Cuando trabajaba en PC World pasé serios aprietos tratando de dilucidar cuándo convenía respetar los términos del inglés, que proliferan en el lenguaje informático, y cuándo debía castellanizarlos o simplemente traducirlos. Mi mayor problema consistía en transformar los artículos que nos enviaba la franquicia de la revista, con sede en España, de manera que sonaran a peruano, que fueran legibles para el público objetivo (qué ganas de poner target) y que conservaran su rigor técnico. Usar mouse en lugar de ratón me parecía lógico porque, aunque Cervantes me excomulgue, era la forma más difundida en el Perú pero ya no me quedaba tan claro cuando tenía que elegir entre vídeo o video, por mencionar solo algunas de las reflexiones en las que solía refugiarme para evadirme un poco de la aridez tecnológica de aquellos textos. Esto ocurrió hace más de diez años, cuando las computadoras todavía estaban rodeadas de un cierto misterio. Ha pasado el tiempo pero yo me he quedado con varias dudas y con una curiosidad casi patológica por los extranjerismos o barbarismos o ustedes me entienden. Pues bien, me equivoqué cuando creí que mudándome a otra jurisdicción idiomática iba a conjurar esa obsesión.
Resulta que por acá estamos en plena temporada de descuentos. Cambio de estación obliga, las tiendas rematan todo y los centros comerciales parecen una escenificación de los sanfermines. Eso se llama en francés Soldes, Saldi en italiano, que también es un idioma reconocido por la Comunidad Helvética y todo hay que traducirlo. Hasta ahí, normal. Pero en realidad la CH es mayoritariamente suisse-allemanique, o sea que en buena parte de los cantones se habla el schwyzertütsch, un dialecto derivado del alemán que los propios alemanes de Alemania no entienden pero que es lengua oficial y, faltaba más, también tiene un equivalente para los dichosos remates: Soldenverkauf. Sí pues, como que mucha letra para una idea tan simple, o al menos eso es lo que han pensado los encargados de marketing (no, no me sale mercadeo, aunque quizá sería mejor escribir márketing) de algunas compañías locales que decidieron ahorrarse tinta en impresión y zanjar con un muy globalizado Sale para todo el mundo en afiches, bolsas y publicidad.
Nadie se ha hecho bolas entre los hablantes de italiano ni de suizo-alemán, pero las autoridades romandes o francófonas (o debería decir francoparlantes? o francohablantes?) no solo han protestado por lo que consideran la incorporación innecesaria de un anglicismo, sino que además han hecho notar algo que de obvio ya parece una broma de mal gusto. En francés, la palabra Sale significa Sucio(a) y encima tiene connotaciones negativas cuando se usa figurativamente. O sea, si alguien tiene un sale caractére, significa que tiene un genio de mierda (o ya, mal genio, para no exagerar); y por estos días todos se quejan del sale temps, o sea del clima espantoso que nos viene ofreciendo el recién estrenado verano.
En general, las objeciones han sido formuladas con un encomiable sentido del humor, tipo "no me gustaría que mi esposa se compre un calzón con una visible etiqueta de 'sale'" porque, obviamente, nadie piensa que se está llevando un calzón sucio cuando compra su ropa interior rebajada a setenta por ciento. Pero el diario Le Matin le ha dedicado una portada a esta tema en la edición del fin de semana, y anuncia que los responsables del sale coup se han comprometido a corregir el estropicio semántico sin importar cuánto les cueste la gracia.
Todo esto, entre otras cosas, porque mañana comienzo mis clases de alemán. Claro que estuve tentada de inscribirme en el curso de principiantes, nivel -1, de schwyzertütsch pero primero tengo que tener nociones del alemán de Alemania para luego poder desbaratarlo de acuerdo a la impracticable pronunciación y los caprichos gramaticales de este dialecto que encima se habla distinto en cada cantón. Como si no tuviera suficiente con los helvetismos que he tenido que asimilar a paso ligero luego de tantos años de pulir mi francés castizo de Francia en la Alianza Francesa, solo uno, para los afanosos: a partir del número setenta hasta el noventainueve, en francés hablas como si hicieras operaciones matemáticas: soixante-dix, o sea sesenta (y) diez, significa setenta; quatre-vingt six, o sea cuatro veintes (y) seis significa ochentaiseis, quatre-vingt dix neuf, o sea cuatro veintes (y) diecinueve significa noventainueve, etc.; y créanme que no es fácil interiorizar esa forma de contar (a propósito, sospecho que he escrito pésimo los números en español, pero eso es algo que tampoco nunca logré aprender). Cuando finalmente ya la tenía bajo control, llegué a Suiza para darme con la grata aunque tardía sorpresa de que acá setenta es septante, ochenta es huitante, noventa es nonante y así sucesivamente, casi casi como en cristiano. Ahora, tendrían que verme pasar interminables segundos mentalmente entre la forma aprendida y la que recién estoy adquiriendo mientras mi interlocutor empieza a sospechar que padezco algún trastorno (no, nada de handicap) neurólogico. Supaipawawa, francamente.
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8 commentaires:
Gracias para comprarme un "sale" abrigo para la lluvia. Un dia en el bosque se pone l'abrigo muy muy sale.
Te quiero.
PS: tambien puedes poner la cocina muy sale. Te quiero asi mas.
no es él un encanto?
Chata, ya que mencionas PC World, te paso un link de un artículo publicado en La Nación de Argentina que es un cague de risa:
"Todo lo que Hollywood me enseñó sobre la PC":
www.lanacion.com.ar/tecnologia/nota.asp?nota_id=923599
ta buenazo george, de hecho es más de lo que aprendí luego de cuatro años en PC.
Jen,
De vuelta por el mundo blogger le paso revista a todos los blogs amigos.
Siempre he admirado en Suiza la forma tan educada en la que todos se relacionan a pesar de hablar tan mal. Su propia versión del francés,del alemán y de tantos otros dialectos que deben tener por allí refundidos es alucinante.
Lo que si parece que no cambian desde el lado francófono es el desprecio por los anglicismos.Los alemanes no se hacen problemas, esos creo que hasta exageran(aunque los Sommerschlussverkauf siguen siendo eso y no un "sale")pero los francófilos parece que no van a cejar en su tozudez hasta ver definitivamente enterrada a la lengua de Victor Hugo.
Suerte con las clases de alemán,tengo bastante experiencia en el idioma de Goethe asi que cualquier cosita-como diría el Tio Vlady-estamos a la orden.
Una ultimita,no me digas que hace 20 años tus clases de alemán eran en el Instituto Goethe del Jirón Ica,en la Casona de Entre Nous, yo también estudiaba en esos años por allí!!!!
Un abrazo
Jorge
no hombres, yo tomé clases con un profe particular, pero creo que bien hubiera hecho en meterme al goethe, así quizás me ahorraba este último curso.
Hola!
soy una lectora fiel de tu columna en somos, pero la verdad es que me divierte y me gusta más,leer lo de tu blog.
la verdad, es que francamente cuando vivías n Perú no se donde michi lo hacias, por que aqui se respira un machismo patológico por donde vayas, claro si eres una pitucasa pues tienes otros matices distintos a los de la casera del mercaíto, no? pero es la misma chola con diferente calzón!
no se si soy feminista pero si sé que estupida no soy, y que me he casado con un hombre que jamás osaría mirarme menos que su igual, que me admira y me respeta, si todo bien, pero soy un lunar por que debajo de esa capa de "autosuficientes" todas mis amigas casadas miran normal nomás que sus dizque maravillas de hombres salgan mínimo una vez al mes con sus amigotes y regresen a las 5 am. en estados calamitosos. claro talves se van a pubs o bares muy pitucos y sólo tragan wiskys pero al final es lo mismo que el imbécil del marido de mi empleada igualito nomás.
asi que tomandome la atribución de darte una pequeña recomendación, ya que soy una de tus lectoras fieles. podrías:
o darle un toque más comico a tu columna ya que la comedia te sale de perlas.
o comienzas a escribir para las grandes masas, donde todavía y por desgracia abuuuuuuuuunda el machismo aunque creamos que vivimos en la era del mamacitismo.
bueno un abrazo grande.
erika.
por lo que me cuentas, erika, creo que éramos vecinas!! en fin, gracias por leerme, aquí y allá
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