, que así no se mata a los cuyes). No se imaginan los gritos que pegaron las pobres, creo que hasta la cuicita se asustó. “Ah, pero yo no como caballo”, les dije. Tampoco cuy, en realidad. Hay que escarbar para sacarle carne, tiene que estar bien condimentado, sino no sabe a nada, pero eso no les dije. Ya mucha explicación ya.

Hace unos días hice un estofado de caballo que no probé en ningún momento de la preparación. Dice Magtán que estuvo bueno, que solo mucha papa (o sea, era estofado, no?) y que ahora puedo probar con chicharrón de caballo o lomo de caballo saltado. Ya me parece demasiado entusiasmo, aunque puede ser, total. Quién sabe si estoy destinada a ser la donha Cucha de la cocina novohelvéticandina.

lundi 8 janvier 2007

Aquella mujercita


No sé si se acuerdan de la colección de libros Ariel, una que venía con dibujos y traía clásicos de la literatura y otros no tan clásicos, como Heidi. De esto, hace más de 25 anhos, advierto. Bueno, la cosa es que yo siempre lloraba cada vez que releía (por qué lo releía??? qué enfermita) la parte en que la tía mala gente deja a Heidi con su abuelo, cuando luego vuelve esta desgraciada para llevarse a Heidi a Franckfurt y luego cuando Heidi y el abuelo se reencuentran. Pero felizmente no todo era sufrimiento, las cabritas de Pedro, el queso del abuelo y los volantines en la montanha me parecían el summun de la felicidad. Y el papá de la tullidita se me hacía casi perfecto, salvo porque casi nunca estaba para impedir las maldades de la institutriz que no dejaba que Heidi guardara pan fresco para su abuelo.
En fin, hasta hoy no me había dado mayor cuenta de que me he mudado a la tierra de Heidi, y más precisamente de su autora Johanna Spyri (Zürich, 1827-1901). Pero esta tarde, entre las cosas que Magtán recoge en su chamba para coleccionar o vender por internet, de pronto apareció este libro con dos cabritas en la portada. A su costado, una púber bien chaposita. El título: Heidi Grandit, o sea Heidi creció.
Traducida a cuarenta idiomas y adaptada reiteradamente para el cine, la historia de la pastorcita concebida por Spyri fue publicada por primera vez en 1880, en alemán. Luego, la autora agregó sus propias secuelas, pero el éxito fue tal que tras su muerte se siguieron publicando adaptaciones, como esta que tengo en mis manos.
No, no hay manera de que me sople nuevamente las aventuras de esta Heidi quinceanhera, pero he mirado los dibujitos y están los mismos personajes de antanho (hace rato que quería usar esta palabra), incluidas las cabras Blanchette y Brunette (la blanquita y la morochita, o sea). Heidi está por aceptar la invitación de Clara para irse a pasar una temporada a un instituto de senhoritas en el lago Leman, acá por Ginebra creo, y en las últimas páginas se menciona con sospechosa reiteración a un tal Thony. El abuelo, muy bien felizmente.

P.d: Me acabo de acordar de que también releía morbosamente La cabanha del Tío Tom y Corazón, de los Apeninos a los Andes. Es más, estoy casi convencida de que abría cada libro en la parte en que separan a la esclava de su hijito y en que matan al soldadito italiano en la guerra, respectivamente o sea. Y luego me preguntan por qué soy tan fan de la terapia.

dimanche 7 janvier 2007

Miscelánea

-En los banhos de centros comerciales y estaciones de tren de la ciudad de Friburgo, te sentirás como en una discoteca. Todos están iluminados con una especie de luz ultravioleta cuyo objetivo es estorbar a los malogrados cuando quieren inyectarse algo. Puedes probar, no hay manera de distinguir la vena.
-Los cines tienen un intermedio de como diez minutos durante la proyección de las películas.
-Difícil encontrar una película que no esté doblada al francés.
-Raro escuchar a Jack Nicholson decirle "connard" a Mat Damon en Les Infiltrés de Scorsese.
-No te olvides de tu carrito en el supermercado. Los carritos de compras están en los estacionamientos, y tienes que insertar dos francos para que se desenganchen. Haces tus compras, pagas, metes todo de nuevo al carrito, bajas al estacionamiento (hay una escalerea eléctrica especial para carritos, al costado de la escalera eléctrica para la gente) pones tus compras en tu auto y al momento de dejar el carrito en su sitio recuperas tu moneda. Un día Fiorella y yo nos olvidamos del carrito al costado de la caja, como si estuviéramos en Lima. Los demás clientes no sabían qué hacer y Magtán tuvo que ir a recoger el dichoso carrito, pedirle permiso a la senhora que ya estaba pagando sus compras, pasar empujando y un roche.
-No hay chicos uniformados que te lleven tus cosas hasta el auto, el taxi o la casa.
-Hay supermercados que te cobran por bolsa. La idea es que cada quien venga de su casa con una bolsa, para reducir la contaminación. Si no quieres colaborar con el medio ambiente, pagas tu bolsa para financiar tu polución.
-En las trattorias no te dan orégano ni ají panca para tu pizza.
-Acá son tres besos en la mejilla. Al segundo ya todo te parece too much y tienes ganas de empezar a saludar dando la mano no más.
-Hay dos canales cantonales: TSR1 (Télévision suisse-romainde 1) y TSR2 (Télévision suisse-romainde 2). Es gracioso escuchar a Raymond Romano o a la doctora Grey haciendo sus comentarios gringos en francés pero al rato te aburres y te conectas al audio en vivo de RPP. No es broma.
-Hay mafias de traficantes de pitbulls que los traen de Europa del este o de Italia. La raza está prácticamente prohibida: si ya tienes uno, bueno pues; pero no pueden reproducirse y las licencias para los criadores son muy restringidas.
-A la primera consulta, el veterinario aprovecha -sin consultarte- para implantarle a tu perro -sin importar su raza- un chip. Ahí aparece tu nombre, dirección, teléfono, e ídem del perro, por si se te ocurre abandonarlo, maltratarlo o cruzar alguna frontera sin tomar las medidas sanitarias pertinentes.
-Cada vez que te mudas tienes que inscribir a tu perro en la municipalidad respectiva.
-Está prohibido cortar orejas y/o rabos a los perros.
-El papel higiénico se bota en el water. Las toallas higiénicas, no.
-Si vas de visita y la pegas de servicial, antes de botar tus restos de comida a la basura, pregunta si en la casa preparan "composte", es una especie de abono que se hace mezclando todos los restos orgánicos y luego se esparce en la tierra cultivada para enriquecerla.
-Algunas personas esperan que te saques los zapatos al entrar a su casa, para no danhar el parquet. Mejor evitar las medias impresentables y echarse talco. En verano, pedicure de rigor.
-Si te emborrachas y tienes que manejar, llamas a la gente de Nez Rouge (Nariz Roja) para que te vengan a recoger. Es una ONG que trabaja con voluntarios y vive de los aportes de sus benefactores. Acá se quejan de que se demoran mucho para llegar.
-Debido a la lluvia, la nieve, la niebla y otros factores climáticos, los accidentes de tránsito en carretera han aumentado. Habrá como dos por semana, digamos tres en una semana apocalíptica.

P.D: uf, qué roche, Magtán me pide corregir ipso facto que no es Télévision Suisse Romaine, sino Romande; y que no es televisión cantonal sino lingüística (porque hay también Télévision Suisse Italienne 1 y 2; y Télévision Suisse Allemanique 1 y 2. Bueno, a quién se le ocurren tantas complicaciones no?????

samedi 6 janvier 2007

Apunten

-Té Hornimans, de canela y clavo
-Galletas de soda, Field de preferencia
-Queso Edam Light
-Jamón light
-Starbucks (o, en su defecto, solo el tchai latte con leche descremada)
-Helado de lúcuma D'Onofrio
-Arrocillo de colores (o arroz atómico del blanquito aunque sea), cocoliche y maíz inflado
-Botellas de agua de más de medio litro y menos de un litro
-Chocolates chicos, tipo Princesa
-Gomitas Mogul
-Maní confitado

Por ahora, eso no he encontrado en los delirantemente enormes supermercados locales. Como verán no es nada "telúricamente" peruano (quizá el helado de lúcuma, pero no decían que estaban exportando nuestra fruta de bandera a todos lados??? hasta aguaymanto he visto y ni siquiera en el "rayon exotique"), es simplemente que no hay. Lo van metiendo en su maleta, por fa, para cuando vengan por acá.

vendredi 5 janvier 2007

Libre al fin


Hoy cumplo un mes en Suiza, y la efeméride se me hubiera pasado de no ser porque hoy, vía correo postal, recibí mi autorización de estadía. Es decir, hasta ahora tenía una visa especial para matrimonio, que tiene una validez de noventa días, plazo en el cual tenía que casarme o, caso contrario, abandonar el territorio de la confederación helvética sin pena, gloria, dudas ni murmuraciones.
La visa de novia solo te permite una entrada, es decir nada de turismo hasta que usted se case, porque si sale no vuelve a entrar, que esto no es un tour placentero sino un compromiso matrimonial oiga usté. Dicho sea de paso, en estos treinta días ya cometí mi primer delito: me fui a Francia para Anho Nuevo, pero eso entre nos.
Magtán no entendía mi agobio cuando recibí la dichosa visa de novia, hace ya como tres meses. O sea que no puedo salir de Suiza hasta que me den la autorisation de séjour? No, amog, pego dónde te quiegues ig. No sé, es que, tú sabes, tu país apenas tiene 41 mil kilómetros de superficie, ves? y el mío tiene un millón 285 mil punto 215 kilómetros cuadrados de Tacna a Tumbes, entiendes? No, amog. Es que en Suiza hay 7.5 millones de habitantes, la misma cantidad que en Lima!!!! Amog, tú mides un metro y medio, paga qué quiegues un país tan gjande!!!! Así de práctico me había resultado el esposo. Y yo así de neura le salí. Se me ocurría que fácil iba a venir Juanes a cantar a Berlín, o que Manu Chao se presentaría en Amsterdam, y yo encerrada en mis 23 cantones. Yo, que no voy a conciertos porque no veo nada y me da claustrofobia. Pero por algo hay que angustiarse en esta vida.
Bueno, ahora estoy autorizada a desplazarme como jenny por su jato durante un anho en Suiza y el territorio Schengen (esa visa ya la tenía lista por si la historia de amor no funcionaba y me daba demasiado roche regresar al Perú con la humillada cerviz). Solo que no sé a dónde quiero ir. Ta bonito por acá, a decir verdad. Además, manhana vamos a hacer las compras para la semana, tengo que llevar al perro al veterinario porque parece que esta resfriado, quizá vayamos al cine en estos días y ahora sí estoy decidida a ver cómo me sale una receta estilo chifa. Pero mi flamante permiso me reclama estreno inmediato. Ay libertad, francamente, a veces me abrumas con tu abanico de posibilidades.

mercredi 3 janvier 2007

Jurassic père

Estaba por comenzar el partido Suiza-Francia, y los helvetas llegaban embalados luego de empatarle y ganarle a alguien. Con mi francofilia en serio conflicto, le dije a Magtán "seguro el himno de tu país no es tan bonito como la Marsellesa". Uy, quién me mandó. Me salió con que Suiza no era su país, "je suis jurasien, pero tampoco me sé el himno". Asu, juat?
La primera noticia que tuve del cantón de Jura provino justamente de mi webnovio, cuando entre coqueteos y no muy sutiles verificaciones de información me dijo que había nacido ahí. Quise pero no pregunté Jura?? qué es eso?, porque en ese momento mis intereses poco tenían que ver con lo geopolítico. Poco a poco, fui enterándome de más cosas sobre la tierra de los Hamel.
"Somos los cholos de Suiza", me dijo otro día, lo que derivó a una larga y complicada discusión sobre lo que él había aprendido que significaba cholo (no olvidar que había venido al Perú por su cuenta tiempo atrás), por qué en su opinión yo no calificaba como tal y, por consiguiente, qué cuernos me había querido decir con eso de que los jurasiens son los cholos suizos. Las definiciones sociológicas son demasiado sutiles per se como para encima abordarlas en otro idioma, así que aquella conversación no fue demasiado ilustrativa.
Ahora tengo una percepción un poco más clara del país de Jura y su gente. Yo diría, siempre puedo patinar, que son más bien los arequipenhos de Suiza, pero más precisamente, creo, los punenhos, o una mezcla de ambos, todo esto dicho con mucho carinho por supuesto. Bueno, a ver, ustedes dirán.
El cantón debe su nombre a la cadena de montanhas Jura (exacto, que datan de la era jurásica), que atraviesa Suiza de oeste a este, y que junto con el Plateau y los Alpes forman las tres principales regiones geográficas del país. El cantón de Jura está en medio de este macizo de colinas, límite natural con Francia.
Históricamente francófono y católico, el Jura fue anexado a mediados del siglo XIX al cantón suizo-alemán y protestante de Berna como consecuencia de uno de los múltiples reacomodos bélicos y políticos de esa época en Europa. La cosa nunca cuajó. Los jurasiens fueron macerando un sentimiento de marginación alimentado por el escaso interés de las autoridades cantonales en mejorar las vías de comunicación y la infraestructura de la zona. Durante mucho tiempo, los locales tuvieron que arreglárelas -en su agreste geografía- con los escasos recursos agrícolas de sus tierras; mientras el lado germánico se desarrollaba, poblaba e industrializaba.
La brecha se profundizó durante la I Guerra Mundial cuando, pese a la neutralidad suiza, los territorios suizo-alemanes y suizo-romandes (franceses) se colocaron en bandos opuestos: los primeros, más cerca al espíritu prusiano de la amenazante Alemania, los segundos, antimilitaristas y con un ya marcado sentimiento de doble marginación (lingüística y confesional). Así, la "question jurasienne" nació fuera de los partidos políticos, más como un reclamo contra la germanización de su cultura y defendía su derecho a expresarse en la lengua de sus ancestros.
El término "separatista" se convirtió en un insulto, pero también en motivo de callado orgullo para muchos, en una época en que la unión nacional parecía ser el único camino para la afirmación y la supervivencia como nación. Sin embargo, en total contracorriente, los movimientos rebeldes oscilaban entre reivindicanciones de independencia total y autonomía regional. Esta última fue finalmente obtenida en 1979, luego de un plebiscito en el que cuatro de los siete distritos de Jura aceptaban formar parte del flamante cantón de Jura, vigésimo tercero de la confederación helvética.
El Jura sigue siendo uno de los cantones menos favorecidos de Suiza, dentro de lo que eso puede significar en el modus vivendi europeo. Los jóvenes jurasiens se quejan de que no hay trabajo en su país (le dicen país), solo fábricas de cemento, madereras, algunas industrias. En las villages quedan abuelos, padres, gente mayor, casi no se ve ninhos ni jóvenes en las cercanías.
Hijo de padre y madre jurasiens, hijo del Jura en resumidas cuentas, Magtán se negó, proceso judicial mediante, a hacer el servicio militar y nunca vota por las personas, solo por la aprobación o modificación de determinados proyectos cantonales, artículos constitucionales o similares (acá casi todo se somete a votación, pero puedes enviar tu voto por el correo). Se fue a estudiar a la universidad de Lausanne pero, apenas pudo, volvió a establecerse en una zona rural, lo más parecida posible a la tierra agreste y boscosa donde creció.
Sus padres siguen viviendo en el Jura, en una casa linda de madera que Arthur, mi suegro, construyó. De él, Magtán aprendió a cortar pinos en el bosque para Navidad, pese a que lo ley lo prohíbe ("el día que tenga que comprar un sapin me meto un tiro", me contestó mi suegro cuando trate de indagar sobre el tema) y a recoger champignones salvajes como si de ello dependiera su supervivencia (cosa que sí ocurría cuando sus viejos eran jóvenes, o sea) pese a que la ley -nuevamente- establece un límite de solo dos (DOS!!) kilos por persona (hasta cinco ha juntado este chico).
Sin embargo, a diferencia de Magtán, su papá sigue siendo un separatista radical. Ah, nunca ha viajado en avión, ni le provoca; pero puedes escucharlo horas contar sus historias de juventud sin aburrirte. Terco y recio, él es un cholo de Suiza, qué duda cabe.

PD: No sé por qué no tomé foto de la casa de mis suegros en Jura (qué diría Freud?). Bueno, les debo.

El hambre y las máquinas


Que conste que no soy una experta en el tema. Pero licuadora, tostadora y batidora sí conocía, aunque solo los usufructué por interpósita persona (qué palabras más feas estoy usando). La cosa es que acá, además de los aparatos para hacernos la vida más fácil que todos seguramente conocemos, hay varios otros que, además, forman parte de la tradición culinaria local. Es como si, los peruanos tuviéramos una máquina disenhada para preparar el cebiche, o un aparato para cortar el pescado del cebiche, por ahí va la cosa.
Repito que puedo estar pecando de provincianaza (esta es una advertencia que, me temo, voy a colocar más seguido) y de ignorante culinaria total, pero no me van a decir que todo el mundo -o sea toda Lima- tiene un kit de fondue. Esmpezando por ahí: el aparato no puede ser más específico.( Pa los más jaujinos que yo: fondue, dícese de plato típico suizo que consiste en queso derretido con pan. También hay variantes: bourguignone, de chocolate; y chinoise, de carne, o viceversa?). Su hornito, su cacerolita, sus trinchecitos y hasta sus platitos. Si quieres también encuentras la preparación lista para echar a la olla, ya sea en tipo moitié-moitié (mita-mita, combinando dos quesos) o completa, que debe ser más o menos como el ají de gallina en sobre.
También es bastante conocido por ustedes el aparato de raclette (ver foto, no hacer comentarios sobre la austeridad ni el desorden reinantes), tradicional de estas tierras pero más de Francia, creo: es una especie de planchita, con dos niveles, arriba, bien liso, pa que pongas tu carne, tu choricito, tu tocino; y abajo con sus compartimentos para que coloques unas paletitas donde va, nuevamente, el queso que, además, se llama "raclette", y hasta puedes comprar un accesorio pa cortarlo en la longitud y el ancho de las paletitas (porque estas últimas tienen medidas oficiales). Previamente, has sancochado papas (que las venden en bolsas rotuladas "raclette") y has hecho una ensaladita o has abierto una lata de pickles (pero en este último caso, no me invites mejor). Cuando el queso está derretido, sacas tu paletitas de la plancha y, con la ayuda, de unas cucharitas de palo echas el queso sobre tus papas. Buenazo pa'l frío (las carnes, las sacas antes de que se quemen pe).
Más caleta es la "pierrade", que viene a ser como una raclette pero sin el compartimento de quesos, solo la planchita pa' las carnes. Según la cantidad de invitados que tengas, puedes poner dos o tres de estos aparatos en la mesa, además de las ensaladas y guarniciones que quieras. Muy parecida es la "charbonnade", que es lo mismo que la anterior pero con una superficie fabricada en base a carbón, o algo así (que tampoco puedo entender todo tan rápido), y que le da a las carnes un sabor más parecido a nuestra parrillada.
Crêpes si conoces, espero: panqueques pues miraflorino, solo que pueden ser salados o dulces, según lo que les pongas. Ya, la novedad acá es que tambien hay su maquinita casi self service para que la gente se atienda en la mesa. Tú haces la mezcla no más -harina, huevo, leche y sal, supongo- y la colocas en un recipiente sobre la mesa (o en varios si hay más gente), luego enchufas tu aparatito de crêpes -que es como una planchita pero con varias divisiones redondas para que eches ahí la preparación- y cada uno se sirve, agregando a la masa quesito, jamón, tomate, fudge, nutella, manjar blanco (caramel, le dicen acá), en fin. Cuando está dorado, agarras tu cucharita de madera -que es más una espátula, pensándolo bien- y al plato.
No puedo terminar este post sin hacer una mención honrosa a la humilde pero ubicua freidora de papas. Igualita a la de las pollerías, solo que en tamanho personal. Las papas fritas son una institución en Bélgica, Francia y Suiza así que nadie se anda con improvisaciones a la hora de prepararlas: hay un corte -con ancho y largo determinados- que todos asumen como el "estándar" y nada de estar calentando horas el aceite, y que luego una papa te quede bien dorada, la otra ahí no más, mientras tú quedas oliendo a fritura toda la semana. Pones a calentar el aceite, y vas cortando las papas. Luego, fríes cinco minutos máximo, y listo. Me dirán alienada de lo peor, pero salen buenazas.
Bueno, todo esto para comentar que si eres la anfitriona, no tienes que cocinar todo el día ni invertir en comprar comida hecha, solo enchufas y cada quien baila con su apetito. Paja, no?

mardi 2 janvier 2007

Blanca y radiante


La primera nevada de mi vida, a mis 34 anhazos me recuerda que nunca es tarde. En fin, es un decir. Los propietarios de los centros de ski ya estaban cabezones porque sus máquinas de producir nieve apenas cubren algunas pistas y la sensación no es la misma pe. Será como jugar tenis en arcilla o en tartán? jugar fútbol en grama natural o artificial? Tener sexo con un pata o con un consolador? Ni la menor idea, y por ahora no podré dar mayores detalles porque el solo hecho de desplazarme vestida como si fuera un cruce entre ewok y r2d2 ya es bastante difícil, así que ni se me ocurre la posibilidad de lanzarme desde una colina entornillada a un par de tablas.
Contrariamente a lo que yo temía, cuando nieva el frío disminuye. El asunto tiene una explicación climática muy lógica que Magtán me detalla con generosa paciencia, pero que no he conseguido retener, quizá porque al mismo tiempo estaba tratando de mantener el equilibrio en mis botas de astronauta pese a los copos de nieve que se metían en los minúsculos resquicios del abrigo y a los saltos del perro que parecía una cabra de monte y que era difícilmente distinguible entre tanta blancura.
Muy lindo, eso sí. Y viene más nieve, así que no los saturo de fotos, solo un recuerdito de esta inesperada primera vez para los que creían que este pechito ya se había corrido todas las canchas.

lundi 1 janvier 2007

Álbum

Tenía ganas de hacer algo tipo mis fotos del anho, pero como empecé este blog en diciembre, pues tampoco hay mucho qué poner en ese rubro. De todas maneras, aprovecho el ánimo retrospectivo para hacerle espacio a algunas imágenes que se quedaron en la memoria de la cámara. y en la mía, of course.

Izquierda.
Noche de bodas. Tranquilos que por ahora no pienso incursionar en el porno. Un piquito pa la afición no más (Continúa, el álbum, en los posts hacia abajo).

Derecha: Villargiroud, 22/12/06
Postparty en casa de mi cunhada. Se nota demasiadísimo que mi marido se muere por tener hijos???? Dios mío, aparta de mi este caliz y que no se haga su voluntad sino la mía.




Izquierda: Castillo de Romont, 22/12/06. Fiorella ajustando.

Abajo: Por parte del novio:
tres sobrinas, un sobrino,
un hermano, una hermana, un cunhado, una cunhada, papá y


mamá. Por parte de la novia: hermana, cunhado y sobrino. No hay nada que hacer, jugábamos de visitantes.




Izquierda: "Se te ve la teta hermanita, ay no, es el relleno del push-up". Fiorella fue siempre un invalorable apoyo.

Romont, 22/12,06
El novio fuma su último cigarillo en libertad, la novia comprueba que, tamare, el blanco engorda


Villarimboud 22/12/06
Horas antes del matri, las Llanos siempre
llanas para el cotorreo. Derecha: El nunca bien ponderado
novio plancha el vestido de la novia.


Villargiroud 21/12/06
En la víspera del matri, y a instancias
de su hermana (y ante mi absoluta
ineptitud), Magtán debutó como
decorador de bodas. Tiene un futuro
prometedor.










Fribourg 16/12/06
Ma
gn inmediatamente después de la mordida del sanguinario Zambi.
Abajo
: El sanguinario zambi.






Lima, 2/12/06
Más abajo: Fabricio y Aldo me organizaron una modesta aunque emotiva despedida, solo que yo tuve que coordinar absolutamente todo. Eso sí, los guargüeros estuvieron buenazos. Favor de prestar especial atención a la pose de Mónica "nomegustaquemetomenfotos" Gonzalez y la cara de "ya no sopogto a estas pegsonas" de mi por entonces futuro esposo.

Espacio-tiempo histórico

No había ni un alma en la frontera suizo-francesa cuando la atravesamos el 31 a eso de las seis de la tarde. Después de dos horas de trayecto por carretera estábamos a diez minutos de la casa de David y Chantal,unos amigos de Magtán que nos habían invitado para el “reveillon” (la noche de anho nuevo).

Para alguien que ha viajado más de quince horas en bus sin abandonar territorio peruano, esto de cambiar de nación cada tres horas no deja de ser extranho. Sobre todo porque el cambio puede ser muy radical de un lugar a otro. Ya dentro de la propia Suiza, cruzas un puente y, zas, todo está escrito en alemán o italiano.

Y ahora resulta que estamos en Francia, en la región de Alsace, más precisamente en el diminuto pueblo de Pfetterhouse. Feterqué???? Fetegús me repite Magtán como si hablara con una débil mental que no entiende cuando alguien le dice "chosica". No me vengas pues, eso es alemán. Clago me contesta, como si yo debiera tener "claguísimo" que Alsacia (y Lorena, como nos ensenhaban en el cole) ha sido sucesivamente alemana, francesa, alemana y francesa en el transcurso de las diferentes guerras, incluyendo las dos mundiales que han tenido por escenario esta apacible zona.

Nuestros anfitriones son demasiado jóvenes para haber vivido la época de la ocupación nazi, pero han escuchado hablar a sus padres y a sus abuelos sobre esos anhos. Con la mayor falta de consideración, los bombardeo de preguntas, valga la metáfora bélica.

En 1940, el ejército alemán recuperó este territorio, prohibiendo de inmediato que se hablara francés y enrolando en sus filas por la fuerza a todos los hombres de los alrededores. Así, cientos de soldados que hasta ayer eran franceses, un día despertaron para disparar contra sus propios compatriotas. Quedan pocos indicios de ese periodo: los nombres de algunas ciudades, un incomprensible dialecto alemán-francés que casi nadie habla y un campo de concentración. Struthof fue el único centro de exterminio que funcionó en territorio francés.

Supongo que nada de esto es gran novedad, pero a mí me alucina constatar –sin habérmelo propuesto- todas las cosas que han ocurrido en estos lugares, las guerras que mis viejos no padecieron y de las que solo he sabido por las películas. Y encima Suiza era territorio neutral. Cómo así? Si estamos a diez cuadras de la frontera, y en una hora y pico estaríamos en Alemania, o en Austria. Muy difícil imaginarse todo.

Magtán nunca ha visitado un campo de concentración. Dice que esa no es su historia, que él siempre se ha sentido descendiente de los celtas y otros argumentos que saca de la manga a la prepo para cortarme la viada de la ociosa reflexión histórica –particularmente ociosa para él, que ha tenido que estudiar y escuchar lo mismo desde que tiene uso de razón-. Al fin y al cabo, es el primer día del anho, todavía no cae nieve pero en la frontera suiza hoy sí nos esperan unos corpulentos y coloradísimos guardias de aduanas. Todo en regla jefe, la familia Hamel vuelve a casa. Loreleiiiiiii